Para una larga serie de una inverosímil y entretenida telenovela se podría realizar con las historias de intimidades que se cuentan sobre los últimos tres gobernadores de Veracruz.
Las más absurdas intrigas e indescriptibles chismes calientes de los singulares habitantes del Palacio de Gobierno y la Casa Veracruz. Si la residencia que construyera el gobernador Rafael Hernández Ochoa hablara, sería la introducción o prólogo de esta inconcebible historia cómica. No hay manera de empezarla a medida que la memoria de una conciencia diabólica tiene el grave defecto que suele tiranizar las conversaciones.
Trataremos de omitir los nombres, pero con los relatos se pueden conocer quienes fueron los autores y protagonistas.
En una ocasión, un gobernador veracruzano llamó a su subalterno y le preguntó quiero que me cotices cuánto cuesta un auto Peugeot. Cuando tengas el precio vienes por el dinero. Necesito 16 vehículos.
- ¿Hacemos la licitación?
- No es necesario, te entrego la lista a los que les vas a entregar, fue la respuesta.
La mayoría eran chicas y uno que otro travesti que le daba masaje.
En una ocasión, el secretario de Finanzas, Javier Duarte le confesó a otro compañero que llegó a ser su oficial mayor de la Secretaría de Educación le dijo: Yo quiero ser gobernador y Edgard Espinoso le respondió, yo quiero ser millonario y a los dos se les cumplieron sus deseos.
A petición de los secretarios de Estado quisieron tener una reunión con el gobernador, ya que tenían tiempo que no podían juntarse con el ejecutivo estatal para dar a conocer la situación de sus dependencias y la urgencia de resolver dichos problemas que se confrontaban… pasó el tiempo y se confirmó la cita con quien gobernaba… Karime Macías.
Desahogados los asuntos prioritarios, al poco tiempo después se presentó Duarte de Ochoa.
Un funcionario no aceptaba que sin concurso ni licitación alguna le presentaban elevadas facturas por artículos y servicios que triplicaban su valor en el mercado, por lo que se negó a seguirlas pagando. El proveedor molesto le argumentó por qué no lo consultas con el señor gobernador.
Al poco tiempo le llegó la orden de cubrir dichos elevados pagos, el suegro del gobernante, don Antonio Macías, le debía a dicha empresa varias decenas de millones de pesos y esa era la manera de cubrir dichos débitos.
Recuerda el mismo personaje que por obvias razones omitimos su nombre… la persona que se paseaba por las habitaciones de la casa Veracruz y salía inéditamente de las habitaciones a primeras horas del día era el exdiputado federal Tarek Abdala, en los tiempos que funcionaba el cosamaloapeño como secretario de Finanzas.
Lo peor que le puede ocurrir a un novelista de ficción es que cuando termina un capítulo, la máquina de escribir no aplaude.
La persona que manejaba los recursos del gobierno alemanista era el subsecretario Sergio Maya, quien tenía que entregarle una maleta a los funcionarios que llegaban con Fidel Herrera Beltrán.
La instrucción le fue dada: -- llegas a ese lugar y al más bruto que veas, a ese le das la maleta… el enviado llegó a la reunión y escuchó una voz atiplada que lo llamaba y ya no tuvo que preguntar.
Aseguran que la empresa Netflix quiere tener los derechos para realizar la serie y requiere la autorización del principal protagonista.
|
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto
Reservados todos los derechos 2018 |
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto
Reservados todos los derechos 2018 |