La más triste histórica nunca antes contada, del PAN y la censura a la prensa, convertida en uno de los clásicos de mayor drama de este país, pero contada por su propio actor que la vive en carne propia, don José Gutiérrez Vivo, el más experimentado periodista de finales de siglo XX y de principios del nuevo siglo y nuevo milenio que sigue siendo ancestral.

Gutiérrez Vivó, no está muerto ni enfermo, quien sólo se encuentra exiliado en Estados Unidos desde hace varios años, víctima de la censura y de los delitos cometidos en su contra por las administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Este último que pretende volver al poder presidencial a través de su esposa Margarita Zavala, a quien se recuerda por su hermano Juan Ignacio Zavala con la empresa Hildebrando, a la que acusan de haber ganado millones de dólares sin hacer nada, y así el estilo de estas familias que hicieron mucho daño al poder presidencial de este país con su alta corrupción e impunidad, pero lo que menos hicieron fue gobernar.

Don Pepe, marcado ya, como un ícono histórico de la radio, la prensa y la televisión mexicana, con la entereza y carácter que le dan los años y la experiencia, pero no por eso menos dolorosa, José Gutiérrez Vivó, narra a un colega suyo mexicano, Rubén Luengas, de un prestigiado noticiero de radio en la Unión Americano, toda la forma por demás increíble de la que fue víctima en los gobiernos foxista y el calderonista, que le quitaron además de patrimonio y sus empresas, la posibilidad de seguir comunicando a través de la radio, la televisión y el periódico Monitor, que ha sido todo un referente informativo en toda una época por el manejo ético y objetivo.

Cuenta, Gutiérrez Vivó que tanto Fox como Calderón, hicieron uso de unos de sus incondicionales para cerrarle el paso a todo su desarrollo laboral, se trata de Javier Lozano Alarcón, quién sigue empoderado en el desprestigiado panismo de este país.

Este personaje, si el que hizo aquella frase célebre de “copelas o cuello”, también se la aplicó a don Pepe Gutiérrez Vivó, y aun sin el apoyo del gobierno priista de Enrique Peña Nieto, al que los panistas le pretenden dar un sesgo de continuidad del panismo, poco han hecho para retornarlo a su posición de periodista y comentarista de prensa, radio y televisión. Don Pepe, sólo espera un milagro del gobierno de Peña Nieto.

Dice, Gutiérrez Vivó, que Felipe Calderón, ya siendo presidente del país, llegó hasta su oficina para exigirle que vendiera sus medios de comunicación y el periódico Monitor, el referente a su negativa fue el que le aplicaron todo el peso del poder presidencial de este país, como ya se lo han aplicado a muchos otros personajes políticos y periodistas en la historia de este país en diversas épocas.

Con este referente, no hay que dejar pasar que la esposa de Felipe Calderón, doña Margarita Zavala, ya anda en campaña muy adelantada por la búsqueda de la presidencia de este país pero hasta el 2018, en donde los especialistas dicen que ni divorciándose de su esposo Felipe, puede ganar una elección presidencial, por los malos antecedentes de ambos, al marcar a México con una estela de sangre y desgracia en perjuicio de los mexicanos y de los miles de víctimas de su gobierno a los que consideraron como “daños colaterales”. Vivo en la historia de la memoria colectiva aun.

El exilio que narra don José Gutiérrez Vivó, y que padece en Estados Unidos, dice que se ha convertido en el peor drama jamás contado a lo largo de sus 45 años de carrera de medios de comunicación en México, porque vía el poder de los entonces gobiernos panistas en donde años los años de trabajo, le significa que le quitaron todo su patrimonio, que hizo a lo largo de todo este tiempo, pero el exilio se le ha extendido y ya quiere regresar a trabajar y a estar con su familia en su pais.

“Hasta me quitaron mi casa en México y mis empresas”, comenta y agrega que a pesar de contar ya con la protección de la justicia federal de este país y de los dictámenes y laudos de organismos internacionales, nada se ha podido lograr frente al poder de los “Aguirre” propietarios de “Radio Centro” y del poder de los regímenes del panismo, quienes lo despidieron junto a sus compañeros de trabajo ante la petición presidencial calderonista a causa de una censura nunca antes vista en su dimensión y efectos en este país. Pero el acoso empezó desde el mandato de Vicente Fox y aun no puede terminar.

En su dramática narración, dice que con el apoyo del señor Roberto González Barrera (El Maseco) que lo ayudó a poner un programa de televisión vía internet, también le fue quitado por la feroz presión de Javier Lozano Alarcón, un serio opositor a su trabajo desde el senado y como dueño señor que pretende ser de la famosa reforma en telecomunicaciones puesta en marcha por el presidente Enrique Peña Nieto, de quien espera un milagro para retornar a México a continuar con su profesión de comunicador de la que está vetado en México, debido a la censura oficial que persiste.

Dice --con voz suave pero muy firme—que puede hasta leer su epitafio por las tantas veces que desde México, han pretendido adelantar su muerte y cuando no lo enferman de gravedad y lo ponen como a un ser que habla desde ultratumba al que ya han matado varias veces de forma anticipada, pero sigue vivito y coleando y dispuesto a seguir en su profesión.

Don Pepe Gutiérrez Vivó, quien durante más de cuatro décadas, se hizo sentir ante la gente como un aliado solidario ético y objetivo a través de la información y de su voz suave, pero muy firme con un tono inconfundible al que no le han podido acallar, como referencia mediática de credibilidad indiscutible, a la que los anteriores presidentes del PRI, respetaron y permitieron el uso de la libertad de expresión sin restricción alguna. Ojala vuelva pronto pero vivo. Dios existe. Así las cosas.