Flavino: resultados

La contundencia de los resultados logrados en 48 días de cumplir con la tarea por parte del doctor Flavino Ríos Alvarado, en la gubernatura de Veracruz, puso a temblar de odio y rencor a quienes les ha dolido ver el éxito de un mérito por la dedicación y el trabajo a favor de los veracruzanos.

En su clásica ira del antecesor y el estilo de una de las más pesadas bromas de los últimos tiempos y de fin de sexenio con el asunto del escrito de solicitud de revocación de la licencia al cargo de gobernador ante el congreso y por supuesto que ya es improcedente ante las ordenes de aprehensión obsequiadas por un juez federal. Pero en una acción considerada de increíble, pero se dio.

Javier Duarte y su equipo de seguidores, quizás aun no entienden en el delirio enfermizo del poder agotado, de que ya están en el pasado los días de gloria y las horas de felicidad, al llegar el fin a su telenovela, en el drama que lamentablemente han dejado a Veracruz sumido y postrado en un desastre social, financiero y de los famosos daños colaterales impredecibles y lamentables.

Los daños incalculables en el efecto negativo en contra de la población se tendrán que revertir con el paso del tiempo, y de algunos años y hasta lograr cerrar las heridas de quienes han resultado lastimados de diversas formas.

Para restituir la legalidad y la sanidad de las finanzas se requiere de mucho trabajo honesto y retorna al estado original de las cosas el Veracruz de antes. El que se fue y tardara en volver.

De una situación impensada, nunca antes vivida y menos soñada como una terrible pesadilla, que lamentablemente ha dejado en el dolor a miles de veracruzanos por diversas causas que pueden ser materiales o espirituales, pero de una dimensión sin precedente alguno en la historia del estado de Veracruz y de este país.

Los que reflexionan en los daños ocasionados a los miles de niños, mujeres y hombres que se quedaron sin la atención médica en hospitales, aquellos que en aras de la sobrevivencia reciben el cheque de la pensión y al día siguiente ya anhelan que pase el mes y el dinero anhelado no llega por el retraso a un desorden financiero catastrófico que en pocos días se pudo encauzar hacia soluciones factibles a través de una transición pacífica y normal entre seres civilizados que saben de la no permanencia en los cargos públicos y que no son para siempre.

El dolor por las pérdidas de vidas por diversas circunstancias es un daño imborrable para las familias, amigos y compañeros de quienes han pasado a ser parte de la estadística de los hechos, en donde se decía no pasaba nada.

Ahora después de la polarización ya viene la calma y un cambio en el gobierno estatal que debe significar un antes y un después.

En donde la tarea del doctor Flavino Ríos Alvarado, ha sido como siempre de apego a la legalidad, a los principios del derecho y al estricto apego a la justicia, por eso hoy Veracruz está en marcha para preparar a una nueva época que en nada tiene que ver con partidos políticos, sino a la convocatoria a un esfuerzo colectivo por el gobierno de los 48 días que trata de dejar un poco de ordenada la casa para que el nuevo gobierno que viene y desearle con todo el sentimiento del mejor y mayor deseo humano: mucho éxito.

Ya quedaran para el pasado en el duro anecdotario, la clásica picardía jarocha y la fina más ironía de los veracruzanos a quien ejerció el gobierno de la pesadilla.

Algunos para seguir, tendrán que pedir perdón todos los días, otros suplicar una nueva oportunidad y hasta quienes pretenderán el borrón y cuenta nueva. Esto sólo lo decide el pueblo en las urnas y la justicia en los tribunales.

La vida es de ciclos, ya este llegó a un fin y hay que esperar un nuevo amanecer, un nuevo día para bien de las nuevas generaciones. El presente esta y el futuro comienzan sin rencor.

El doctor Flavino Ríos Alvarado, rindió en su calidad de gobernador de Veracruz, el sexto informe de labores, con un estado trabajando y en marcha, resurgiendo de una crisis grave pero superable.

Prevalecen la gobernabilidad y el orden, la vida sigue en una dinámica de trabajo y paz. Así las cosas.