Al segundo tercio de las campañas políticas para la Presidencia de México se avecinan los cambios radicales en los equipos que trabajan para los candidatos, de manera singular en el PRI, donde se quiere quitar el ominoso tercer lugar que lleva en las encuestas y se espera que otra clase política entre el relevo.

Para contentar a los priistas, antier se confirmó que el guerrerense René Juárez Cisneros  entra en lugar del líder nacional del partido tricolor, Enrique Ochoa Reza, también habrá cambios de la Secretaría General, sobre todo porque no levanta el candidato José Antonio Meade y están en riesgo de perder ocho de las nueve gubernaturas que estarán en juego el próximo primero de julio.

El exgobernador y alcalde de Acapulco es del equipo del molesto y marginado ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Meten al cuarto para las doce a un priista de pura cepa, quien ha sido senador y es economista de una escuela de provincia. Se identifica con la coordinadora tlaxcalteca, Beatriz Paredes Rangel, quien tiene la responsabilidad y difícil tarea de recuperar el estado de Veracruz muy devaluado por sus anteriores gobernadores.

Por cierto, la pasante de Sociología de la UNAM muy poco se le ve en la entidad.

También en Veracruz, el candidato Pepe Yunes Zorrilla planea renovar su equipo de campaña y nombra como refuerzos en el área de los medios a Silvio Lagos y Mónica Mendoza. Lo más seguro es que haya nuevos coordinadores los que intentarán de cambiar la triste y penosa situación que confrontan los candidatos a gobernador, senadores, diputados federales y locales. Es una loza muy pesada la que soportan por el nefasto pasado del partido tricolor. Quién no recuerda aquellos tiempos de gloria cuando los nominados por el PRI tenían el triunfo más que asegurado. No eran necesarias las campañas electorales que solo servían para que el pueblo los conociera y se gastara el dinero en banquetes.

Se daban el lujo los priistas de nombrar a candidatos a gobernador que ni siquiera habían nacido en la entidad, solo lo habían visitado en calidad de turistas.

En el equipo que coordina las actividades de los candidatos Por México al Frente, existe la gran desesperación y el mal humor,  porque no levantan,  se ven abrumados por sus opositores, cuando la realidad es que no cuentan con buenos candidatos, en ninguna de las áreas desde el  gobernador hasta los aspirantes al poder legislativo federal y local.  Aunado al inoperante equipo de prensa que no tienen la menor idea de proyectar una comunicación que impacte en forma positiva el quehacer electoral. Pareciera que los enemigos se encuentran en casa.

En Morena no se registrará ningún cambio, con eso que en todas las encuestas suben los bonos de los candidatos a todos los puestos de elección popular, y lo que más contará será la votación en cascada que provoca López Obrador y esto ocurrirá dentro de escasas siete semanas y media del año en curso.

Lo extraño y paradójico es que para algunos se les acaba el tiempo y para los otros quisieran que este ya terminara.