Si de veras el presidente López Obrador quiere barrer desde arriba, ninguno de los expresidentes se salva, excepto medio la libra,  Ernesto Zedillo,  pero desde  Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña no hay manera legal de evitar que no sean enjuiciados.

Historia que se repite en Veracruz con Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares. El papel preponderante en estos dos casos locales es el del auditor general del Orfis, Antonio Lorenzo Portilla, quien posee los elementos legales para que sean procesados por los millonarios desvíos de las cuentas públicas.

Hay oscuros intereses dentro del gobierno estatal de Morena para que sea sustituido y con ello se pierda el seguimiento de Portilla Vázquez de las últimas administraciones estatales, cuyos altos funcionarios expriistas y panistas, saben a la perfección como repartir el dinero para que los funcionarios morenistas congelen estas investigaciones. El reparto multimillonario ya se inició, y pronto empezarán a salir los nombres de quienes han sido maiceados,  donde no se descarta como eficaz intermediario el ex alcalde de Coatzacoalcos, Edel Álvarez Peña, presidente del Tribunal de Justicia del Estado y socio periodístico del exgobernante panista.

Estos documentos se encuentran en el escritorio del Consejero Jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra, quien posee la capacidad, responsabilidad política y tiene una idea clara de la grilla y el doble juego en contra del titular del Órgano de Fiscalización del Estado, Portilla Vázquez, para que sea relevado y tratar de tapar el desvío de los millonarios recursos públicos en los últimos dos años de la administración panista.

La agonía de un partido político

El surgimiento de nuevos institutos partidistas es la señal más clara que los mayoritarios, PAN, PRD y PRI ya no son ningún atractivo para la tradicional y acomodaticia clase política.

El PRI y el PRD se están muriendo. No logra juntar el tricolor ni siquiera una quinta parte del electorado mexicano. Es un partido que cada día pesa menos. Preocupante la pequeñez de su oferta política. Sus nuevos dirigentes nacionales que entrarán en función el próximo once de agosto tienen como única encomienda escribir su epitafio.

Alejandro Montano, Ivonne Ortega y la veracruzana Leticia Piñón coinciden en su repetitivo mensaje de volver a sus olvidadas bases. En el Estado de Veracruz, tanto los escasos perredistas como a los arrepentidos priistas les da pena afirmar que pertenecen a esos partidos.

Rompen lanzas contra Erick Cisneros

Ahora sí, ya no se miden los columnistas políticos en contra del gobierno morenista de Veracruz, hasta se uniforman estos periodistas,-- que dejaron de estar en la nómina del gobierno panista--, al abordar el mismo tema sobre las coordinadas manifestaciones que se registraron en la última visita del presidente López Obrador a la zona de Zongolica. Protestas de las que es ajeno el mandatario de México y que tienen otro destinatario.  Estos comunicadores veracruzanos coinciden en la responsabilidad del secretario de Gobierno, Erick Cisneros de su falta de conocimiento, experiencia y sobre todo de atención a esa sociedad molesta que aprovecha la presencia del presidente López Obrador por la falta de voluntad política del funcionario estatal encargado de la política interior.