Entre los asesores
que tiene
el gobierno del
estado figura el
exgobernador
de Oaxaca, José
Nelson Murat
Casab de quien
aseguran en la
Secretaría de
Finanzas, que
al igual que Enrique
Jackson,
cobran mensualmente
un millón
de pesos.
Siguiendo el
tema de esta columna
del día de ayer sobre los juniors del poder,
ahora quiere poner a su hijo Alejandro Ismael
Murat Hinojosa como candidato a gobernador
del empobrecido estado de Oaxaca.
Las gubernaturas se convierten en patrimonios
familiares y ven las elecciones estatales como
simples relevos generacionales.
José Murat y Fidel Herrera llevan vidas paralelas,
los dos fueron de manera simultánea diputados
y senadores, así como ambos alcanzaron las
gubernaturas de sus entidades. Se les recuerda
desde sus inicios en la redacción de El Heraldo de
México para publicitarse en la columna política.
Eran aquellos años de juventud donde presumían
su ideología de izquierda coincidente con el presidente
Luis Echeverría, su verdadero padrino
político que los iniciara en el quehacer legislativo.
Murat y Herrera también coinciden en su cuestionamiento
sobre pasajes y hechos de su vida
pública. Al oaxaqueño en el 2010, sus compañeros
priistas exigían expulsarlo del partido.
Ismael Murat al igual que Javier Herrera poseen
la misma escuela política que sus padres, se
han convertidos en verdaderos Golden boys. La
ventaja de Murat Hinojosa es que ha trabajado
como director del Sistema de Radio y Televisión
mexiquense en la administración de Peña Nieto.
Actualmente lo tiene incrustado en el Infonavit y
el exgobernador José Murat pertenece al pequeño
círculo de confianza del inquilino de Los Pinos en
el Consejo Rector del Pacto por México.
Pero en estos casos, la sombra protectora de
sus padres no es positiva, el recuerdo que se tiene
de ellos como gobernadores es controversial y
ninguno tiene credibilidad en los círculos del poder.
Hablar de sus pasadas administraciones no
siempre levanta
buenos comentarios,
existe la
sombra de viejos
resquemores y
de promesas incumplidas.
Para Javier
Herrera Borunda
su nominación
para la diputación
federal de
Cosamaloapan
se ha complicado
por el apoyo
estatal existente
a favor del actual
tesorero Tarek
Abdala. Si bien
los caciques
locales tienen compromisos con el político de
Nopaltepec, el gobernador Duarte de Ochoa se
la prometió al hombre que le maneja sus dineros.
Para los especuladores y agoreros ven con agrado
un choque de trenes entre Duarte de Ochoa y
Herrera Beltrán, pero sería una ilusoria inocencia
que este ocurriera. Desconocen las estructuras
de la política local en donde el rompimiento solo
existe en las palabras más nunca en los hechos.
En las esferas del poder oficial se maneja al
estilo de la mafias, se puede entrar pero a nadie
se le permite salir. Son compromisos, en ningún
caso se pueden romper. Los métodos de la clase
política son los mismos en todo el país—nepotismo,
represión y compra de medio masivos—lo
cual es entendible porque comparten el mismo
propósito: conservar el poder.