El voto diferenciado será el distintivo de esta elección federal, con el agravante que puede confundir al elector y con ello la anulación del sufragio. Sin duda que serán los comicios más competitivos de la historia de México, de allí que será necesario que el ganador, deberá tener sobre el segundo lugar, una diferencia no menor a los cuatro puntos para evitar cualquier tipo de protesta poselectoral.
En la entidad veracruzana será ostensible este voto diferenciado, de acuerdo a encuestas y estudios de los propios partidos, los candidatos al Senado del PRI, José y Héctor Yunes, al parecer no tendrán ningún problema, donde se complica el panorama para el partido tricolor, es en cuanto al candidato presidencial y en numerosos distritos para diputados. Por parte de Acción Nacional el voto diferenciado beneficia a los candidatos a diputados en la zona norte y centro de la entidad. Su aspirante a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota tiene grandes posibilidades de disputar el primer lugar. En cuanto a la Coalición de partidos de izquierda el único que tiene el poder competitivo es el candidato Andrés Manuel López Obrador y alguna sorpresa en el sur y el centro del estado.

EL FANTASMA DEL FRAUDE
La Constitución señala claramente que se podrá declarar nula una elección presidencial cuando se violan las leyes. Estas son, cuando el 25 por ciento de las casillas muestren irregularidades, la instalación de estas en otros lugares, errores en el cómputo, presión sobre la mesa directiva, hechos violentos o que se permita votar a personas que no tienen derecho.
En estos comicios aparecieron nuevos fantasmas en el fraude electoral, como el manejo de las encuestas, la participación de las televisoras para manipular el electorado y la intervención del crimen organizado.

¿QUIÉN TIENE LA RAZÓN?
Exactamente nos encontramos a diez días de las elecciones y no hay duda que crece en todos ámbitos la tensión política. Están conscientes que no hay nada escrito y esto los pone nerviosos. De acuerdo a las encuestas públicas existe un claro puntero, pero en las casas de campaña se tejen otras historias.
Lo interesante son las reacciones de los coordinadores. Luis Videgaray del PRI, al conocer los resultados de las encuestas afirma que estos números los alientan, pero que no se confían y que meterán el acelerador hasta el final.
Por el lado del equipo de López Obrador, rechazan que Peña Nieto se encuentre arriba y que ellos tienen sus propios estudios de intención del voto y que le llevan dos puntos de ventaja, y por el lado del equipo de Josefina Vázquez Mota, aseguran que por el manejo del “cuchi cuchi” la panista está en el segundo lugar con 31 puntos, Peña Nieto con 37 y que el tabasqueño tiene 29 puntos.
Cada quien tiene sus particulares encuestas. En diez días sabremos quién tiene la razón.
Para los columnistas en este oficio político de vaticinar y hacer especulaciones, resulta desgastante. Las presiones de amigos candidatos y de los propias cúpulas partidistas que llevan un recuento de las columnas, exigen que se tome una línea editorial ajena al quehacer noticioso que requiere objetividad y credibilidad, cuando debiera ser muy simple el lenguaje subjetivo, opinar con toda libertad.
El sobado tema de ¿quién va a ganar? Hay que olvidarlo y ojalá los dueños de este medio se les ocurra mandarme a una de esas misiones especiales en algún confín del planeta para olvidarse de lo que son elecciones, candidatos y despensas.