Por Silverio Quevedo
Columna: En la mira
Mancha, la mancha azul. Igual que Ochoa Reza
2018-06-15 | 09:04:56

El 8 de junio del año pasado la diputada Cinthya Lobato estaría destapando la voracidad y el saqueo de un político en este régimen. Y si bien tenía que ver con el poder legislativo y no Ejecutivo se trataba finalmente del dirigente del partido que gobierna en el Estado.


Tampoco era la acusación de cualquier legisladora, sino de una compañera del mismo partido, una integrante de la bancada albiazul que no sólo levantaba la voz contra el presidente de la Junta de Coordinación Política entonces, Sergio Hernández Hernández, sino que involucraba a su propio líder, José de Jesús Mancha.


Era el principio de la madeja de la corrupción o tráfico de influencias de un personaje incrustado y que se ha servido del sistema político estatal. Era también una exhibición de su persona, desde adentro, en uno de los escándalos mayúsculos donde los propios diputados cómplices, se agolparon para sofocar los dichos de Cynthia Lobato y así defender a su representante.


Pero un año después de aquel escándalo sobre los vicios y desenfrenos de Mancha serían confirmados y los señalamientos tomarían fuerza con una contundente acusación que comenzó en un debate entre candidatos a senadores pero que ha ido creciendo como bola de nieve para terminar al momento, en la tribuna más alta del país. El Congreso de la Unión.


Y es que entonces la panista Lobato implicaría a Mancha tras su confrontación con el líder de los legisladores en el Congreso Local de Veracruz al salir a relucir en un audio de una conversación hecha pública. Lo que en su momento fueron denuncias por desvíos de recursos del poder Legislativo amafiado con el jerarca panista hoy lo envuelve en serias y al menos, sospechosas, asignaciones de contratos millonarios para sus empresas.


Fue aquel junio del 2017, por si ya se le olvidó a Mancha cómo manchó a su partido y a su jefe político, Miguel Angel Yunes Linares, cuando Lobato sacó a balcón que estaba recibiendo dinero por parte del líder de la bancada del PAN en el Congreso:


“Por favor Sergio y deja de robarte el dinero de Veracruz y de nosotros los Diputados, por favor, con esa falta de transparencia que haces nada más a tu modo. Si te dio la vida una oportunidad asúmela como tal, conviértete en un hombre, por favor Sergio y deja de robarte el dinero de Veracruz y de nosotros los Diputados….”


”Porque sí hay dinero para el Velódromo, para tus casas de enlace, sí hay dinero para lo que te da la gana y para tus fiestas; sí hay dinero para que le lleves a Pepe Mancha, para eso sí hay dinero, lo que no hay dinero es para el autismo, para el foro que se está haciendo aquí, para eso no hay dinero.”


En ese momento la diputada por Xalapa enfrentó a su líder en el Congreso local y lo  acusó de gastar la ministración mensual de un millón 600 mil pesos que recibe la bancada.


La cola de José de Jesús Mancha como líder del PAN en Veracruz ya había sido descubierta. Y de paso evidenciar que rápido, en seis meses de que su partido a través de Yunes Linares ostentaba el poder Ejecutivo, ya estaba haciendo de las suyas. Al año y medio le surgen hechos más delicados.


PAN igual que PRI


Pareciera que es una constante de los dirigentes pues al igual que Mancha en el PRI nacional por ejemplo, su recién salido líder, Enrique Ochoa Reza fue acusado de igual actitud, de la corrupción al amparo de liderazgos y de que su partido se encuentre en el poder.


Ochoa fue exhibido tras una investigación del periódico REFORMA de la turbulenta adquisición de 18 concesiones de taxis en Nuevo León. Según el diario, don Enrique se hizo de estas concesiones entre 2005 y 2008, reportando que vivía en esa entidad, en la modesta colonia Lagrange del municipio de San Nicolás de los Garza.


En ese periodo, indicaría Reforma, “Ochoa Reza pasó la mayor parte del tiempo en Líbano y la Ciudad de México. El pequeño problema recae en que la Ley de Transporte para la Movilidad Sustentable de Nuevo León estipula que para poder obtener un permiso es necesario ser mexicano y residir en el estado”. Obviamente se impuso el tráfico de influencias.


Punto de acuerdo


Esta vez, Rocío Nahle dio el campanazo en su debate. Exhibió pruebas que quizá Julen Rementería hasta desconocía, pero el golpe retumbó en el dirigente del PAN veracruzano. Según la investigación realizada quirúrgicamente en la capital, Mancha habría sido beneficiado con varios contratos millonarios a empresas de su propiedad, por lo que en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se le dio entrada al punto de acuerdo para investigar estos hechos.


En el punto de acuerdo, se pide que la Auditoría Superior de la Federación audite las obras y contratos otorgados, con recursos federales en el Estado de Veracruz a las empresas Izal Inmobiliaria SA de CV y Biodiversidad del Golfo SA de CV, propiedad del líder panista, José de Jesús Mancha quien “de pronto resultó ser prominente constructor”, por las múltiples denuncias de irregularidades cometidas en los procesos de licitación en los que ambas empresas han participado.


Y es que de acuerdo a los documentos presentados como pruebas al dirigente estatal del partido que hoy es gobierno en Veracruz se le entregaron los contratos número INV-112T00000-6000-020-2017, LO-930007995-E86-2017, y INV-SEV-IEEV-FED-012-17 para realizar obras por cerca de 23 millones de pesos.


Esta denuncia en contra de Mancha en nada ayuda ni al PAN ni al proyecto de Yunes Márquez que obligó al partido a salir a dar su postura a través de su vocero para aceptar que sí le dieron contratos pero que fue algo legal. Conociendo a Yunes Linares, el guía político del panismo, debió haber pegado fuerte manotazo en su escritorio, porque la voracidad de Mancha le ha generado fuerte dolor de cabeza.


 

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