En la enorme disputa por el poder estatal de Veracruz, como el fiel de la balanza, a la expectativa, todos y confiados de que el voto de los electores vaya por el camino deseado y se continúe en las soluciones de graves y añejas problemáticas, sobre todo el de los jóvenes.

Está claro, que quienes dispusieron de los presupuestos en los dos últimos mandatos priistas, saben y reconocen el daño propiciado a toda la población en múltiples formas que ahora se trata de corregir para mantener el rumbo.

La dilapidación de los recursos públicos incuantificables en el duartismo y ahora se está encausando un mejor destino, que la gente sabe ha sido el camino correcto.

Claro está, en que la mezcla de PRI y Morena van de la mano y tratan de fortalecer una unión insospechada y que ahora se comienza ya a dudar de que se trata de lo mismo y todos metidos en una licuadora, que sigue tratando de reciclar a los priistas dentro del nuevo PRI, que dice se trata de AMLO y sus huestes.

Aquí, poco a poco y ya en la recta final, los propios ciudadanos comienzan a ponerse el overol para ubicar a todos aquellos que con agresiones tratan de imponer el rumbo y el destino de toda una nación y hasta de la propia entidad veracruzana, la más politizada del país.

A menos de diez días de la elección histórica del 1 de julio, parece que el país entra en una tensa calma, y se comienza a desdoblar el fiel de la balanza, el voto joven que ya comienza a entrar en acción, y despiertan para conducir el rumbo del país, por donde se considera debe ir el progreso y el desarrollo económico, sin tanto ofrecimiento o promesas de regalos de dinero a los jóvenes, personad de la tercera edad o los más de 13 mil pesos que dice AMLO, les toca a cada familia del presupuesto.

La juventud se comienza a desdoblar y como rigurosos que son al abrir los ojos se dan cuenta que el supuesto adalid de la justicia, va a poner a todo un país de cabeza.

Al rato nadie quiere más pobreza, escases de alimento en el mercado y mayor pérdida de respeto a los derechos humanos con el imperio mayor de la corrupción, la impunidad y la inseguridad.

La población se encuentra polarizada, y por eso el reto a diez días de la elección es de que los jóvenes se están preparando para votar por cualquiera menos por AMLO, porque sus tesis, proyectos y programas son falaces y sólo buscan llegar al poder para seguir en su ruta de enriquecimiento y sin trabajar. Ese esquema es al que está llamando y ahora en la nueva era del ciberespacio, los jóvenes éticos y reflexivos son los que ya no quieren más payasadas y personajes incómodos al frente de las instituciones nacionales, así como sucedió en Venezuela de Chávez y Maduro, que impusieron una dictadura y la gente sufre lo impensable, así las cosas.