Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El temor de Calderón
2012-03-20 | 21:49:03
A escasas 48 horas de que los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelvan el truculento caso de la francesa Florence Cassez –en el cual están involucrados indirectamente el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y un misterioso empresario de origen judío, Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, quien es proveedor de equipo de seguridad y vehículos blindados a dependencias del gobierno federal–, el presidente Felipe Calderón Hinojosa mandó este lunes 19 desde Papantla, Veracruz, un exhorto a los miembros del Poder Judicial de la Federación para que “quien cometa un delito sea verdaderamente juzgado y castigado y que nunca la interpretación de la ley sea la rendija por donde escape, nuevamente, la impunidad, sino un verdadero instrumento del juzgador para hacer justicia”.

Calderón, quien se rehusó a visitar el Parque Temático Takilhsukut donde se desarrolla la Cumbre Tajín 2012, aprovechó su visita al Complejo Penitenciario Federal No. 3 que está a punto de concluirse en el Totonacapan, para advertir a los ministros de la Corte que “la impunidad es el estímulo más poderoso, el incentivo más destructivo e interminable que hace que el delincuente, que observa que se puede delinquir sin que al final pase nada, vuelva a cometer acciones delictivas y las multiplique”.

El Presidente iba acompañado de García Luna, titular de la SSP federal, quien junto con el desaparecido secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, muerto en un sospechoso accidente aéreo en noviembre de 2008, fue una pieza clave para el cuestionado triunfo electoral de Calderón en la sucesión presidencial de 2006.

Durante la supervisión de este complejo penitenciario federal que se construye en el municipio de Papantla –en el cual se invierten 2 mil 600 millones de pesos y albergará a más de 2 mil internos y hasta 500 reos de alta peligrosidad, que estarán en un modulo de seguridad único en el país–, Calderón enfatizó que, si bien deben cuidarse los derechos humanos de los delincuentes, el Poder Judicial debe garantizar ese mismo derecho a las víctimas.
El pronunciamiento del mandatario mexicano era en alusión al caso de la francesa Cassez, quien está condenada a 60 años de prisión por el delito de secuestro. Este miércoles 21, la Primera Sala de la Corte deberá resolver el proyecto propuesto por su ministro presidente, Arturo Zaldívar, quien argumenta que debe ordenarse la liberación “inmediata y absoluta” de la presunta secuestradora debido a que el proceso judicial estuvo plagado de irregularidades atribuidas en parte al protagonismo de García Luna, quien en 2005 era director de la AFI.
A muchos sorprende la protección incondicional que Calderón le sigue brindando a García Luna, quien en el libro “Los Señores del Narco”, de la periodista Anabel Hernández, es vinculado con Jorge Enrique Tello Peón, el ex subsecretario de la SSP federal involucrado en la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en enero de 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
Según la escritora, Tello Peón, quien ha sido asesor de cabecera de Calderón en materia de seguridad pública, fue el mentor de García Luna en el CISEN. Y a él mismo le atribuye haberlo impulsado para que el Presidente lo designara en diciembre de 2006 como titular de la SSP federal a pesar de todas las malas referencias y pruebas que un supuesto grupo de generales del Ejército Mexicano le habría mostrado previamente a Mouriño.
En 2008 García Luna comenzó a llamar la atención por su opulenta forma de vida. En ese año, por ejemplo, le fueron detectados vehículos, motocicletas, restaurantes, residencias y fincas campestres, cuyo valor conjunto rebasaba los 42 millones de pesos y de los cuales sólo uno de esos bienes figuraba en su última declaración patrimonial. Dicho monto equivalía a 17 años de su sueldo actual como secretario de Estado.
En ese año, 2008, trascendió que un comando detuvo, desarmó y amordazó a la escolta de García Luna (86 de los elementos sometidos firmaron una carta de denuncia) y que se llevaron al secretario por cuatro horas para “platicar”. Fernando García Ramírez, de la revista “Letras Libres”, en la edición de enero de 2011 alude a este episodio y sostiene que hay serias dudas respecto a que las muertes de Mouriño y de José Luis Santiago Vasconcelos fueran ocasionadas por un accidente. El escritor presume que “no cumplieron con un pacto que desconocemos” ya que dice saber “que previamente Mouriño envió al general (Arturo) Acosta Chaparro a dialogar con varios de los principales cárteles”.
Acosta Chaparro, quien fue director de Seguridad Pública del estado de Veracruz durante la administración del gobernador Agustín Acosta Lagunes –cuyo hijo Agustín Acosta Azcón es ahora el abogado defensor de Florence Cassez–, sería el “General X” que en su libro “Los Señores del Narco” la periodista Anabel Hernández identifica como el militar a quien Mouriño instruyó pactar una tregua con el narcotráfico, específicamente con “El Chapo” Guzmán.

Este “General X”, quien purgaba condena por presuntos vínculos con el narcotraficante Amado Carrillo, fue liberado de la cárcel tan pronto como Calderón asumió la Presidencia de la República. Y no sólo eso, sino que también fue condecorado por el mismísimo secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván.
Según la autora de “Los Señores del Narco”, en la entrevista con el “General X”, el capo del Cártel de Sinaloa reveló que el propio Mouriño le había vendido en 10 millones de dólares la plaza del Estado de México a los Beltrán Leyva, aunque sin saberlo, ya que quien se encargó de hacerlo a nombre del hombre fuerte de Calderón fue el actual senador panista Ulises Ramírez. “Cuando el emisario de Los Pinos se reunió con Guzmán Loera, el capo ya había comenzado una pelea frontal con los Beltrán Leyva, sus primos y ex socios”, refiere la escritora.
Por este presunto incumplimiento, el articulista de “Letras Libres” duda que en realidad haya sido accidental la muerte de Mouriño y Vasconcelos, ex titular de la SIEDO.

García Luna es una pieza importante en este entramado, pues no fue fortuito que a mediados de octubre de 2011, al comparecer en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el titular de la SSP federal fuera acusado por el diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña, de sus nexos criminales con “El Chapo” Guzmán y que amenazara con denunciarlo en la próxima administración por delitos de lesa humanidad por los miles de crímenes arrojados por la guerra simulada de Calderón contra el narcotráfico.

Por eso, tras la desaparición de Mouriño la relación de García Luna se afianzó aún más con Calderón, quien según informó ayer la corresponsal de MVS Noticias en Washington, Dolia Estevez, fuentes del gobierno de Estados Unidos le habrían revelado que el Presidente de México teme ser asesinado por el narcotráfico, por lo que el mandatario brasileño Lula da Silva le habría ofrecido asilo en su país al término del sexenio calderonista.

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