Escuelas libres de acoso escolar en las escuelas, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto, en su gira por Tamaulipas, al abundar sobre el caso del niño Héctor Alejandro, que recientemente murió como consecuencia del “bulling” en Ciudad Victoria.

El presidente Peña, dijo que giró instrucciones al secretario de educación pública, Emilio Chuayfett, para que se tomen medidas para erradicar esas prácticas violentas en todas las escuelas del país.

"Estaban jugando señora", dice Ricardo Homs, en su análisis de el Universal En esta respuesta dada por las autoridades de la Secundaria General Número 7 de Ciudad Victoria, Tamaulipas, a la madre del menor Héctor Alejandro Méndez Ramírez, de 12 años de edad y alumno de esa escuela cuando reclamó la muerte de su hijo a causa de bullying infringido por sus compañeros, se encierra una gran parte de la problemática de este fenómeno que alarmantemente va en aumento.

Este menor falleció en el Hospital Infantil de Ciudad Victoria, a causa de un traumatismo craneoencefálico que sufrió cuando sus compañeros lo estrellaron contra una pared. No es un caso aislado, pues la Procuraduría General de Justicia en Veracruz informó recientemente que un menor de 12 años provocó la muerte de su hermano, -de 10 años-, durante una pelea derivada de que el mayor le hacía bullying al menor y por YouTube vimos el caso de una menor de edad de Zacatecas acosada y golpeada por otras jovencitas, -e incluso se escucha la voz de un hombre-, para obligarla de forma violenta a dar una disculpa pública.

La Encuesta de Exclusión, Intolerancia y Violencia en la Educación Media Superior 2013 describe que 36.8 por ciento de estudiantes de bachillerato ha recibido insultos, 19.8 ha sido rechazado y 8.9 ha recibido golpes y al 10.6% le han robado sus pertenencias.

¿Será que antes no sucedía esto? La realidad es que conflictos escolares siempre ha habido porque la agresividad es parte de la naturaleza humana, seguramente como modo de protección ante el peligro. Sin embargo, la mayor parte de las personas la puede controlar.

La diferencia entre la violencia que se originaba muchos años atrás en el ámbito escolar y este fenómeno alarmante al que hoy denominamos bullying, es el contexto. Primeramente, la sociedad no era violenta y uno de los valores de la sociedad mexicana más característicos de su identidad era su diplomacia para dirimir conflictos.

El sadismo violento de hoy día no formaba parte de la cultura mexicana.

En contraste, hoy la tolerancia a la violencia es tan alta, que nada nos sorprende. Que las autoridades de la Secundaria General Número 7, de Ciudad Victoria hubiesen interpretado esta agresión entre compañeros de clase como juego, nos indica que han perdido la dimensión de lo que es violencia. La realidad cotidiana de Tamaulipas debe estar influyendo en esta percepción.
Sin embargo, la diferencia abismal entre las dos épocas está en el ámbito escolar, primeramente en la pérdida de autoridad. Antiguamente el maestro era respetado, tenía autoridad, tanto moral como de facto para castigar a un alumno que se comportase de forma indebida. Esta autoridad frenaba la violencia desmedida, sin que podamos negar que durante el recreo, -en el patio de la escuela-, o a la salida de las instalaciones escolares, se pudiesen dirimir a golpes conflictos entre compañeros, que no pasaban de fuertes moretones y quizá la nariz rota.

La autoridad de maestros y directivos era incuestionable y ello permitía controlar en las instalaciones escolares el desorden.

La autoridad y sus métodos correctivos que podían llegar a castigos corporales eran aceptados tanto por los padres, como por las autoridades civiles.

En contraste, hoy el maestro carece de autoridad pues puede ser acusado por un alumno de agresión si intenta imponer un castigo y con el apoyo de sus padres hacer llegar este asunto al ámbito penal.

Si en la escuela no hay autoridad, hay un terreno propicio para el bullying.
Este problema es reflejo de una carencia de autoridad que se ha extendido a toda la sociedad, porque las instituciones gubernamentales hoy no se guían por un principio de equidad y justicia, -que es el sustento de la auténtica autoridad-, sino por la negociación, que además da cabida a la corrupción.

Restituir el concepto de autoridad en la sociedad es un reto muy complejo y no viable a corto plazo, pero hacerlo en el ámbito escolar es urgente.

Dar autoridad al maestro es fundamental, pero también fincarle responsabilidad de lo que suceda en su entorno escolar, para que ellos y las autoridades escolares ya no sean como han sido hasta hoy, simples espectadores de algo parecido al circo romano”.

El rector de la UNAM, doctor José Narro Robles, dijo que el bulling, es consecuencia de la pobreza, la falta de educación y la ausencia de valores en la familia.

Veracruz es una tierra que se ganó la confianza de los inversionistas porque brinda grandes oportunidades para todos, y con la llegada de Grupo Decasa suman ya 631 nuevas empresas del programa Mil Grandes Empresas, afirmó el gobernador Javier Duarte de Ochoa al destacar que a la fecha existe una inversión acumulada de 86 mil millones de pesos y se han logrado generar 49 mil 643 empleos directos.

El jueves durante la colocación de la primera piedra del que será el Centro de Eficiencia Logística Veracruz del Grupo Desarrollo Comercial Abarrotero (Decasa), Duarte, expresó que la entidad ahora cuenta con la inversión directa más grande de su historia, en tan sólo tres años, “resultado de una atmósfera de certeza y seguridad jurídica para quienes deciden poner su confianza en un estado en crecimiento”. Así las cosas.