Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
2011-05-22 | 22:05:18
Un llamado a construir la paz

Después de los hechos registrados el viernes, el domingo la gente salió a las iglesias de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río. También en hogares y negocios se escucho por la radio el mensaje dominical del padre Víctor Díaz Mendoza, párroco de la catedral y titular del ministerio de comunicación de la diócesis de Veracruz que encabeza monseñor Luís Felipe Gallardo Martín del Campo, quién dice que Los cristianos se refugian en Dios y en la oración, siempre y se conducen con apego al evangelio.

Obispos mensaje

Pero como parte del interés por erradicar la violencia que últimamente aqueja al país, en particular la frontera norte y diversos estados, los obispos de México, redactaron un documento en donde exhortan a la feligresía orar para que regrese la tranquilidad a las familias.
Bajo el título "Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga Vida Digna", los Obispos en el seno de la Conferencia del Episcopado Mexicano, publicaron, recientemente, una Exhortación Pastoral con motivo de la inseguridad y de la violencia que vive el país.
Los miembros del Episcopado Mexicano comparten su reflexión sobre el papel que juega la Iglesia en la realidad de la violencia por la que atraviesa México y cuál es su misión dentro de la construcción de la paz, para que el pueblo tenga una vida digna. "Con esta Exhortación Pastoral queremos compartir nuestro discernimiento sobre la misión de la Iglesia en la realidad de inseguridad y violencia que se vive en nuestro país y alentar la esperanza de quienes, por esta razón, viven con miedo, con dolor e incertidumbre", señalaron los Obispos al iniciar su documento.
Más adelante, agregaron que la Iglesia cumple su misión "siguiendo los pasos de Jesús y haciendo suyas sus actitudes", y que de él aprenden la lección de anunciar el Evangelio de la paz "con la confianza puesta en la fuerza transformadora del Amor".
Acercarse a la realidad "con ojos y corazón de pastores"
Manifiestan que se acercan a la realidad de los mexicanos "con ojos y corazón de pastores", para acompañar en el camino a los hombres y mujeres de este tiempo, compartiendo "sus esperanzas, sus logros y frustraciones", no como expertos, ni científicos o técnicos, sino más bien "como intérpretes y confidentes de los anhelos de muchas personas, especialmente de las más pobres y de las que sufren por causa de la violencia".
Los Obispos, también, recordaron que la situación de inseguridad acontece dentro de un pueblo que es "profundamente religioso", el cual no deja de tener sus manifestaciones, "auténticas o no", de su vinculación con la Iglesia católica, principalmente por el sacramento del Bautismo y de la Eucaristía.
Igualmente, señalaron que, en la actualidad, hay una creciente superficialidad en la experiencia de fe del pueblo mexicano, y que, ese ambiente de violencia lo que denota es "una pérdida del sentido de Dios, que lleva al desprecio de la vida del hombre", y genera, "un ambiente que influye negativamente en la formación de la conciencia y de los valores".
Al respecto, los miembros del Episcopado de México, dijeron que este debilitamiento del sentido de Dios, de la vida comunitaria y de un compromiso ciudadano es, citando parte del Documento Conclusivo de Aparecida, "un desafío que cuestiona a fondo la manera cómo estamos educando en la fe y cómo estamos alimentando la vivencia cristiana".
Señalaron, que ese desafío quieren asumirlo con creatividad y decisión "impulsando los procesos de transmisión de la fe, de manera que lleven al encuentro con Jesucristo, inviten a su seguimiento, inicien y fortalezcan la vida comunitaria, el compromiso social y misionero".
La situación de violencia exige una respuesta inaplazable de la misión evangelizadora
Sobre el problema de violencia e inseguridad que vive el país, los obispos mexicanos expresaron que es importante dar "una respuesta urgente e inaplazable de la misión evangelizadora de la Iglesia", puesto que todas las manifestaciones de la violencia "son diametralmente opuestas a la propuesta de Vida Nueva que nos hace el Señor Jesús".
"Lo que podemos ofrecer en esta situación, al servicio de la nación, es lo que la Iglesia tiene como propio: una visión global del hombre y de la humanidad", agregaron, citando parte de la Encíclica "Populorum Progressio" de Pablo VI.
También, señalaron que ellos, como discípulos misioneros de Jesucristo, están convencidos que en Jesús el pueblo mexicano tendrá vida. "Los cristianos somos hombres y mujeres de esperanza, creemos que esta situación puede transformarse desde la misión de la Iglesia", aseguraron.
Los miembros del Episcopado de México, igualmente, expresaron que para superar la violencia será necesario el "uso de herramientas que se consiguen con la educación y que capacitan para hablar un lenguaje de paz". De acuerdo con los mismos obispos, estas herramientas son: el testimonio, la fuerza moral, la razón y la palabra.
"Si queremos responder al mal con la fuerza del bien, tenemos que educarnos para la paz; esto significa sacar desde dentro, desde lo más íntimo, desde nuestra mente y desde nuestro corazón, pensamientos y sentimientos de paz que se expresen a través de un lenguaje y gestos de paz", agregaron.
Al concluir el Documento, los Obispos hicieron un llamado a los gobernantes a que ofrezcan condiciones de seguridad ciudadana, puesto que la violencia "no es sólo un problema de seguridad", sino que exige medidas preventivas y políticas públicas, las cuales deben inhibir los factores que contribuyen a la inseguridad y a la violencia en todos los ámbitos de la vida nacional. También, invitaron a los miembros de las Fuerzas Armadas a "ser fieles a su misión de defender a los débiles", y a los ciudadanos mexicanos a "constituirse en una sociedad civil responsable".
La intención de este trabajo es con el único fin de que regrese la paz y tranquilidad a la nación por lo que inicia su mensaje con la siguiente oración: Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz. Mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernen. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén.

En este documento se analiza toda la realidad, la situación de violencia y se miran los factores que la provocan por lo que es necesario como iglesia realizar una acción evangelizadora con ardor y entusiasmo que llegue a los más alejados.

Iluminan el documento con la palabra que dice que la violencia no entra en el proyecto de Dios aun y cuando haya quienes insisten en provocarla sin importar los argumentos.

“La paz es un don y eso es lo que estamos proponiendo los obispos de México en la tercera parte de este escrito, por eso la invitación a nuestra comunidad a ser constructores de la paz, la identidad y la misión de cada fiel y de la iglesia entera deben ser clarificadas, reformadas y reformuladas ante la situación general que vivimos”.

Como medida de seguridad han recomendado a los sacerdotes utilizar su vestimenta que los identifica como tal en las calles Los obispos insisten en que la única solución para la paz es mediante la oración.

Buena medida

El director del Centro Municipalista para el Desarrollo (CMD), Rubén Ricaño Escobar, se manifestó a favor de la propuesta del Gobernador Javier Duarte de Ochoa de ampliar a cuatro años los periodos de los ayuntamientos.

Ricaño Escobar sostuvo que con cuatro años, se tendrán municipios fuertes y con planeación a largo plazo que alentarán al buen gobierno y a los buenos resultados.

Además, señaló, con la ampliación del periodo de ejercicio constitucional se abona en el fortalecimiento de la autonomía municipal que consagra el artículo 155 de la Constitución Política Federal.

En ese sentido, se acata la representatividad que en México constituye una vocación democrática, y aquí, con esta vocación democrática es el único país de Latinoamérica que no tiene periodo de cuatro años, como sucede en Brasil, Chile y Colombia, por mencionar algunos. Así las cosas.

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