“La vecina del 14 ¿es pistolera?”. Esa insólita pregunta le hizo Pepito a su mamá. La señora, extrañada, respondió: “¿Por qué piensas que es pistolera?”. Explicó Pepito: “Es que cada vez que mi papá la ve le dice: ‘¡Cómo me gustaría echarme un tirito contigo, guapa!’”...
Don Poseidón y doña Holofernes recibieron en su casa al galancete que iba a pedir la mano de su hija. Eran muy jóvenes los novios, de modo que el genitor le dijo al pretendiente: “Creo que deberían ustedes esperar un poco”. Contestó el boquirrubio: “Ella ya está esperando”...
En la merienda de los jueves manifestó Casilda: “No cambiaría a mi marido por diez hombres”. Declaró a su vez Facilda: “Por mi parte yo no cambiaría a mis diez hombres por un marido”...
Doña Panoplia de Altopedo, dama de buena sociedad, visitó al señor y la señora Gules, que a más de tener mucho dinero eran coleccionistas de arte: en las paredes de su residencia colgaban cuadros de Manet, Renoir, Degas y otros grandes maestros de la pintura, sin exceptuar de esa grandeza a Toulouse-Lautrec. Doña Panoplia comentó: “Qué bonitos dibujos. ¿Quién es el artista en la familia?”...
Himenia Camafría y Solicia Sinpitier, maduras célibes, fueron al zoológico. El gorila echó mano a Solicia y la abrazó con selvática pasión. Días después Himenia le preguntó a su amiga cómo estaba después de la acometida del gorila. “Muy mal -suspiró Solicia, pesarosa-. No me llama; no me escribe; no contesta mis mensajes.”...
Don Chinguetas fue a hacerse un chequeo en el hospital. Ahí vio a una joven y bella doctora. El casquivano señor le dijo al tiempo que la recorría con mirada resbalosa: “Quisiera enfermarme, para que me atendiera usted”. Replicó ella: “Su enfermedad sería muy rara. Soy ginecóloga”...
Simpliciano, joven varón sin ciencia de la vida, les anunció feliz a sus papás que ya tenía novia, y que iba a casarse con ella. El señor y la señora se alegraron, pues últimamente veían a su hijo pálido y desmazalado, señal de que necesitaba una mujer.
“¿Quién es la afortunada?” -preguntó el papá. “Se llama Guangolina” -respondió con orgullo Simpliciano. Inquirió la madre: “Y ¿es buena contigo?”. “Muy buena -respondió el muchacho-. A todos les cobra 2 mil pesos, y a mí nada más mil”...
Sorprenden e inquietan a la vez algunos procederes de López Obrador. Mientras el PRI se dispone a destapar a su tapado, AMLO pretende tapar al destapado. O sea, intenta taparse él mismo, que tan destapado está ya desde hace mucho tiempo.
Su anuncio de que el candidato presidencial de Morena será elegido por encuesta es una chupaleta que ni el más necio de los necios chupará. Si tan mentiroso procedimiento llegara a realizarse sería una farsa para ocultar el hecho inocultable de que todo lo que a Morena atañe gira únicamente en torno del tabasqueño.
Así sucede siempre en las diversas formas que el caudillismo populista asume. ¿Quién más podría figurar en esa encuesta, aparte de López Obrador? Cada vez que don Porfirio presentaba su candidatura a la Presidencia se registraba igualmente como candidato un señor con pájaros en la cabeza que se llamaba don Nicolás Zúñiga y Miranda.
El tontiloco personaje, pintoresco por su traza y por su repetido empeño de competir con Díaz, era objeto de la risa general.
En el caso de Morena, si alguien se anotara para figurar en la fingida encuesta al lado de AMLO no merecería ni siquiera burla: sería objeto de desdén por prestarse a servir de partiquino en una farsa que a más de atraer críticas a López Obrador sería ominoso anuncio de los engañosos procedimientos que podría emplear si llegara al cargo que durante tantos años ha buscado. México está urgido de verdades. Una simulación más a nadie sirve. FIN.
mirador
armando fuentes aguirre
Variaciones opus 33 sobre el tema de Don Juan.
El joven aprendiz de seductor le preguntó al sevillano:
-¿En qué consiste el arte de la seducción?
Contestó Don Juan:
-No sé. Hazles esa pregunta a las mujeres que me sedujeron.
Quiso saber el joven:
-¿A cuántas amaste?
Replicó Don Juan:
-Dicen que a muchas. La verdad es que en todas vi a una sola mujer, y únicamente a ella le entregué mi amor. Todas las mujeres caben en una sola. Y en una sola mujer están todas las mujeres.
El muchacho se desconcertó:
-No entiendo.
Dijo don Juan:
-El amor no es para entenderse. Es para sentirse. Y la mujer no es para ser entendida. Es para ser amada.
¡Hasta mañana!...
manganitas
por afa
“...Aumenta el número de divorcios...”.
Eso es cosa de demonios.
Pero acerca de ese tema
digo que no habría problema
si no hubiera matrimonios.