Mario Vargas llosa, un hombre universal como escritor ensayista peruano, fue premiado esta semana con el Nobel de literatura 2010. Es una noticia que hay que celebrar por su amplia aportación al mundo de las letras y una postura significativa como ensayista en el terreno de la dignidad y el no sometimiento a las dictaduras. El galardonado es además uno de los más fervientes promotores de la obra de Jorge Luís Borges, un personaje en el que se ha inspirado, así como muchos otros de la talla de Mario Benedetti y Gabriel García Márquez, amigos y contemporáneos.
Vargas Llosa, recibe la noticia en Nueva York, precisamente cuando se encontraba dando un curso en reconocida Universidad sobre la vida y obra de Borges.
Sus primeras impresiones a la prensa, dan cuenta de Vargas Llosa, como un personaje de mucho temple y reconoció que no esperaba ese premio, al que parecía había perdido la esperanza de obtenerlo desde hace varios, hasta pensó que la llamada mañanera era una broma.
A sus 74 años, se Vargas Llosa, se le ve alegre, dinámico y muy concentrado en su trabajo literario. Con doble nacionalidad, la de origen peruana y la española adoptada, reconoció el gran cariño por su país al que le dedica el anhelado premio Nobel de Literatura. Su participación como candidato a la presidencia del Perú y su derrota frente a Fujimori, no fue un obstáculo para continuar con su basta obra de consumado literato y ensayista entre los más grandes del orbe.

Exposición en el Palacio Legislativo
Ficciones, esculturas de Rolando Aguila, se exhiben en el Palacio legislativo veracruzano.
Se trata de esculturas que reflejan dimensiones de ensueño, mundos fantásticos, escenarios góticos y post-apocalípticos, con personajes y criaturas del imaginario que van desde hadas, ángeles, sirenas, unicornios y hasta guerreras, dragones y gárgolas, tales son las características de la exposición.
En la muestra, inaugurada por el subdirector de Asuntos Jurídicos, Miguel Ángel Cruz, a nombre del diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz, profesor Fernando González Arroyo, confluyen también la muerte, la naturaleza y el erotismo, siempre con un halo fantástico.
Figuras imaginativas construidas con base en metal galvanizado y resina, pintadas en  acrílico y barniz, que dan sentido a la realidad ficticia de la obra de Rolando Aguilar.
En la inauguración de la exposición “Ficciones” estuvieron presentes Luis Zúñiga, representante del alcalde de Xalapa, David Velasco Chedraui, y público en general.
Las creaciones de Rolando Aguilar podrán apreciarse en las instalaciones del Palacio Legislativo todo el mes de octubre. La entrada es libre.
Las Mujeres del Alba
Presentan el libro póstumo de Carlos Montemayor, “Las mujeres del alba”, el que consideró sería su mejor novela y “creo que tenía razón”, dijo su esposa Susana de la Garza
Las mujeres del alba, novela póstuma de escritor, poeta, investigador, tenor y defensor de los derechos, las lenguas y las tradiciones de los pueblos indígenas de México, Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 13 de junio de 1947- México, D.F., 28 de febrero de 2010) fue presentada la en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
“Para Carlos, Las mujeres del Alba es su mejor novela y creo que tenía razón”, dijo su esposa Susana de la Garza, durante la presentación de la obra, en la que también participaron el investigador y profesor Jesús Anaya Rosique, y Jesús Vargas, investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Según se menciona en el libro, Montemayor narra desde un ángulo inesperado un momento crucial en la historia reciente de México: el asalto guerrillero al cuartel Madera, (en Chihuahua), el 23 de septiembre de 1965.
Las mujeres del alba, a partir del asalto al cuartel Madera, trata dos temas de fondo. Por un lado el inicio de los movimientos armados en el México moderno; en ella está plasmado todo el pensamiento de aquellos jóvenes que combatieron y murieron por sus convicciones.
El segundo consiste en hacer protagonistas de la historia a las mujeres que al lado de sus padres, hijos, esposos, hermanos y amigos lucharon por cambiar su país, pero lo hicieron de un modo muy distinto: desde el lugar entrañable que otorga el amor por una causa, pero sobre todo el que se confiere a las personas amadas que ofrendan su vida para defender grandes causas.
El también editor y traductor, Anaya Rosique, expuso el contexto histórico del movimiento guerrillero en México y las obras de Montemayor sobre este tema.
Señaló que Montemayor, empeñó su última fuerza vital en Las mujeres del Alba ya que la versión definitiva del libro la entregó el 11 de enero de este año y falleció seis semanas después, el 28 de febrero.
Rosique destacó, que las novelas intermedias de Montemayor lo encaminaron a preparar sus grandes obras. “Cómo voy a contradecir a Carlos en lo que le dijo a Susana, a mí me parece que Guerra en el Paraíso sigue siendo una enorme novela, insuperable, pero esto Las mujeres del Alba es oro molido”.
Por su parte, el investigador Jesús Vargas, hizo un recuento histórico de los problemas en Chihuahua por la tenencia de la tierra y cómo éstos desembocaron en los hechos que se suscitaron en la región de Madera. Refirió también que Montemayor le solicitó hacer un epílogo de Mujeres del Alba.
“Siempre pensé que lo que tenía que escribir era algo que dejara conectado al lector con la historia y con el autor, que no podía ser de otra manera. Aquí no importaba lo que yo pensara sobre la novela sino que yo tenía que darle al lector continuidad a su emoción después de conocer la historia”, indicó Vargas.
Susana de la Garza, narró su testimonio del proceso de escritura de Las mujeres del Alba. “A pesar de que la sensibilidad y la capacidad de observación lo caracterizaban -a Carlos Montemayor- le preocupaba no ser suficientemente capaz para poder transmitir el sentir, la emoción, el miedo, el dolor, la tristeza, el amor, de todas y cada unas de estas mujeres, que aunque diferentes entre sí, tenían algo en común, conciencia social, valentía, dignidad y solidaridad para con sus hombres. Si bien es cierto, las entrevistó, pero el poder expresar los sentimientos desde la perspectiva de las mujeres no fue nada fácil para Carlos.
“Se esmeraba en utilizar el lenguaje correcto, que convenciera. Cada vez que me daba a leer el avance de la novela, inquieto, con sus enormes ojos me observaba, siempre atento a cualquier gesto, a cualquier comentario. Cuando se daba cuenta que había terminado inmediatamente venían las preguntas. ¿Qué te pareció? ¿Suena real? ¿Les gustará a las mujeres del Alba? ¿Qué opinarán los demás lectores? “Estas preguntas eran recurrentes.
Carlos Montemayor escribió, entre otras obras, Las armas del alba, Guerra en el Paraíso, Los informes secretos, La Fuga y diversos volúmenes de relatos.
Entre sus trabajos de poesía destacan Abril y otras estaciones, Finisterra y Los Poemas de Tsin Pau. Publicó obra ensayística como La Violencia de Estado en México, Antes y después de 1968 (Debate 2010), La guerrilla recurrente, entre otras.
Se le concedieron varias distinciones entre las que destacan el Premio Internacional Juan Rulfo de Radio Francia Internacional por su cuento Operativo en el trópico, el Premio Giuseppe Acerbi en Castel Goffredo, por la versión italiana de su novela Los informes secretos. Así las cosas.