Sigue el desconsuelo nacional por la ausencia de compromiso con los pobres de este país al registrarse un aumento irrisorio en los salarios mínimos, lo que la gente por supuesto de las grandes mayorías, lo primero que dice es no vamos a volver a votar por el PRI.

Así con estos escenarios y con la falta de una total sensibilidad con los que menos tienen se empiezan a dar los pronunciamientos de descontento de la masa poblacional que además se inquieta con lo que serán los nuevos formatos en materia de impuestos a partir de enero en los pequeños contribuyentes, muchos al borde de la quiebra se debaten en una encrucijada de cerrar o adaptarse a las nuevas condiciones hacendarias.

Aquí se da una total falta de información hacia los causantes y por lo mismo la desesperación de no saber cómo acceder a los nuevos requerimientos de cómo hacerle para entrarle al tema de la facturación electrónica, cuando ni computadora tienen.

Así las cosas, la situación de la culminación de un año difícil que termina y en donde ante las protestas de maestros en varios meses se complicó a la economía nacional, junto con los fenómenos climatológicos, que llevaron al país, prácticamente a la ruina, aunado a que muchos gobernantes no se fijan y no dan cuenta de los problemas de las grandes mayorías de este país por la pobreza, a los que muchos sólo les queda emigrar en la búsqueda de una solución en otras tierras lejanas y desconocidas a las que llegan para adaptarse haciendo valido aquel principio de Charles Darwin en su teoría de la evolución de la especies de adaptarse o morir.

Porque la situación en la forma de gobernar a través de los sistemas neoliberales o socialistas es lo mismo, en donde en igual forma se explotan y se lastiman a las masas, además de que se trastocan los derechos humanos y el estado de derecho se convierte en algo inoperante ante la impunidad como en México y muchos países, llega a casi el cien por ciento, ante la crítica situación de que no hay forma de hacer valer el régimen jurídico.

Por eso extraña el premio que en materia de derechos humanos la ONU, le dio a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde hay un reconocimiento a pesar de que la mayoría de las instancias no funcionan y o pueden o no quieren operar acorde al marco del derecho, pero al fin, si esa es la visión de afuera, cuál será la de adentro para los propios mexicanos.

En Veracruz, las oportunidades para Carlos Slim, para invertir, cuando hay muchas quejas de que por años se ha negado a pagar el impuesto predial y el dos por ciento a la nómina de sus empresas asentadas en territorio veracruzano. Ahora asociado con el ex gobernador Miguel Alemán Velasco, hay que celebrarles sus inversiones cuando operan en la impunidad en el tema del asunto del pago de los impuestos.

La gente no está conforme y no hay forma de que la economía en estos lares se reactive, cuando de parte de las entidades de gobierno se percibe cierta inactividad que propicia severos efectos en el beneficio hacia la población.

También en la población se dan cuenta, que el presidente Enrique Peña Nieto, no quiere a Veracruz ni a sus políticos y por eso el frio que ya cala, mientras en las esferas gubernamentales no estimulan el progreso y el movimiento económico. En pocas palabras mucha gente se queja ahora de la situación económica de lo que antes era una queja generalizada por la inseguridad.

La gente no quiere saber de muchos políticos que siempre se la han pasado en sus oficinas porque no quieren que los vean y no les pidan favores. Así continuara el esquema de propios y extraños de todos los partidos políticos, en donde la llegada a los ayuntamientos a partir del primer minuto de enero del 2014, genera el arranque lento y hasta por allá del cuarto o quinto mes se empezarán los programas de obras.

Las quejas también van más allá, con los programas sociales a la población de escasos recursos que cuando menos les da para medio comer y para adquirir algunos medicamentos.

Adiós al 2013, que hay quienes dicen ha sido el peor año en toda la historia de este país, reflejo del mal trabajo de los políticos y gobernantes, a los que se incluye a los legisladores que no pasan ninguna prueba en una ausencia de falta de defensa del pueblo.

Con el porcentaje del tres por ciento a los salarios mínimos, dice mucha gente que no se puede comprar ni un chicle, incluso ni una tortilla, menos subir al autobús de transporte pública, en pocas palabras, simplemente le dicen gracias a Peña Nieto y el recordatorio del diez de mayo para el secretario del trabajo, Alfonso Navarrete Prida, de que no sirve para nada y menos para defender al pueblo, cuando lo único es que defienden los intereses de los grandes consorcios, nadie sabe porque, pero siempre ha sido lo mismo. Y ahora quién podrá defendernos. Dicen que la única esperanza es Morena. Al tiempo. Así las cosas.