Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Pragmatismo puro
2014-06-03 | 10:00:34
Las elecciones extraordinarias que se
realizaron este domingo en los municipios
de Tepetzintla, Chumatlán
y Las Choapas no solo sorprendieron
por la alta participación ciudadana
sino por el pragmatismo tan burdo y
la falta de ética política que exhibió
la cúpula priista en su afán de ganar
a como diera lugar por lo menos dos
de los tres ayuntamientos en disputa.
El caso más prototípico ha sido el
de Chumatlán, municipio enclavado
en la sierra de Papantla, donde hasta
la tarde de este lunes, al cierre del
Programa de Resultados Electorales
Preliminares (PREP) del Instituto
Electoral Veracruzano (IEV), se
anticipaba de manera extraoficial
el triunfo –cerrado, muy cerrado,
pero triunfo al fin– de la coalición
priista “Veracruz para Adelante” al
sumar 856 votos; seguido del Partido
del Trabajo (PT) con 844, y el partido
Movimiento Ciudadano (MC) con
758 sufragios. En ese lugar, donde
fueron instaladas 5 mesas de votación,
sufragó ¡el 86 por ciento del
electorado!
Este apretado margen de apenas
12 votos de diferencia ha hecho que la
dirigencia estatal del PT, encabezada
por el diputado local Fidel Robles
Guadarrama, esté impugnando
nuevamente el triunfo priista. Sin
embargo, en toda sociedad democrática
se puede ganar o perder por
un solo voto.
Igual que lo han hecho siempre,
como en las dos últimas elecciones
presidenciales con su excandidato
Andrés Manuel López Obrador,
ahora, ante la derrota en Chumatlán,
los petistas denuncian que hubo
una “elección de Estado”. Pero si este
fuera el caso, los del PT debieron
prevenirlo y aliarse con su partido
hermano, Movimiento Ciudadano,
lo que les habría asegurado vencer
a la coalición del tricolor con una
proporción de dos votos contra uno.
Sin embargo, antes de su derrota
en las urnas, los líderes y candidatos
de la oposición se dejaron vencer por
su arrogancia y mezquindad. Tanto
los del PT como los de MC supusieron
que solitos podrían doblegar al
mañoso partido en el poder, cuyos
operadores políticos le apostaron a
la antiquísima locución latina “divide
y vencerás”.
Así, pues, a la coalición encabezada
por el PRI no solo le convino
que ambas fuerzas de oposición
compitieran con candidatos propios,
pues entre ambos se restaron votos
para imponerse al tricolor, sino que
además, sin el menor pudor por la
ética política, a través del PVEM,
uno de sus aliados, el Revolucionario
Institucional postuló a la alcaldía a
Anselmo Gómez Olmos, quien en el
proceso electoral ordinario de julio
de 2013 había contendido por ese
mismo cargo de elección popular
como candidato del PAN.
Ello motivó que el partido blanquiazul
promoviera ante el Tribunal
Electoral del estado el recurso de
apelación RAP/10/01/2014, en el cual
planteaba la inelegibilidad de Gómez
Olmos porque presuntamente su
candidatura por la coalición “Veracruz
para Adelante” violentaba lo
dispuesto por el artículo 94, párrafo
cuarto, del Código Electoral para el
Estado de Veracruz.
Sin embargo, en su sentencia, los
magistrados del TEEV mantuvieron
firme la candidatura del ahora
alcalde electo, pues además de argumentar
que cumplía cabalmente
con los requisitos constitucionales de
elegibilidad, su candidatura no contravenía
lo estipulado por el artículo
citado del Código Electoral, ya que
“para que se esté en el supuesto del
impedimento en cuestión, se requiere
que se trate del proceso electoral
en el que el aspirante a registrarse
por un partido, ya tenga la calidad de
candidato por otro, lo que no sucede
en la especie, debido a que estamos
en un proceso diferente, lo cual permite,
al no existir disposición expresa
que lo prohiba, participar con otro
partido.
Debido a que lo que se busca con
ese impedimento es dar certeza al
electorado al momento de emitir
su voto a fin de que esté en condiciones
de definir su sufragio a favor
del candidato del partido político
de su preferencia; evitando de esta
manera confusión en el electorado,
por el hecho de aparecer un mismo
candidato por distintos partidos
políticos, lo cual solo es permisible
cuando exista convenio de coalición”.
“(…) Por lo demás, cabe hacer
notar que el PAN, actualmente en el
municipio de Chumatlán, Veracruz,
postuló como su candidato a Dolores
Pérez Sotero, razón por la cual de ninguna
manera se actualiza la hipótesis
prevista por el artículo 94, párrafo
cuarto del código de la materia, al
quedar el ciudadano mencionado
(Anselmo Gómez), solo registrado
en el presente Proceso Electoral
Extraordinario, por la coalición
‘Veracruz para Adelante’”.
Obviamente la duda que queda
es si estos candidatos, que en menos
de un año brincaron de un partido
a otro solo para saciar sus apetitos
personales de poder, garantizarán
lealtad y buenos gobiernos municipales
apegados a los principios ideológicos
de los institutos políticos que
los postularon, los cuales ni han de
conocer.
Pero lo realmente inexplicable es
que el PVEM se haya puesto muy ducho
en Chumatlán para “piratearse”
al excandidato del PAN, mientras
que en Las Choapas, un municipio
de mayor importancia poblacional y
económica que el de la sierra totonaca,
haya dejado pasar los tiempos legales
para registrar al candidato que
representaría a la coalición “Veracruz
para Adelante”, lo que obviamente le
facilitó el triunfo al abanderado del
PRD, Marcos Estrada Montiel.

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