Por Silverio Quevedo
Columna: En la mira
Debacle ecológica en Veracruz
2014-05-26 | 08:03:37

Por décadas se ha considerado a Petróleos Mexicanos como la ente principal de la contaminación en el territorio veracruzano, lo cierto es que mientras Profepa, Sedesma y Semarnat se manejan con una sola dirección, pues es siempre noticia e impactante hablar de la paraestatal, el daño al medio ambiente y la degradación de lagunas y ríos estriba en otras grandes empresas de las que poco se hace mención pero es menester voltear a verlas.

Apenas la Universidad Autónoma Metropolitana emitió los resultados de un estudio que refleja este deslinde intencional o por omisión que realizan las autoridades ambientales de fábricas como la Nestlé, Coca Cola, Cervecería Moctezuma y otras más de importante actividad en la entidad, por citar ejemplos.

En palabras de Octavio Nateras Domínguez, investigador y rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, (UAM), en la economía mexicana el aporte que da la pequeña y mediana empresa es sustantivo respecto a la movilización económica de regiones y espacios. Mientras que a lo mejor la gran empresa sí tiene un resultado que no necesariamente se refleja en el país, porque corresponden a otros intereses.

Y es cierto pues son las pequeñas y medianas fuentes de empleo las que quizá por la cercanía con las instancias municipales, desde el punto de vista ecológico, son más fiscalizadas y hasta acosadas, que las grandes industrias a quienes nadie toca. Lo mismo sucede por parte de las dependencias estatales del ramo en la entidad.

Y mientras estas últimas son hasta “empresas familiares” que luchan por mantenerse y cumplir al pie de la letra con los sinnúmero de medidas y condiciones para seguir funcionando, “las grandes empresas han sido depredadoras del medio ambiente en términos generales y aunque hay una vocación en términos globales no se acaba de traducir”, dice el académico.

Por qué se debe asumir con tal relevancia estos comparativos, porque Veracruz tiene una inmensa gama de empresas, y cuyos manantiales son constantemente amenazados, corrompidos por desechos de todo tipo y hasta desaparecidos en sus casos.

Basta revisar las alarmantes cifras del INEGI, que registró en Veracruz un poco más de 364 mil empresas, de las cuales solo 133 tienen certificados vigentes de industrias limpias.

Apoyados con la misma Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el INEGI convalida que entre estas que no contaminan, o al menos las que se han sometido a auditorías ambientales, se puede citar el Acuario de Veracruz y los aeropuertos Heriberto Jara y el de Minatitlán.

También figura la CFE en todas las instalaciones que tiene en el estado, Pemex en los complejos de Cangrejera, Morelos, Pajaritos, éstos últimos con certificados que deberán renovar en el 2014.

Mientras que para los hospitales de Petróleos Mexicanos en Nanchital la vigencia vencerá este año; el Hospital General de Veracruz, también el de Pemex estará certificado hasta el 2014, y el de Minatitlán hasta 2015.

Otras de empresas destacadas son la productora de carne de cerdo, Granjas Carroll de México e Industria Química del Istmo.

Aquí salta un ejemplo de lo dicho en este espacio, tienen detectados por ejemplo, que los que se ajustan son de los 23 ingenios en el estado solo San Nicolás y Ecoltec ubicado en Orizaba. Y es donde hay que preguntarse por qué no se procede con el resto, normalmente instalados junto a ríos y afluentes que les doten de agua para el procesamiento de la caña de azúcar y que son depredadores ambientales crónicamente.

En Veracruz como en México se dista mucho de los acuerdos que en algunos países existen en términos de la producción empresarial o industrial que son clave en la producción de ozono; el Rector de la UAM expresa que “al final de cuentas no tenemos resultados y sigue privando el sentido de la ganancia, en términos de que eso es lo que orienta y no la preservación”.

Hay que voltear a ver lo que pasa con estas empresas que no cumplen las medidas pues es triste ver en los paisajes del enriquecido Veracruz arroyos y ríos secos, deforestación incontrolable y otros tantos daños más.

Es menester que las dependencias del área, Sedesma y Profepa, estatales, dejen de buscar otro tipo de intereses y se aboquen a lo que fueron creadas. Habría que revisar el funcionamiento de sus titulares para saber si solo buscan saciar su beneficio personal o el de los veracruzanos.

Y una cruzada estatal que permita incentivar entre los empresarios veracruzanos mostrarse más preocupados por el desarrollo de Veracruz y el país, que envolverse en términos de la globalización sin recuperar el rumbo, particularmente el de la preservación ambiental.

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