En México, aproximadamente siete mujeres son asesinadas al día desde mediados de 2017 y hasta la fecha. Esta expresión máxima de violencia continúa a pesar de que existen leyes en la materia.

Aquí en nuestro país las características principales en la actuación de las autoridades son la impunidad y falta de aplicación efectiva y así una denuncia por feminicidio se puede llevar hasta 10 años o morir en el olvido, muy a pesar del nuevo sistema de justicia.

Organizaciones internacionales como ONU Mujeres brindan apoyo a las instituciones gubernamentales y a las organizaciones de la sociedad civil para que, en conjunto, puedan crear conciencia y pongan fin a la impunidad que rodea los delitos cometidos en contra de las mujeres y las niñas.

Lamentablemente son las autoridades mexicanas quienes desaprovechan o menosprecian la ayuda internacional, justificando así con absurdos su inacción o su poca intereses por resolver tan terrible situación.

ONU-Mujeres ha advirtió que la desaparición de mujeres -muchas veces- es una antesala del feminicidio, por ha hecho en insistentes ocasiones un llamado al Estado mexicano a reconocer el artículo 31 de la Convención Internacional de la ONU para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas.

Muchas de estas mujeres asesinadas, fueron primero mujeres desaparecidas, por eso es tan importante contar con este instrumento; desde 2008 México firmó la Convención Internacional de la ONU para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas; sin embargo está pendiente que reconozca su artículo 31 para que las víctimas de esta violación grave a los derechos humanos puedan presentar denuncias ante el Comité de la ONU contra las desapariciones forzadas.

De éste tema, no estamos nada ajenos en la entidad veracruzana, donde existen un lamentable foco rojo, con dos alertas de género, que los propios funcionarios y diputados del partido que gobierna la entidad –PAN- han menospreciado, refiriendo que no están obligados a obedecer.

Así de grave la cerraron en nuestra entidad donde precisamente ayer, se informó que Veracruz ocupa el vergonzoso segundo lugar a nivel nacional en feminicidios pero a la autoridad pareciera no importarle; durante 2017, un total de 80 mujeres fueron víctimas de feminicidio, revela el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp); además se refiere 137 mujeres fueron víctimas de homicidio doloso.





Estos datos por supuesto se contraponen con los arrojados el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la UV que reporta 217 mujeres asesinadas durante el año pasado.

El reporte de “Información delictiva y de emergencias con perspectiva de género” coloca a Veracruz en el segundo lugar en denuncias por delito de feminicidio (solamente superado por Sinaloa, donde todas las muertes violentas de mujeres son consideradas feminicidios) y es que en Veracruz solo se considera feminicidio cuando una mujer es asesinada por su pareja o expareja o cualquier otra que implique subordinación, haya indicios de violencia sexual o mutilaciones, amenazas o incomunicación.

Como es costumbre las autoridades han enmudecido, seguramente mañana saldrán a justificar, refiriendo que no existe aumento, sino que la pasada administración ocultaba cifras; del tema el activista integrante del colectivo feminista Cihuatlahtolli, AC, Jairo Guarneros Sosa, dijo que la Fiscalía General del Estado (FGE) maquilla las cifras de feminicidios para dar una apariencia de que en Veracruz las mujeres no corren ningún riesgo, “Es una barbarie la que está haciendo el gobierno, son cifras maquilladas, fuera de la realidad, no reflejan nada de lo que en verdad están viviendo las mujeres en Veracruz”. Y así con el resto de los delitos ¡lamentable lo que ocurre en nuestra entidad con un gobierno de apariencias!


@magzamu