Se entiende la oposición del candidato panista Miguel Yunes Márquez a presentar su declaración patrimonial conocida como la 3 de 3, la lujosa residencia donde reside, los vehículos importados que posee y la riqueza que no se puede ocultar, como justificarla con sus salarios de las dos veces que fue alcalde de Boca del Río, resulta más que obvio que tiene otra fuente de ingresos aunado a la que recibe de su señor padre el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

Se comprende el problema para un político que busca el gobierno de Veracruz confirmar que existe alguna  dependencia de ser  el hijo de papi.

Debe ser un contraste con la que puede exhibir el candidato de Morena, ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, quien vive en una casa de sus padres en una colonia de la ciudad de Xalapa y el vehículo personal que posee para trasladarse a su trabajo como maestro de la Universidad Veracruzana.

Los empresarios de la entidad exigen con justificada razón que den a conocer los bienes que poseen, por la amarga experiencia que existe de los funcionarios cuando toman posesión y el enriquecimiento ilícito con que terminan su gestión oficial como servidores públicos.

Ni ahorrando todo el sueldo que cobran pueden explicar el estilo de vida que llevan con choferes y guaruras que los acompañan y los viajes en primera clase tanto nacionales como a países exóticos.

El ciudadano veracruzano ya no quiere sorpresas de estos servidores públicos quienes amasan grandes fortunas donde garantizan una vida de lujo hasta para sus tataranietos.

Lo interesante serán los argumentos que darán a conocer  para omitir esta declaración que exige la sociedad.

Hasta inventan encuestas

La desesperación del gobierno estatal debe llegar a extremos al grado de inventar una encuesta de una empresa desconocida donde coloca al hijo del gobernador Yunes Linares arriba del candidato de Morena Cuitláhuac García, sobre todo al darla a conocer al día siguiente que el periódico Reforma como los medios nacionales y empresas especializadas en intención del voto, los registros son muy diferentes.

Estudio de intención del voto muy singular cuando el candidato presidencial López Obrador supera en la entidad el promedio nacional y los pronósticos serios apuntan que arrasará por más de 35 puntos y si ese porcentaje se traduce en el voto en cascada no tiene nada que hacer el candidato del Frente por México Miguelito Yunes Márquez.

Lo mismo ocurre con los spots televisivos de los candidatos Ricardo Anaya y José Antonio Meade, quienes se olvidan que estos mensajes propagandísticos son para hacer propuestas y programas futuros de gobierno, ya que sólo los hacen para criticar y señalar defectos del puntero tabasqueño, donde también salpican a los candidatos de Morena que se unen al proyecto Lopezobradorista.

Los panistas hicieron una encuesta en cuestión de horas cuando una verdadera metodología se lleva más de una semana y con un ejército de entrevistadores.

El nerviosismo mostrado señala el grado de preocupación e insomnio que existe cuando los vaticinios muestran que ya no hay nada que hacer y que como dicen las amas de casa este arroz ya se coció.