El quehacer del periodista

Se trata de un trabajo de investigación que está inspirado en cinco de los más grandes impulsores de la Antigua Facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana hoy Facico:

José Pablo Robles Martínez, Alfonso Valencia Ríos, Francisco Gutiérrez, Ignacio Oropeza López y Francisco Blanco Calderón. A quienes hemos admirado por su devoción apasionada en el periodismo y que por generaciones transmitieron el gusto por este oficio y profesión.

Estos cinco grandes maestros, que con su quehacer laboral dejan huella y testimonio vivo de su trabajo, y que se convierte en gran parte de la vida de quienes siguen su ejemplo en su tarea de auténticos reporteros, y sus pasos incansables pasos de verdaderos adalides del periodismo en la zona de Veracruz-Boca del Río, zona de influencia objeto de estudio de este modesto trabajo de investigación.

El Inicio: ¿Por qué ser periodista?
“Las malas personas no pueden ser periodistas”: Ryszard Kapuściński, frase el gran reportero polaco, además de que los cínicos no sirven para este oficio.

Mi admiración muy especial para Gabriel García Márquez: “soy más periodista que escritor”.

“La fama, el éxito para mí son intrascendentes, por eso recuerdo las palabras de Gabriel García Márquez en su memorable discurso de la Quincuagésima Segunda Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa a la que tituló como: “El mejor oficio del mundo”, y en la que el autor de Cien años de soledad inició así:
“A una universidad colombiana se le preguntó cuáles son las pruebas de aptitud y vocación que se hacen a quienes desean estudiar periodismo y la respuesta fue terminante: ‘Los periodistas no son artistas’”.

Destaca que: “El escritor británico Gilbert Keith Chesterton solía decir que el periodismo es el trabajo de los que se quedaron sin profesión, en pocas palabras ‘aprendices de todo y oficiales de nada”. (Periodista y académico José Martínez Mendoza: Periodismo de investigación, desafíos Conferencia. UAM 1de febrero de 2013)

Y para el periodista y académico español del periódico El País, Miguel Angel Bastenier: “El Periodismo Es Uno Solo”

Ignacio Ramonet, también español quién destacó como director de "Le Monde Diplomatique" y dice que el periodismo del nuevo siglo, la gente se pregunta a menudo sobre el papel que desempeñan los periodistas. No obstante, los periodistas están en vías de extinción El sistema ya no quiere más periodistas. En este momento, puede funcionar sin ellos o, digamos, con periodistas reducidos a meros obreros de una cadena de montaje, como Charlot en la película "Tiempos Modernos", es decir, meros trabajadores que hacen retoques en los partes de agencia.

El periodista nace o se hace, esa sería la primera interrogante. Sin arrogancia alguna en el inicio se tiene la falsa idea del anhelo de poder, fama y fortuna. Es lo que en principio se busca el triunfo en el periodismo. Primer gran error.

Se puede decir con la humildad del único esmero en un gran esfuerzo humano de estudiar dos carreras escolarizadas al mismo tiempo. Derecho en la Universidad Cristóbal Colon en la primera generación y al mismo tiempo la licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, en la Universidad Veracruzana. Ambas de 1978 a 1982.

También se inicia en el año de 1982 estudios de maestría en administración (UCC) sin concluir y después la especialidad en docencia (UCC) y un diplomado en periodismo (Colegio de Periodistas y la Universidad Veracruzana) nos damos cuenta de la realidad y exigencia de conocimiento hacia el periodista, lo que se pudo constatar en la maestría en periodismo bajo el auspicio del Colegio de Periodistas, la UV y la UNAM.

En la carrera de derecho se aprende la historia, la filosofía y todo el marco jurídico, acá en la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, la redacción y todo lo relacionado en aquella época con el auge de los medios electrónicos la radio y la televisión, no existía la Internet.

En la famosa FACICO, se recuerda desde las primeras clases el impacto en primer orden la teoría de la comunicación con al maestro Romeo Figueroa Bermúdez, y de ahí para adelante, Ignacio Oropeza con la semiótica, el maestro Francisco Blanco, el Maestro Dámaso Nájera (QEPD) con la redacción, el maestro Alberto Juárez (QEPD) todo al manejo de la televisión, el maestro Armando Mejía Lavalle el cine, la maestra Rosario Cuesta (QEPD la materia obligatoria de inglés, la maestra Sofía Esponda (QEPD) la mecanografía, el psicólogo Rodolfo Morse, todo sobre los efectos de la publicidad, la psicóloga Carolina, la opinión pública, el maestro José Luis Bolado la fotografía, el maestro Manuel Salinas; la maestra Marcela Prado la historia, el licenciado Avelino Muñiz, con el marco legal de los medios de comunicación; el licenciado Felipe Mendíola con la materia de Relaciones Públicas, Lic. Orozco, con los temas de la administración, el maestro Gerardo Macías Ávalos, la economía; el licenciado Francisco González, Profesor Francisco Heredia, el doctor Guillermo Héctor Rodríguez, con la investigación de las ciencias y la maestra Edelmira García Díaz, la materia vital de periodismo, gracias por la rigurosidad extrema de la catedrática, hoy colega y gran amiga, que no olvido nunca su expresión sobre el entonces corresponsal de Televisa, “yo siempre dije que ibas a llegar lejos”. Y para eso interiormente conteste se tienen que pasar muchas horas de desvelo y una vida personal muy complicada, por el abandono de la familia.

Un recuerdo especial desde este modesto a trabajo para Luz del Alba Vela, Nachita Reyes, Chava y el Sr. Barón y el Sr. Ocampo, pasando lista de presentes. Gracias donde quiera que se encuentren y muy grato su recuerdo también por el más modesto trabajado realizado en nuestra querida Facultad pero de mucha efectividad y de grandes resultados. En igual forma para la maestra Nadia Arnaiz, Estela Cabrera. Pina Malpica y el licenciado Rodolfo Molina, por todo su apoyo.

En la Facico siempre se ve a toda la comunidad como una a una gran familia. A las presentes y futuras generaciones se les comparte este trabajo de investigación con especial dedicación por la pasión de ejercer el periodismo y la adicción a la adrenalina, sobre todo por la inseguridad de la profesión que se recrudece en los tiempos actuales.

El periodista en la generalidad lleva dos personalidades muy distintas, la del extrovertido que busca la información y puede dialogar con todos y todas las fuentes informativas. Pero también la otra la real, la del personaje que vive en la “soledad, positiva” que así calificó Hans Küng, al decir que forma parte de quienes se abstraen del mundo, en donde hay un circulo muy pequeño de amigos y colegas aliados de toda la vida que se convierten en los más severos críticos con los que hay que convivir en el día a día y con los que la vida se convierte siempre en una permanente reflexión.

Así lo comentó siempre el periodista y escritor Gabriel García Márquez, quien decía que frecuentemente primero antes de escribir sus novelas comentaba con sus amigos en las charlas de café el tema y aspectos de los personajes.

Se recuerdan cada una de las clases con los maestros y las diversas materias impartidas en la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la UV, esto gracias a la memoria, cuando la naturaleza a todos los seres humanos nos compensa o nos dota de habilidades distintas, en este caso se concedió “la memoria biográfica”, que es aquella que propicia a no se olviden los detalles, las palabras, las frases, los momentos a cada instante, lo que significa que se graba en la mente en un gran base de datos, todos los grandes y pequeños detalles de la vida y más del conocimiento, que se traduce en una gran herramienta para el ejercicio del periodismo en contraste también con el “déficit de atención” del ser humano inacabado que dicen los expertos, que también fue parte de la mente de Leonardo Da Vinci.

Dice el escritor y premio nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, que gracias a la memoria es como se pueden construir las historias de todo lo que se va guardando a lo largo de la vida.

A veces se puede convertir también en un lastre por el peso de la carga de los recuerdos y de mucha información por el paso de los años, hasta de los mínimos detalles desde la niñez hasta los mínimos detalles, pero gracias al periodismo por escribir en el diarismo, se dejan las vivencias y acontecimientos plasmadas en las notas, que resurgen cuando cotidianamente se escriben diversas historias que son parte de la memoria colectiva y de la vida misma.

La paradoja personal, es que desde que ingresé a la carrera de comunicación, siempre decía, “yo no voy a ser reportero”. Simplemente no me veía corriendo atrás de alguna persona para la entrevista. Y como dice el dicho antiguo de que cae más pronto un hablador que un cojo. Han pasado 33 años en el medio en diversas y ya casi a punto de colgar la pluma, a causa del paso de los años, del agotamiento y de que dicen que por no estar en la tele no existimos, luego entonces los periodistas de la pluma somos “zombies” pero tenemos memoria.

Entre los muchos recuerdos de estudiante en la Facultad de Comunicación de la UV, es la de un joven compañero de lentes, muy callado, siempre leyendo en la biblioteca que atendía con esmero la maestra Sofía Esponda, se trata del amigo y colega Raymundo Jiménez. Así las cosas.