Por: Raúl López Gómez

La osadía de Carlos Slim

Carlos Slim, en el chantajismo de siempre y desde la fortuna realizada con el apoyo del poder público en tiempos del entonces presidente Carlos salinas de Gortari, pretende poner en jaque a políticos mexicanos desde el periódico estadounidense The New York Times, al ordenar investigarles las propiedades en suelo norteamericano.

A Slim, el gobierno mexicano le permitió crecer en la impunidad con los abusos desde sus empresas, principalmente del ramo telefónico tradicional y celular, Telmex y Telcel, en donde se la ha permitido abusos en perjuicio de los consumidores, lo que la he permitido ser supuestamente el hombre más rico del mundo.

Pero en su audacia, el empresario mexicano con empresas en muchos países del orbe, olvidó su negro pasado y ahora pretende erigirse en adalid de la honestidad y la justicia, cuando desde hace varios años se le debió meter a la cárcel.

Ahora empoderado desde el más importante periódico en el mundo como lo es el New York Times, rompe la regla de honor como si se tratara de la mafia italiana al ofender y atacar a quienes antes lo ayudaron a formar y acrecentar su fortuna.

La osadía de Slim, seguramente tendrá las repercusiones de retarle algo de lo mucho que le ha quitado vía los servicios de sus empresas a millones de mexicanos en forma fraudulenta.

La primera acción del gobierno federal será la de meterlo al orden fiscal y dejarlo de apoyar con sus negativas a pagar impuestos.

Por ejemplo en el estado de Veracruz, asiento de muchas de sus empresas como Telmex y Telcel, el famoso empresario desde siempre se ha negado a pagar abiertamente el impuesto del 2 por ciento a la nómina e incluso, extraoficialmente se dice que se han negado a pagar el impuesto predial.

Su ambición desmedida por obtener a la malagueña un canal de televisión en México para adquirir mayor poder económico y el cual no lo ha podido obtener ni con sus presiones y berrinches, lo ponen ahora en el peor papel de su vida, toda vez que en este país, desde las instancias gubernamentales se le han protegido sus empresas como fuentes laborales, pero su avaricia lo puede llevar a la quiebra en unos cuantos años al convertirse en enemigo del sistema y lanzar ataques desde el extranjero. No sé vale escupir para arriba. Así las cosas.