La guerra por los pagos
La situación de las finanzas públicas de Veracruz se encuentra entrampada en una encrucijada que pareciera no tener salida, pero al final a todos conviene que lleguen las soluciones definitivas a la problemática en favor de la gobernabilidad, cuando los ánimos se crispan más ante el trauma y la frustración de los afectados por toda clase de adeudos del gobierno estatal.
La crisis veracruzana única en su historia y en el paÃs, que seguramente dejará un precedente de negatividad, corrupción y de impunidad para las actuales y futuras generaciones.
Después de la embriaguez por el poder público, el dispendio y desvÃo de los recursos, aunado a las malas decisiones a polÃticas públicas erróneas y en perjuicio de la gente, al final se entra ya en una debacle a unos dÃas por terminar el mandato de la maldición a un estado prospero, pero para unos cuantos.
Los estiras y aflojes desde el gobierno federal al rescate financiero de la entidad más politizada del paÃs en todo los tiempos y que dejó de ser el último reducto del voto duro priista, por el momento, se tendrá que dar para evitar una catástrofe de grandes e impensables dimensiones.
La alerta máxima debe tomarse en cuenta entre las autoridades federales para el envÃo de los recursos urgentes para calmar la tempestad y la desesperación de trabajadores y empresarios a los que no les han pagado contratos desde hace más de seis años.
A los trabajadores le han dejado entrar en la mayor zozobra de todas sus vidas al decirles y asegurarles que no hay dinero para el pago de aguinaldos por una parte pero también de que si hay dinero para hacerlo en tiempo y forma. En una contradicción provocadora.
Aquà el asunto, es que el gobernador saliente y el entrante deben caminar juntos de la mano en la solución de la problemática para que la bomba no estalle y se afecte aun más la situación.
A nadie conviene que sigan las protestas y también de una vez por todas acabar con todo tipo de rumores que aun más afectan a la gobernabilidad.
La apuesta de las grandes mayorÃas del estado de Veracruz es que el gobernador electo deberá tomar posesión de la titularidad del poder ejecutivo el primero de diciembre, sin problemas.
Pero también, el mensaje debe ser directo, sincero y sin cortapisas a una situación verdadera y lamentable, pero los veracruzanos ya se cansaron de las quejas y ahora quieren escuchar soluciones reales a las grandes problemáticas ocasionadas por la corrupción extrema dejada por el gobierno de Javier Duarte.
En pocas palabras, la unión hace la fuerza, se trata de sacar a Veracruz de los problemas a una crisis financiera pero en la unidad y sin tintes partidistas, ni revanchismos.
La nueva administración estatal tendrá pronto que ponerse a trabajar con la propia fiscalÃa a denunciar a todos quienes han cometido abusos de poder, desvÃos de recursos y cobros ilÃcitos en nóminas de aviadores.
Los que andan en las nominas sobre todo del sector educativo, y son aviadores dejarles de pagar de inmediato y denunciarlos penalmente.
Hay que revisar también el padrón de pensionados en el asunto de quienes se autorizaron elevados montos y de quienes nunca trabajaron y disfrutan del pago de una pensión de forma indebida. Aquà está parte de la problemática de que no alcanza el dinero.
Además a los que desviaron los recursos del IPE a investigación en forma inmediata, porque el erario ya no puede cargar una nómina gigantesca, que creció desordena mente.
Los servidores públicos de los puestos más altos bajarlos del tabulador desde los tres niveles de gobierno.
Priorizar gastos de operación a las áreas de salud, seguridad pública, procuración de justicia, tránsito y transporte público, acorde a un nuevo código de ética, transparencia y contralorÃa social.
Hay que dar paso al dialogo y la gobernabilidad para encontrar caminos de coincidencia entre los veracruzanos.
En otro asunto, desde el fuego amigo, le hacen una campaña de desprestigio gratuita a Rogelio Franco Castán, como futuro titular de la secretarÃa de gobierno, por el asunto de un tÃtulo profesional, aquà bien se puede dar la dispensa desde el congreso para en caso necesario y dejar que llegue al cargo sin problema.
Después de Gerardo Buganza y Erick Lagos, que más puede pasar con quienes hicieron del cargo, lo que hoy se está cosechando en esa dependencia, que favorablemente Flavino RÃos, ayudo a enderezar el rumbo, sino hoy estuviera peor.
Por cierto, hay preocupación por la mano que está moviendo la cuna para afectar la llegada del nuevo gobierno con el tema de los maestros. Fin de la historia. Asà las cosas.