Los que tienen y no tienen futuro, porque se acaba el tiempo al reloj biológico, pero los que si pueden juzgar con la fortaleza del voto a quienes desde el poder público, piensan que son la panacea a las graves y grandes problemáticas de este país y que ahora dicen que se acabaron los mitos, eso está por verse.

No hay palabras de aliento para la gente, los políticos sólo acuden a la metáfora y a la agresión verbal, al discurso cifrado y a las frases que simplemente no dicen nada, se trata de que no hay tema y nunca se quieren reconocer errores o realidades.

Pero la frase aquella de que el futuro ya no es el mismo, o simplemente los tiempos cambian, aunque la realidad es que en los políticos no existe memoria y además nunca el compromiso de apoyar a las grandes mayorías pobres del país, por las alianzas con los pocos que son los que detentan la riqueza.

En el PRI, el triunfalismo a todo un año de errores y de acciones precipitadas, que dejaron severos estragos y daños a la economía de la gente, empresas y a quienes con un esfuerzo diario sacan agua a las piedras y no del erario. Esta es la diferencia, de lo que no pueden ver muchos políticos cuando se dice que no hay fallas y simplemente la vida es bella, pero para unos cuantos.

Las famosas reformas estructurales han costado mucho al país y ninguno de los políticos reconoce que este proceso de transformación afectó seriamente a la economía nacional.

Desde las esferas gubernamentales y de las cúpulas del poder en el país, no hay la mínima solidaridad con las grandes masas y no tienen la capacidad para medir el peligro, cuando se autoriza un aumento a los salarios mínimos irrisorio y de burla para los pobres, con lo que no se compra nada, ni aire.

Aquí siguen fallando los asesores presidenciales de Peña Nieto, cuando aunque sean cinco pesos diarios, al mes les pudo significar a los que menos tienen 30 pesos en promedio, con lo que tampoco se pueden comprar un medicamente ni de similares en la farmacia más barata. La gente dice con un poco más de dos pesos que fue el aumento no se compra nada,

Las cuentas ya no se tienen que hacer y simplemente a comer menos y tratar de llevarla como dicen por estos lares: Si Dios quiere. Lo que indica que la fe de la gente es inquebrantable y ante la pobreza la gente, la mayoría de este país sigue adelante apegado a sus elevados principios cristianos y guadalupanos para que se haga un milagro.

También es cierto, entre los tres niveles de gobierno y de cualquier partido político hay un cáncer y una contaminación general, hacia la simulación y pretender no hacer bien las cosas a costa lo que sea y de esa forma el presupuesto se convierte en un arma de negociación.

Pero también hay que decirlo, en la partidocracia de este país, todos los partidos están enfermos y contaminados de pretender lograr mayor poder económico, con los privilegios y los acuerdos que conducen a obtener mejores niveles de vida para sus familias y allegados.

Así ha sido el sistema tradicional ya desde la revolución y que se pretendió darle un cambio con la derrota del porfiriato, pero las estructuras agonizan y se están yendo como la canción que le gusta a Javier Duarte, como agua entre tus dedos.

Se trata de que los niveles de gobierno deben aplicarse para seguir avanzando y tratar de que todos los servicios y trámites tengan una base de calidad y que las normas elementales en el control de calidad y el control de calidad total se den como una acción de darle salida a los compromisos con la gente.

Ya quedó en el pasado aquella trillada frase de que no les des ni les regales nada, mejor enséñales a pescar, pero ni eso en una sociedad en donde los poderes públicos se someten al capricho de los ricos, a los que por temor no los pueden obligar cuando menos a que cumplan con las obligaciones de ley y a pagar salarios decorosos.

En los hogares de las familias pobres se recibe a la navidad en penumbras, sin una cena ostentosa en la mesa, sin los grandes vinos y la gran fiesta, al contrario en silencio y con respeto esperan está noche con mucha fe y el anhelo de que Jesús de Nazaret renace en sus corazón para compartir lo poco con los muchos y de brindarse en amistad sincera con base plena y autentica en la filosofía cristiana que es lo que les da fuerza y esperanza.

También es cierto, Peña Nieto, no quiere a Veracruz, ni a los veracruzanos. Y si ya antes pasó lo mismo con Fox y Calderón, ahora esto ya no es nuevo. De todos modos feliz navidad a propios y extraños. Después del frio económico ahora además el frio invernal. Así las cosas.