El milagro de la Navidad

A diferencia de otras épocas, en esta navidad la gente volvió a la espiritualidad, toda vez que los templos religiosos estuvieron abarrotados de fieles en la noche buena.

Las familias reunidas en torno al nacimiento de Jesús regocijados y con una visión de reflexión y de plena entrega a la oración.

También a diferencia de otros tiempos, por la tarde del 24 de diciembre, los supermercados vacíos sin las suntuosas compras que se hacían de última hora para la cena de navidad.

En uno de los tantos supermercados de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, la gente espera la salida del pan del horno para la cena de noche buena. Acaso la gente sólo comería el pan con algún otro partido, pero ya sin lo que se acostumbraba en otras épocas los derroches para la gran fiesta de luces que ahora se percibió una mayor parsimonia de la población.

Los estacionamientos vacíos de los centros comerciales daban cuenta de algo, las compras ordenadas de la gente en tiempo y forma, lo que significa otra visión ante la época al programar los gastos del aguinaldo y ya no la abundancia como en otras épocas.

Se trata al parecer que las estrategias de mercadotecnia con la famoso Buen Fin, trastocan los hábitos de la gente y hoy se percibe una mayor reflexión en torno al ejercicio del gasto domestico en donde el aguinaldo pasa a ser ocupado para los pagos y las compras más elementales sin caer en el derroche como se hacía en otros años.

Las sidras, el licor y las cervezas se quedaron en los anaqueles, los pavos, jamones y todo tipo de carne, posiblemente podrán salir a la venta para la fiesta de fin de año, mientras que ahora la gente optó por una reunión familiar auténticamente cristiana, lo que significa y representa un avance en la población que ya no se deja seducir tan fácilmente por el bombardeo de los spots publicitarios de la radio y la televisión que orientan hacia el consumo de lo superfluo.

Quedó atrás el consumismo y el materialismo de otras épocas, hoy la gente ha preferido una navidad con mayor apego a los dogmas del cristianismo y a los principios del nacimiento de Jesús de Nazaret con humildad pero con mayor significado al hecho glorioso y trascendental para la humanidad.

Solidaridad humana

Entre la gente ahora quedó atrás el tema de la inseguridad y entra al debate el tema de la pobreza. Aquí se trata de que el poder adquisitivo de sueldos y aguinaldos alcanza para lo mínimo del gasto familiar y quedaron en el pasado además de los gastos superfluos, el asunto de los regalos que ya no se dieron como antes.

¿A qué se debe el cambio de la gente al vivir una navidad con mayor apego a los principios del cristianismo? Sería la pregunta a responder. Aunque no hay mucho por reflexionar o razonar en torno a una situación en donde la gente acude al tema espiritualidad ante dejado de lado, por el edonismo anterior en donde la navidad en mucha gente se le dio un significado materialista y hoy se regresa de forma natural a vivir el acontecimiento de la natividad como el centro de importancia de la fecha.

Todo esto significa un cambio en el paradigma y un avance de la población que ya no escucha ni ve tan fácilmente, los ganchos de la publicidad comercial que les pretenden a demás de quitarles el dinero generarles los nuevos hábitos de la modernidad en donde se lucha por adquirir el mejor aparato de televisión y el más avanzado equipo de telefonía que en muchas familias significaría gastarse todo el aguinaldo.

Existe mayor conciencia entre la gente en donde los miembros de la familia aportan para la gran celebración de la navidad, pero ahora con un sentido de mayor espiritualidad y de responsabilidad en torno a los gastos enormes que antes se hacían.

También se observó poca participación de los niños en las ramas tradicionales y en los cantos de los villancicos en las posadas.

La noche buena en la mayor parte de la entidad con frio por el invierno, pero con la calidez de la unidad familiar algunos que después de la visita al templo para la misa de Gallo, regresaron a los hogares a vivir una navidad en plena armonía, teniendo al hijo de Dios como el centro de este acontecimiento glorioso y universal. Así las cosas.