Matar periodistas en México es fácil, la impunidad así lo muestra, el 99 por ciento de los homicidios de éstos no han sido resueltos. Matan y se van. El tema se vuelve moda por un tiempo, todos hablan de ella o el, de su forma de vida e incluso, son los mismos periodistas que en sus investigaciones arrojan más investigaciones que las autoridades encargadas de investigar.

La impunidad hace más daño que el propio delito, porque quien quiere matar a un periodista sabe que hacerlo no tendrá consecuencia alguna, pues el tema no se investigará y así con gran facilidad eliminará a un “enemigo”, un periodista incómodo que con sus publicaciones irritaba. Matar e irse y así la vida corre en nuestro país.

¡Claro que da miedo ejercer el periodismo! Por eso muchos han decidido hacer de lado el periodismo de investigación, la crítica y entonces se limitan a recabar declaraciones de las autoridades y transmitirlas. Así se mata ésta profesión, así te calla la libre expresión, así se siembra miedo y nada pasa y entre indignaciones y reclamos de justicia, los asesinatos contra periodistas no cesan.

El viernes asesinaron a otro periodista veracruzano y las primeras líneas de investigación no las arroja la Fiscalía General del Estado que preside Jorge Winckler, sino los propios medios de comunicación y autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes han revelado las publicaciones recientes de Jorge Celestino Ruiz Vázquez en contra de actos de corrupción y abuso de familiares cercanos del alcalde del municipio de Actopan, Veracruz.

El periodista había denunciado ante la Fiscalía del Estado ataques en su domicilio presuntamente ordenados por dicho alcalde, José Paulino Domínguez. Desde octubre de 2018 el comunicador había sido agredido, luego en noviembre y lamentablemente la tercera fue la vencida; una patrulla frecuentaba el domicilio, hacia rondines tras los constantes ataques, pero aquel día los asesinados esperaron que no hubiera testigos para atacar.

Desde 2018 la Fiscalía no investigó, a pesar de señalar al alcalde, nunca se le citó para que compareciera, no se recabaron pruebas de las agresiones anteriores, en resumen, no hicieron su trabajo; lo contrario tal vez hubiese inhibido el homicidio, pero al observar que las denuncias del comunicador no hacían eco alguno, que nadie le daba importancia, entonces fue fácil planear la ejecución.

La Fiscalía en manos de Jorge Winckler tiene al menos una línea de investigación muy clara, debe de agilizar las investigaciones, lo contrario solo refrendará que es urgente su salida, toda vez que, continuará fomentando la impunidad que tanto daño sigue haciendo a la entidad. Son muchas las voces que exigen la salida del abogado yunista, su inacción es notoria y este lamentable homicidio es una prueba de fuego.

El homicidio de Jorge Celestino Ruíz Vázquez, quien colaboraba para El Gráfico de Xalapa, se convierte en el número 14 en lo que va de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador; a la anterior cifra se suman otros 47 periodistas ejecutados en el sexenio de Enrique Peña Nieto; México se sigue colocando como uno de los países más peligroso de América Latina para ejercer ésta profesión.

¡Mientras tanto, para la familia de Celestino no es uno más, era el proveedor de su familia y le arrebataron la vida, otra familia más desmembrada por la corrupción y la impunidad!

¡Buen inicio de semana queridos lectores!

@magzamu