Tengo la impresión de que muchos de los problemas que tenemos en el país, pudimos evitarlos, si todos los ciudadanos hubiéramos actuado responsablemente a la hora de elegir a nuestros gobernantes.
Reitero esto porque la mitad de la población por ignorancia y apatía no vota. Quienes irresponsablemente desperdician la oportunidad de elegir a quienes nos gobernarán, pierden también el derecho a quejarse cuando nos va mal.
Lo mismo pasa con quienes por su miseria material y cultural acaban vendiendo su voto o cambiándolo por chucherías, porque facilitan la llegada al poder de los tramposos. Es casi seguro que quienes ganan una elección comprando votos, acaben haciendo un pésimo papel y desfalcando al erario público; porque lo que despilfarraron comprando sufragios, lo tendrán que recuperar de algún lado.
Los ciudadanos que vendieron su voto, son los mismos que por su ceguera seguirán viviendo en colonias marginadas, sin drenaje ni pavimento; en calles sin banquetas y sin servicios. Lo vendieron creyendo hacer el gran negocio de su vida. Desconocen, por su ignorancia, que acabaron cambiando por cacahuates su futuro y su esperanza.
Un caso muy triste es el de los que sí votan, pero no por quienes tienen mejores propuestas, poseen la mayor experiencia y han dado buenos resultados en el pasado; sino que votan por el candidato o candidata mejor parecidos, por quienes van mejor arreglados o por quien tiene el mejor peinado.
Olvidan que no están parti cipando en un certamen de belleza, sino en la elección de quien dirigirá a la nación, al estado o a al municipio. Hay quienes inexplicablemente votan por quienes regalan más cosas, olvidando que les están dando migajas de su propio pan y con eso se conforman. Allá ellos.
Hay otro problema. La gente preparada y honrada; la que tiene capacidad suficiente para administrar, para dirigir con eficiencia y dar buenos resultados, difícilmente acepta participar en política; porque la considera demasiado sucia, traicionera y estresante. Tal vez tengan razón en parte.
Sin embargo les pregunto: ¿cómo creen Ustedes que vamos a cambiar las cosas si no votamos y si no participan como candidatos los buenos ciudadanos, los que tienen capacidad para servir y dar resultados?.
La falta de participación ciudadana, ha hecho que frecuentemente lleguen al poder los demagogos, los merolicos y quienes buscan hacer enormes fortunas de la noche a la mañana; e incluso, quienes pudieron haber llegado con ganas de servir, pero por su carácter débil y acomodaticio fueron tentados y atrapados por la corrupción.
En la película “La Ley de Herodes”, se narra el caso de quien llegó a presidente municipal de un pueblo abandonado. Empezó con buenas intenciones, pero al poco tiempo cambió. Fue absorbido por la corrupción, llegando a rebasar en perversidad y capacidad de saqueo a todos sus antecesores y padrinos políticos.
Yo estoy seguro de que cambiando de actitud nosotros los ciudadanos, ayudaremos a construir una mejor nación.
Espero que estos cometarios nos ayuden poco a poco a que vayamos despertando del letargo en que nos encontramos y tomemos conciencia para que con nuestro voto razonado, comencemos a cambiar las cosas para bien de México.
Hasta el próximo sábado.