Es un término común que usa Porfirio Díaz en su dictadura, cuando hace referencia a que periodistas, diputados y senadores, de manera supuesta están de su lado, aunque sin precisar las causas, pero se advierte que reciben dinero o beneficios del erario público. Por lo que, se trata de una metáfora que no ofende, sino que únicamente trata de establecer cierta relación sin comprobar de acercamiento oficial.
Pero por eso, es que aquí no hay ningún elemento constitutivo de delito, por tratarse de una palabra utilizada en el vulgo y después queda como de uso coloquial, sin que se pretenda ofrecer ningún sesgo ofensivo y menos de señalamientos de corrupción. Aquí el termino utilizado desde los tiempos porfiristas pudiera indicar que están dentro del erario público, por lo que el señalamiento no esta fuera de lugar y sólo corresponde a una reacción personal del prelado de que no estuvo de acuerdo con una decisión jurídica de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en donde menciona al jefe de gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, que ahora pide una disculpa pública del cardenal, algo a lo que no esta obligado, porque aquí si se trata de una amenaza de una persona (funcionario público) que posee autoridad y fuero, y se puede conformarse la figura de un delito.
El cardenal Juan Sandoval Iñiguez, le están violando sus garantías individuales y desde la intolerancia del organismo judicial de mayor nivel y jerarquía en el país: Mejor que todo quede en un empate y en una manifestación de libertad de expresión, en donde se acude a una expresión popular que viene a ser como los llamados a misa y las mentadas de madre. Las escucha y acepta quien quiere.
Aquí hay una mala interpretación que por supuesto se toma como una ofensa, sin serlo. Pero también hay visos de que los partidos políticos se empiezan a unir en una lucha fraticida y la que beneficia al PRI, por esta fuera de este alboroto que son los abogados a través de sus colegios y asociaciones, así como otras instituciones las que pueden expresar libremente sus opiniones en torno al desempeño de los funcionarios públicos que tienen la piel muy delgado. La guerra declarada en contra de la iglesia católica afecta por supuesto a los supuestos futuros fines aliancistas de los partidos en la famosa alianza Frankenstein.
Por cierto, la expresión del Cardenal Sandoval, no ofende, pero en el fondo advierte algo, los funcionarios públicos de esas dependencias obtienen las más altas percepciones que son originadas del sector oficial y por lo mismo, se daba cuenta desde los tiempos de don Porfirio Díaz, que el maíz provenía de las arcas del gobierno.

Respaldo al llamado de Fidel: Duarte

“Mi único compromiso se llama Veracruz”, dice Javier Duarte al señalar que entre estado y municipios deben haber programas complementarios para que se la coincidencia en planes y metas de desarrollo.
Objetivos bien definidos, programas de gobierno complementarios y la voluntad de trabajar más allá de las coincidencias políticas, dice el futuro de los veracruzanos está asegurado.
Afirma el gobernador electo Javier Duarte de Ochoa, al dar por sentado que su único compromiso se llama Veracruz, por eso dice que es imprescindible que la administración estatal y los ayuntamientos, coincidan en sus planes de desarrollo para lograr la inclusión de todos.
A un día del llamado que hizo el gobernador Fidel Herrera Beltrán a los ediles para redoblar su desempeño a favor de los ciudadanos, Duarte de Ochoa, respalda la convocatoria y dijo que nadie debe olvidar el trabajo coordinado como requisito obligado en la administración pública, pues el desarrollo es una condición que depende de la participación de todos, pero específicamente de la voluntad para despojarse de las diferencias partidistas y trabajar como uno solo.
Para el gobernador electo, las distintas realidades veracruzanas de cada región y de cada municipio exigen que las autoridades estatales y municipales coincidan en sus planes de desarrollo, ya sea para combinar presupuestos, para hacer obras y acciones complementarias o para definir estrategias de trabajo que aceleren los procesos de crecimiento económico y social.
“Cada uno y desde su trinchera, en el Congreso del Estado, en los ayuntamientos o en la administración estatal estamos por iniciar un ejercicio de la mayor madurez política. Allá en el Poder Legislativo tendrán que evaluar el plan veracruzano de desarrollo y los 212 planes de desarrollo municipal, pero antes tendremos que combinarlos para convertirlos en instrumentos de desarrollo integral”, afirmó.
Duarte de Ochoa, dijo que los planes de desarrollo y los programas de obra municipales no tienen porqué ser un mero trámite, sino que deben ser documentos realistas que reflejen un gobierno viable y realista que responda a las exigencias ciudadanas.
Así que los ejes de un gobierno municipal deben estar vinculados a la sociedad y también a las expectativas del gobierno estatal porque seguramente habrá más de una obra que implique beneficios para más de dos municipios y que requieran la participación financiera de la federación, del estado y los ayuntamientos. Así las cosas.