Si alguien piensa que la precandidata y virtual
abanderada del PRI a la diputación federal
por el distrito de Veracruz, Anilú Ingram
Vallines va a trotar en caballo de hacienda
tiene enfrente dos dificultades.
Por un lado, las siglas del partido, cuya
imagen y confianza entre los ciudadanos no
es la misma de hace casi dos años cuando
buscó el voto para llegar al Congreso de Veracruz
como diputada local. Por el otro, el
incumplimiento del que tanto le han tachado
por haberlo hecho ante Notario Público y que
implicaba su permanencia de los tres años. Al
menos, Ingram no lo niega, sabe que hacerlo
sería peor, pero pide se ponga en la balanza
las acciones que cumplió y fueron más de lo
prometido.
Y es que asegura que las otras dos ventajas
se basan, en que no solo es y quiere que se le
identifique por haber sido una reina del carnaval,
pues es cierto que eso ocurrió cuando
tenía dieciocho años, y de allí a la fecha su
formación ha sido la de toda profesional y
político en ascenso, con trabajo.
Mientras que otra más que dice ser su
mayor respaldo, son las iniciativas que impulsó
desde la Legislatura, y que rebasa el que
una mujer o política como ella se venda por
imagen pública. Por eso, en corto, no deja de
hacer hincapié en los proyectos convertidos
en Leyes durante su gestión legislativa.
Es decir que entonces Anilú estaría tablas
con ventajas y desventajas, pero sabe que la
mejor promoción es su nombre, y caminar
casa por casa para explicar a los que votaron
por ella las razones de su nuevo proyecto.
Sabe que debe quedar a un lado el hecho
de que se le recuerde como reina de las fiestas
más populares de la entidad, a la puerta de
la esquina por cierto, porque su desempeño
como presidenta de la Legislatura y como
diputada en sí, le ha valido remontar aun
más ese simple título, del que dice sentirse
más que orgullosa.
Y es que además de la licenciatura en
administración de empresas, ostenta el doctorado
en alta dirección de administración
pública.
El estigma de incumplir su periodo para
el que fue electa será muy difícil quitárselo,
y lo sabe, por lo que deberá remar contra
corriente, pero aseguran analistas, que tiene
también a favor el venderse muy bien de
cerca con la gente, la mercadotécnica será
ella misma, y no debe olvidar el hartazgo
político entre la población contra lo que se
llama política. Por todos los sucesos que han
ocurrido en el país.
Anilú es un buen producto político, solo
dependerá de ella, recapitular la aceptación
ciudadana que la llevó al triunfo en el 2013.
Sin menospreciar a los adversarios que se le
pondrán enfrente.
Ahora el distrito se reduce a la zona urbana
y a la mitad rural, que es donde tiene su mayor
empuje, pero si no presenta una plataforma
que conlleve humildad y distinta, acorde
a los nuevos tiempos reconociendo incluso
los errores de su partido, deberá hacer más
que una campaña para llegar a San Lázaro.
MUY EN CORTO
El TODÓLOGO TONIATUH Pola, asegura
que el desafuero del alcalde de Medellín,
Omar Cruz, va en tiempo y forma, y este
miércoles, “colgado” de una rueda de prensa
y desayuno que ofreció el diputado del Verde
Ecologista, Eduardo Robles Castellanos, dio
una cátedra de lo que significa ese proceso
legislativo.
Lo cierto es que mientras tanto Omar Cruz
está desaparecido, no sesiona en cabildo, y ha
dejado el palacio municipal, sin que de eso
haya dicho algo el legislador. Puede pensarse
que el tiempo que se le está dando es para que
pueda preparar bien su defensa o fugarse.
Asegura Tonatiuh en su cátedra a sus
excolegas que al alcalde se le puede llamar
hasta en dos ocasiones como ocurrió con la
exalcaldesa de Alvarado, Sara Luz Herrera.
Por lo que el juicio va para largo.
Ojalá el Procurador de Justicia le tenga
vigilancia personalizada a Omar de lo contrario,
mucho se duda puedan llevarlo a juicio.
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