Mal para como están las cosas en la efervescencia política que los alcaldes, uno panista e hijo del gobernador, como es el de Veracruz, Fernando Yunes Márquez y el otro, de Alvarado se estén trenzando en dimes y diretes que iniciaron con sus descalificativos como “inútil” de Fernando Yunes Márquez hacia el de Alvarado, Bogar Ruiz Rosas, y la respuesta de éste al calificarlo de “bebesaurio”.

Y es que en el caso del exsenador o le ganaron las vísceras o fallaron sus asesores, si es que tiene, porque no tenía que subirse al ring, un ring que está en una categoría muy fuera de lugar para estos momentos. Y que la ciudadanía no espera más confrontaciones tontas sino soluciones.

A Fernando Yunes  el tema no le incumbía y debió mostrarse ajeno al pleito tras el incendio de pastizales y que el ayuntamiento alvaradeño, presumió, pudo haber sido provocado,  por lo que fue citado judicialmente por la Fiscalía del Estado.

Se confirma pues que el asunto de los fraccionamientos aledaños a Lomas Residencial y Lomas Diamante es más que sensible, pero Yunes hijo debería evitar estos estériles conflictos que en nada le abonan para la campaña de su hermano Miguel Angel Yunes que busca la gubernartura, menos con un Bogar Ruiz que no se quedó callado y seguramente no lo hará pues también conoce los intestinos de los panistas y las debilidades de quienes buscan la continuidad del poder.

Bogar debe también evitar caer en paranoia. Gobernar un municipio o estado requiere cordura. Y el alcalde alvaradeño no solo vino y armó rueda de prensa para seguir el show, sino que en sus grupos internos se dedicó a mover las redes sociales como lo hizo ayer mismo cuando le envió estos mensajes a sus subalternos:

“Es el momento de comunicación de redes!!! Donde están? Escribía desesperado una y otra vez. Que la gente sepa que es un complot del gobierno del Estado!  Es un complot, está confirmado. Tengan cuidado!!” Lanzaba las advertencias vía grupos de whatsapp y pedía que se difundiera por resdes para según él denunciar la maniobra estatal.

Ni uno ni otro de los gobernantes deben desestabilizar más el tema que ya de por sí ha afectado a los miles de habitantes de la Riviera con el proyecto multimillonario de desarrollo inmobiliario que se pretende ejecutar en esa zona. Y menos se deben entrometer personajes terceros en este caso.

Nada debe hacer pues, por otro lado, que los Yunes Márquez se salgan de control y aquí el alcalde de Veracruz lo hizo por un pleito totalmente ajeno, o acaso les preocupa que su residencia de la familia, cuyo predial oscila en más de cien mil pesos, asentada en la Riviera bajo jurisdicción en ese municipio, se encuentre en peligro? Si es así, es entendible.

Pero seguramente el tema vas más allá y es todo lo que amenace al proyecto de la próxima gubernatura lo que se tendrá que atajar inmediato.

MUY EN CORTO

EL INGENIO DE AMÉRICO. Debería darle vergüenza al líder estatal del PRI, Américo Zúñiga salir a declarar inocentadas como que Amadeo Flores Espinoza el dirigente de la asociación Vía Veracruzana, todavía no renuncia al PRI aunque haya hecho público su respaldo al aspirante panista, Miguel Angel Yunes Márquez.

Quizá el ex alcalde xalapeño espera que Amadeo Flores regrese al tricolor. O tal vez conserva alguna esperanza pues solo atinó a decir que habrá “repercusiones”.

Debe pues, asumir su responsabilidad ya que en la dirigencia no ha podido conservar o unificar a los diversos grupos del tricolor, y en su desesperación porque no haya más desbandada para uno u otro partido, lo que le queda es amenazar que habrá consecuencias o como el mismo le llamó “repercusiones”.

A estas alturas Amadeo y quienes lo hayan seguido en su cambio de colores partidistas, le importa un comino las sanciones que el PRI de Américo le pueda aplicar.