Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
*2016: ¿Caballo negro?
2014-06-05 | 10:01:13
Quienes crean que el candidato de la
alianza que encabezará el PRI en la
sucesión estatal de 2016 saldrá inevitablemente
del Senado de la República,
bien pueden llevarse tremenda
sorpresa el año próximo.
Y es que lo más recomendable para
esos futuristas come-ansias sería
aguardar con serenidad y paciencia,
mucha paciencia, que primero pase el
proceso electoral federal de 2015, pues
ha trascendido que allá en el CEN del
PRI que todavía preside el mexiquense
César Camacho Quiroz podrían perfilar
también un “caballo negro” en las
próximas listas de abanderados a la
Cámara de Diputados del Congreso
de la Unión.
Hay quienes especulan, por ejemplo,
que José Antonio González Anaya,
actual director general del IMSS,
podría ser uno de los prospectos. Pero
el problema de González Anaya, con
raíces familiares en el puerto de Coatzacoalcos,
es que no se podrá sacudir
la pesada sombra del exmandatario
Carlos Salinas de Gortari, su concuño.
Y el presidente Enrique Peña Nieto
seguramente buscará imponer a un
gobernador plenamente identificado
con él, disipando la menor sospecha
de que sigue siendo títere del “innombrable”.
Se ha mencionado también a Fernando
Aportela Rodríguez, actual
subsecretario de Hacienda, a quien
la semana anterior le dieron la amarga
encomienda de anunciar el bajón
de 3.9 a 2.7 por ciento el pronóstico
de crecimiento económico del país
para este año. Aportela, oriundo de
Los Tuxtlas, ya fue subsecretario de
Finanzas del estado en la administración
del gobernador Miguel Alemán
Velazco (1998-2004), en la que, por
cierto, la deuda pública de Veracruz
inició con 3 mil 500 millones de pesos.
Según algunas versiones, meses
atrás, Aportela habría participado en
algunas reuniones con priistas veracruzanos
avecindados en la ciudad de
México, los cuales lo habrían animado
para que se encartara en la carrera por
la gubernatura. El principal argumento
de sus promotores es precisamente
su gran cercanía con el secretario de
Hacienda, Luis Videgaray, uno de los
dos hombres fuertes del presidente
Peña Nieto que por ese entonces todavía
estaba en los cuernos de la luna.
Ahora la percepción es muy diferente
debido a la cuestionada reforma fiscal
y el bajo crecimiento económico, situación
que inevitablemente también le
pega al senador José Francisco Yunes
Zorrilla, presidente de la Comisión de
Hacienda de la Cámara alta y otro de
los aspirantes cercano a Videgaray.
Por eso, priistas allegados a la dirigencia
nacional del Revolucionario
Institucional aconsejan no adelantarse
a los tiempos y esperar con serenidad
y paciencia la próxima lista
de candidatos a la diputación federal
porque aseguran que ahí aparecerán
uno o dos nombres de políticos que
por ahora no son muy mencionados
en Veracruz pero que tienen bastante
proximidad con el presidente Enrique
Peña, y que si el máximo jefe sexenal
del priismo así lo quiere y dispone,
bien podría colocarles en su momento
un par de motores turbo y comenzar
a proyectarlos a partir del proceso
electoral federal entrante.
Y no es por amargarles la vida a
quienes desde ahora ya hablan y caminan
como virtuales candidatos del
PRI a la gubernatura, pero ha comenzado
a cobrar fuerza la versión de que
directamente de Los Pinos le estarían
haciendo la invitación al exprocurador
general de la República y exembajador
de México en Francia, Ignacio Morales
Lechuga, para que como diputado
forme parte de la bancada priista en
la LXIII Legislatura federal entrante
y que muy posiblemente será coordinada
por Camacho Quiroz.
Lo que aún estaría en veremos,
según ha trascendido, es si Morales
Lechuga será enviado a Poza Rica, su
distrito natal, a hacer campaña como
candidato de mayoría relativa o si, como
todo parece indicar, entrará por la
vía plurinominal.
El prestigiado titular de la Notaría
Pública número 116 de la ciudad de
México, quien hace aproximadamente
un mes recibió del gobierno de Francia
la Condecoración de Oficial de la Legión
de Honor por su contribución al
estrechamiento de la amistad francomexicana,
tampoco ha manifestado
públicamente si todavía aspira a
gobernar Veracruz, pues en 1998 supuestamente
“quemó sus naves” tras
su fallida aventura como candidato de
la alianza PT-PVEM contra el priista
Alemán Velazco, elección en la que
fue relegado hasta el cuarto lugar
luego de que Cuauhtémoc Cárdenas,
por un problema judicial con su hijo
cuando Morales Lechuga se desempeñaba
como procurador de Justicia del
Distrito Federal (1988-1990), lo vetó
como abanderado del PRD pese a que
las encuestas lo daban como puntero.
Por su preparación académica y
oficio político, Morales Lechuga será
un hueso muy duro de roer para la
oposición en la Cámara de Diputados,
sobre todo para expriistas resentidos
que también aspiran a la gubernatura
de Veracruz, como Miguel Ángel
Yunes Linares, con quien trae un
problema personal desde finales de
1996, cuando el entonces secretario de
Gobierno y ahora militante del PAN
acosó con la policía estatal al extitular
de la PGR en sus primeras giras por el
norte del estado.
Y es que a diferencia de los senadores
Héctor Yunes Landa y Pepe
Yunes Zorrilla, a Nacho Morales no
le han temblado la voz ni las piernas
para confrontar públicamente al ex
director del ISSSTE, contra el cual,
por ejemplo, ha pedido públicamente
que se le investigue por sus presuntos
nexos con Joaquín “El Chapo” Guzmán,
el líder del cártel de Sinaloa
recién aprehendido.

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