Del segundo debate presidencial llevado acabo ayer en la Universidad Autónoma de Baja California, en Tijuana, no hay grandes novedades; PAN y PRI se disputan el segundo lugar, aunque la distancia entre el azul y el verde es muy marcada y difícilmente José Antonio Meade podrá alcanzar a Ricardo Anaya.

Mientras que Andrés Manuel López Obrador, según las encuestas ya nadie lo baja como puntero, donde en la gran mayoría muestra una ventaja de casi 20 puntos porcentuales, mientras que el Bronco es algo así como una comparsa oficial.

Lo muy cierto, es que, un tercer debate no bajará a Andrés Manuel López Obrador de las preferencias electorales, no lo logró ni el primero, ni el segundo y eso que los contrincantes se dedicaron a atacarlo y cuestionarlo, acusándolo de evadir supuestos actos de corrupción y amistades de mala reputación, acontecimientos de los cuales por supuesto ellos no están exentos.

A ello se suma que según análisis de diferentes compañías encuestadoras, apenas un 50 por ciento del total de la población se interesa por ver un debate, pues consideran que ahí los políticos solo van a denostarse y ello no cambiará el sentido de su voto.

La realidad, es que la estrategia de los opositores del candidato de Morena pareciera no prosperar.  El próximo debate, el tercero y último, será el 12 de junio a las 21:00 horas, en Mérida, Yucatán y se dice, que para ese, el panista Ricardo Anaya considera lanzar una acusación que definitivamente baje a AMLO de las preferencias electorales, aunque la realidad es que difícilmente lo logrará.

En lo que sí coinciden muchos ciudadanos, es que, José Antonio Meade como José Yunes Zorrilla –candidato al gobierno de Veracruz, no son malos candidatos y podrían desempeñar un buen papel, lo malo es que, su partido es quien los opaca.

Los priistas como nunca se enfrentan a un momento histórico donde la ciudadanía se siente harta de lo mismo y su voto –al parecer- por Andrés Manuel será por la esperanza, en busca de que las cosas mejoren, con un partido que nunca ha estado en el poder presidencial y con un candidato que ha mostrado incansablemente su interés de llegar para servir. Por cierto, que la noticia que ayer le puso sabor al debate fue la que, a muy temprana hora pronunció a través de sus redes sociales, el panista Ernesto Cordero, quien actualmente es presidente de la Mesa Directiva del Senado.

Cordero -tras la declinación de Margarita Zavala- aseguró que ahora votará por José Antonio Meade, candidato del PRI a la presidencia, en una reiterada afrenta a Ricardo Anaya, personaje que ha descalificado reiteradamente, y quien –dijo- únicamente llegó a dividir a su instituto político.

La postura de Cordero ha sido determinante, asegurando además que no se irá del PAN –de su partido- menos aún por un personaje como Anaya, a menos –claro- que decidieran expulsarlo.

Cordero insistió que el hoy candidato presidencial del instituto político en el que milita, no representa a su partido “a mí no me sacan del PAN, primero tendrían que expulsar a Ricardo Anaya, quien no representa ni defiende los valores del PAN, primero que expulsen a todos los que pusieron de rodillas al PAN frente al PRD”.

Lo anterior confirma evidentemente, que la salida de Margarita podría fortalecer más a Meade que al propio Anaya, quien se muestra un tanto desesperado.

Volviendo al tema de los debates hay que precisar que éstos no miden la intención del voto, solo permiten visualizar a menos de la mitad de la población que lo observa, las propuestas que estos muestran, aunque en la actualidad lo que se puede apreciar ahí, son meras descalificaciones que no interesan a la ciudadanía.

Y en un poco de historia, es interesante conocer que en México, se celebró el primer debate presidencial, un 12 de mayo de 1994, en un afán del PRI por legitimar las elecciones tras el descontento social que propicio el triunfo de Carlos Salinas de Gortari; en aquel primer escenario “democrático”, participaron, del PRI Ernesto Zedillo, del PAN Diego Fernández de Cevallos y por el PRD, el candidato del izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas.

En aquel entonces la audiencia del pueblo mexicano fue de un 35 % de audiencia, tras  el asesinato -dos meses antes- del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio. ¡Así las cosas en nuestro país rumbo al día de la jornada electoral del 01 de julio! Nos leemos mañana queridos lectores.

@magzamu