Por Marco Antonio Medina Pérez
Columna: La escena veracruzana
La pobreza en Veracruz
2016-04-04 | 09:37:41
El informe de la CEPAL muestra un aumento en la desigualdad en México. En Veracruz tenemos un vergonzoso cuarto lugar en pobreza extrema. Nos enteramos por nuestro diario IMAGEN de VERACRUZ que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), asegura que el salario mínimo en México está por debajo de la media internacional, lo que incide en el carácter estructural de la pobreza en México. Esto es apoyado por la reciente presentación del Panorama Social de América Latina, 2015, por parte de Andrea Bárcena, secretaria general de la CEPAL, en donde se informa que en 11 países de la región, la pobreza y la indigencia bajaron, excepto en Costa Rica y en México. Pobreza y desigualdad son concomitantes a un sistema que promueve consciente y eficazmente la disminución o, cuando menos, el estancamiento de los salarios, los privilegios fiscales para los sectores más pudientes, la disminución del gasto social distributivo y el alejamiento progresivo del Estado de sus responsabilidades en materias de educación, salud, alimentación, vivienda y seguridad social. Una de las conclusiones del informe de la CEPAL establece que en época de crisis es necesario proteger el gasto social frente al escaso dinamismo de la economía; asimismo señala que es urgente transitar de la cultura del privilegio a la de la igualdad. Ni en México ni en Veracruz se atienden estas recomendaciones. En la escena veracruzana se puede observar el siguiente paisaje de la pobreza. De acuerdo a los datos de la CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social), basados en los datos del INEGI, con datos para 2014, 4 millones 634 mil veracruzanos son pobres, esto es, el 58 % de la población. En este caso, nuestro estado tiene el nada glorioso séptimo lugar a nivel nacional. La condición de pobreza la define la CONEVAL por la carencia de al menos uno de los siguientes seis indicadores: a) rezago educativo, b) acceso a servicios de salud, c) acceso a la seguridad social, d) calidad y espacios de la vivienda, e) servicios básicos en la vivienda y f) acceso a la alimentación. Además de estar en alguna de estas situaciones, la persona pobre lo es si su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias (vestido, transporte, recreación, entre otros). El lector preguntará: ¿y de cuánto estamos hablando? Para responder a esto debe
mos presentar dos casos: el hogar rural, en 2014, y según las estadísticas oficiales, era pobre si cada uno de sus miembros contaba con un ingreso menor a 1 mil 667 pesos. En el hogar urbano, la línea de pobreza está en 2 mil 617 pesos. Por ejemplo, una familia rural promedio de 4 miembros es pobre si no cuenta con vivienda adecuada y además tiene un ingreso familiar menor a 6 mil 668 pesos al mes. Y de 10 mil 468 pesos, si es una familia del medio urbano. Pero sabemos que la inflación camina a una velocidad espeluznante, por lo que esos mismos hogares, en este año serán más. Tan sólo en febrero de 2016, año y medio después de que se levantó la anterior encuesta, la línea de pobreza medida por el ingreso mensual ha subido, por hogar rural, a 7 mil 032 pesos. Y por familia urbana promedio ha crecido a 10 mil 868 pesos. En un caso la vara subió 5.4 por ciento y en el medio urbano 3.8 por ciento. Lo que habla de que la brecha campo-ciudad sigue creciendo en perjuicio del sector rural. Si la pobreza ya es un mal que genera angustia, inconformidad, incertidumbre, qué no sucederá con aquellas familias que, según las estadísticas gubernamentales, se encuentran en extrema pobreza, la que es definida cuando no sólo carecen de tres o más de los satisfactores básicos arriba señalados (educación, salud, seguridad social, vivienda adecuada con sus servicios y alimentación suficiente), sino que además no cuentan con el ingreso necesario para comprar la canasta alimentaria básica, que en 2014 costaba en el campo, 896 pesos, y en la ciudad 1 mil 273 pesos. Imaginemos el mismo caso de 4 miembros por familia, estamos hablando de un mínimo de 3 mil 584 pesos por familia rural y de 6,365 pesos por hogar citadino. En Veracruz, 1 millón 371 mil personas se encuentran en pobreza extrema. Y tenemos el vergonzoso 4º. lugar nacional por el porcentaje de pobres extremos (17.2%) respecto a la población total del estado, después de Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Considerando el escenario nacional, aportamos el 12 por ciento de pobres extremos en el país, ¡y sólo representamos 6.8 por ciento de la población nacional! Estas cifras son el resultado de muchos años de aplicar políticas que fomentan la desigualdad y desprotegen el gasto social y el empleo. Como para tenerlas presentes a la hora de votar. Los electores tienen la palabra.
marco.a.medinaperez@gmail.com
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