En la democracia se gana y se pierde, y en ese tenor México tiene un gran avance, cuando el organismo rector el INE, desplegó todo un operativo de impresionante logística, para que la propia sociedad civil con la rectoría de un organismo que funciona como un consejo ciudadano, haya podido realizar por primera vez, unas elecciones que en la legalidad y la transparencia no se tengan reclamaciones de trascendencia.

Aquí en el proceso electoral de este domingo siete de junio, el gran ganador ha sido el INE como un organismo ciudadanizado que logró en el mismo día de la jornada electoral evidenciar con probidad las tendencias del voto de los ciudadanos en todo el país en un proceso federal de elección de diputados y en varias entidades gubernaturas, alcaldías, presidencias municipales y delegaciones en la ciudad de México. Quedaron en el pasado las protestas y las impugnaciones a los resultados electorales.

Con el nuevo formato del INE, se da la oportunidad de las candidaturas ciudadanas y con donde en Nuevo León, el famoso Bronco, logra un primer triunfo histórico, en donde desde este momento se pide al gobierno federal darla la seguridad a su persona y a la de su familia para que pueda iniciar su mandato con plena libertad de acción.

Enrique ¨Peña Nieto conserva la mayoría simple del congreso federal y retornará el PRIAN como aplanadora legislativa.

Los partidos grandes, medianos y chicos, todos felices en un reparto equitativo y en donde todos reciben su parte en un pastel grandote y en donde los que se han esmerado en gobernar bien tienen su premio y otros avisos de llamada de atención y otros el voto suficiente para sigan contando con los registros de las prerrogativas que benefician a unas cuantas familias que se reparten las candidaturas entre sus allegados, amigos y el clásico “cuatachismo”.

En el estado de Veracruz, hay que reconocerlo y decirlo, el gobernador Javier Duarte, se mantuvo abierto y distante del proceso electoral y con una autentico vocación democrática no se le vio haciendo campaña para ningún miembro de su partido.

También hay que decirlo como la democracia es noble y generosa, en la entidad veracruzana, el voto verde beneficia al famoso Javier Herrera Borunda, quién será diputado federal plurinominal por el Partido Verde y asciende ya como un fuerte joven prospecto para la gubernatura de Veracruz en la nueva dinámica generacional de los jóvenes de la actual época.

En ese sentir, el PAN de los Yunes azules boqueños “presupuestivoros”, calladitos celebran sus posiciones con el jefe del clan que será diputado plurinominal y en donde toda la familia contenta con un alcalde un senador y ahora un diputado federal. Cual sufrir. Y no les da para la gubernatura de Veracruz, aunque sueñen y hagan berrinches.

La magia de la democracia mexicana, es como un parto sin dolor, llegan los nuevos actores y actrices para reposicionar a sus desangelados partidos políticos, y a los que lloran la derrota les da tiempo de la reflexionar para cambiar y enderezar el rumbo, pero en la realidad todos contentos. Se puede llorar unas horas, unos días y después a seguir pegados a la gran ubre presupuestal del “servicio público” como le sucedió a la famosa Anilú Ingram del PRI-Verde, que retornará al congreso local a recibir su dieta y bonos, además de múltiples privilegios que le dan su imagen de niña bonita.

En el estado más politizado del país, el PRI mantiene su hegemonía pero en la llamada de atención de la gente, piden al gobernador Javier Duarte, los cambios necesarios en el gabinete a algunos funcionarios indolentes que no salen de las cómodas oficinas a tratar temas relacionados con su labor y de atención directa que sea para servir a la gente.

En el estado de Veracruz, los reposicionamientos son necesarios en donde se pide la salida de GerardoBuganza, que se la pasa rezando en la iglesia sin atender sus funciones, para el urgente y pronto retorno del maestro Reynaldo Escobar Pérez y garantizar la sucesión estatal para el PRI en el 2016, y por el estilo que se vayan los que no trabajan y que lleguen o sigan los auténticos colaboradores como el maestro Enrique Ampudia Mello, que demuestra ser un excelente jefe de gabinete en un modesto cargo de secretario particular de la oficina del gobernador, pero que se parte el alma y se muere por su jefe en un ejemplo de lealtad. Así las cosas.