Enquistado en el PRI en Boca del Rio, desde donde ha sido más hábil que muchos de los actores de ese partido que han buscado o logrado puestos de elección popular en esa trinchera, el actual candidato a diputado federal del PRI, Raúl Zarrabal Ferat es un verdadero ejemplo de la traición dentro del priismo.

Y es que cada elección se maneja de dos formas. O el partido le concede posiciones o la candidatura que quiere, o coquetea y se va con el mejor postor, en la mayoría de las veces para favorecer a Acción Nacional.

No es gratuito que dentro del PRI se le conozca como un desleal y traidor a la causa. Y solo cuando sabe que la tiene segura suma, según él, a su estructura vendiéndola más que cara. Por ejemplo, en la última alcaldía que el partido tricolor logró en Boca del Río encabezada por Salvador Manzur.

En esta elección su desempeño y actitudes lo vuelven a marcar. No ha hecho campaña desde hace más de dos meses cuando inició la misma, y su exposición ha sido solo en los debates organizados por las radiodifusoras locales. Además de las entrevistas que ha logrado “gratuitamente” por la disposición de los medios de comunicación de acuerdo a los lineamientos de apertura de espacios que ordena el Instituto Nacional Electoral.

Por otro lado, además de la nula jornada de proselitismo por tierra, no se ve un solo espectáculos en su distrito. Uno quizá por allá escondido, es decir está “jugando a perder”. Los cuadros locales y la contendiente del PRI en el distrito de Veracruz, Sheyla Flores, ni por accidente han tenido un encuentro con “zarrabalito” para trabajar juntos.

De esta forma, se cree, que si Zarrrabal no hace ni por su propia campaña menos va a pedir el voto a los electores para favorecer a su candidato a gobernador de la coalición PRI y Verde, José Francisco, Pepe, Yunes Zorrilla.

El PRI y su abanderado sin duda, se equivocaron piensan en los cuadros priistas que revisan qué está pasando, pues aún cuando saben que se encuentran en el auténtico corazón del bastión del partido albiazul y de los Yunes como es la conurbación, es muy sospechoso que una buena parte de la estructura natural, la de siempre, la que lucha en cada uno de los comicios codo a codo sin importar ser oposición, esta vez se esté desgranando.

A esa estructura, coincidentemente empieza a declinar del tricolor cuando se les ha visto con operadores del candidato boqueño y ex secretario de Comunicaciones del gobierno duartista. Lo que sin duda levanta fuertes sospechas de que se está jugando las contras. Una vez más.

Los señalamientos de que el abanderado del tricolor gestiona para el PAN no es nuevo. Hace varias elecciones que surgen estas versiones, sobre todo cuando se le pide que colabore en algunos otros proyectos políticos del mismo partido, y exige de entrada, beneficios para su persona. Al menos así ocurrió también con la candidatura a la alcaldía, del General Sergio Lara Montellano. “O hablan conmigo -sabedores de los términos financieros- o mi gente no mueve un dedo”

Una vez más, el hoy abanderado del PRI, que compite con la candidata del Verde, Luz del Carmen Baxzi; la del PAN-PRD-MC, Mariana Dunyasca; y Citlalli Navarro del Rosario, de MORENA, PT y PES, la más fuerte de las adversarias, no solo no abona al candidato a gobernador de su partido, sino que pone piedras en el camino a la hija del líder del partido Verde en Veracruz y dirigente de los trabajadores de la Limpia Pública, Nino Baxzi.

Zarrabal busca evitar su crecimiento y asimismo lo hace con la competencia local. Uno de los primeros logros fue que la aspirante a diputada local por ese distrito, Andrea Yunes, hija del senador Héctor Yunes, arranque su campaña en la sede de ese partido, sabiendo de antemano que la etiqueta del Revolucionario Institucional no le favorece mucho, por el contrario, le resta.

Yunes Zorrilla deberá evaluar la conducta de quien se cree el amo y señor del priismo boqueño, o lo que queda de éste, siendo que el resto de líderes de cuadros, como los famosos “Negritos” o el mismo ex alcalde Salvador Manzur se encuentran en el exilio político.