Antier el Colectivo de madres Veracruzanas que buscan a sus hijos desaparecidos “Solecito”, expresó con asombro, el contraste y la burla de la Fiscalía General del Estado, que no resuelve ni un caso de desaparición, pero en cuanto a los hechos donde perdió la vida el comunicador Gumaro -que dicen autoridades, no era periodista y además era delincuente- existió una celeridad avasallante; en un solo día realizaron análisis criminalistas, investigación de campo, exámenes periciales, forenses y demás acciones que se tardan con frecuencia semanas, meses o años.
“Más que increíble que la @FGE_Veracruz -q JAMÁS resuelve ningún caso de desaparición, en un solo día ya haya hecho análisis de criminalística, periciales, forenses, investigación de campo en el caso Gumaro Perez. ¿Nos creen TAN tontos?”, justamente ahí está el nivel de credibilidad de los veracruzanos hacia nuestras instituciones y es que, hoy, sí cualquiera de nosotros se da un espacio para constatarlo, observará que la Fiscalía esta casi vacía, la mayoría está de vacaciones, sumado a los constantes despidos, donde la principal queja al interior es, la escases de recurso humano frente a la exhiba demanda de trabajo.
Y así mientras un ciudadano común espera horas para ser atendido, éstos –ante el escandaló- dicen resolver un asunto, donde además pareciera existir ya una sentencia a modo de justificación ¡como siempre! y como en aquellos tiempos que tanto juzgaron, aquí todos los ejecutados son delincuentes. Constantemente me preguntan ¿no te da miedo escribir? La respuesta es inmediata “es lo que amo y trato de ser honesta, soy apasionada y recabo el sentir de los veracruzanos, no soy yo, somos muchos”. Como diría Tom Wolfe -periodista y escritor estadounidense- “las historias las hacemos gente como usted y yo y las contamos a gente como usted y como yo”.
Me enoja porque lo he vivido desde dentro y desde afuera y desde aquí –donde estoy ahora- indigna que eso que tanto criticó el gobierno en turno, eso que fue bandera propagandística para ganar la campaña, es precisamente eso que hoy hacen. Matan una y mil veces a las víctimas y los familiares de las víctimas, que además de un duelo severo, tienen que aguantarse la podredumbre de instituciones que acusan, señalan, desprestigian, criminalizan y así, ante el poder, no hay mucho que hacer ¡solo narrarlo!. ¡Ellos no los cuentan, y nosotros, se los contamos a ustedes!
Cambiado un poco de tema, a nivel estatal como nacional, la plenitud del poder no espera y como aquí si hay fecha de caducidad, apoderarse mientras se pueda es lo ideal para ellos; aquí en Veracruz ayer se aprobó –con la mayoría panista y los complacientes diputados priistas- el presupuesto de egresos 2018, donde se establece la cantidad de recursos que cada dependencia habrá de ejercer en la entidad y así en plena época electoral se aumentó estratosférica y “casualmente” el recurso que ejercerá SEDESOL, Veracruz, ahí donde emanan toda clase de programas “sociales” y apoyos como despensas y demás y allá en la Ciudad de México el Presidente de la República, Enrique Peña promulgó la reprobada Ley Interior “antes de que el poder se agote”.
En éste territorio veracruzano, de 211 por ciento es el aumento que ayer diputados autorizaron para la referida instancia utilizada usualmente con fines electorales por la cantidad de programas y apoyos que maneja para la sociedad civil más vulnerable; además se incumplió con la asignación presupuestal para la UV, Fiscalía y Poder Judicial de la entidad que recaería en una supuesta autonomía financiera. En cuanto a la Ley de Ingresos para 2018 prácticamente el Gobierno de Miguel Ángel YunesLinares “vivirá” de los recursos federales, pues de dineros estatales apenas y destinará 10 mil millones, que en total suman poco más de 113 mil millones de ingresos para el próximo año.
Amados lectores, nos leemos el martes 26 de diciembre; desde este espacio quiero enviarles un fraterno abrazo y desearles una Feliz Navidad y aunque los hechos y las noticias a veces desaniman, enojan y vulneran, sigamos aquí siendo actores de cambio, contando y compartiendo lo que sentimos y pensamos. Confiemos que vendrán tiempos mejores. Los quiero.