Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Partidos políticos son avaras empresas
2017-08-24 | 13:39:43
“Una culona”. Así dijo aquel hombre oriental en la casa de mala nota de cierto pueblo mexicano. Se sorprendió bastante cuando le llevaron a una daifa de prominente nalgatorio y pidió: “Si no hay Culona entonces quielo una Calta Blanca”. “Pero, mi amor -exclamó compungido el novio de la Venus de Milo-, ¿cómo quieres que pida tu mano?”. Don Martiriano, el sufrido esposo de doña Jodoncia, le dijo a su mujer al salir del cine: “La parte que más me gustó fue cuando aquella mujerona alta y robusta te dijo que te callaras”. Una gallinita le comentó a otra refiriéndose a dos hambrientos vagabundos que pasaban frente al gallinero: “Odio la forma en que nos desnudan con la mirada”. Doña Macalota llegó a su casa en horas en que no se le esperaba y sorprendió a don Chinguetas, su casquivano cónyuge, en ajustado trance de fornicio con una monumental morena. Antes de que la estupefacta señora pudiera articular palabra le dijo don Chinguetas: “A ti te consta: el médico lo único que me prohibió fue el cigarro y la bebida”.

Estamos hartos de los partidos políticos, esas boyantes empresas a las que lo único que les falta para ser totalmente mercantiles es cotizar en la Bolsa de Valores. Extraña que los empresarios privados, que tan buen ojo tienen para los negocios, no funden un partido, que muy poca inversión requiere -prácticamente ninguna- y que recibe cuantiosísimos dineros sin que haya que trabajar para obtenerlos. Estamos hartos de los partidos, no nos cansemos de decirlo. Y sin embargo ninguna candidatura independiente a la Presidencia será viable en el 2018. ¿Por qué? Primero, porque para ganar una elección se necesitan tres cosas: dinero, dinero y dinero, y los independientes no tienen ninguna de las tres. Luego, porque el ejemplo de Jaime Rodríguez, apodado El Bronco, quien llegó como candidato independiente al cargo de Gobernador de Nuevo León, hará que los electores la piensen dos veces antes de votar por alguien como él, que tan gran decepción ha sido para sus conciudadanos. Seguiremos viviendo, pues, bajo esa irritante partidocracia que ha hecho de la República un botín. Caímos de la sartén al fuego: antes nos dominaba un solo partido; ahora debemos mantener a una nutrida colección de partiditos, partidillos y partidejos que mucho cuestan a la Nación y ningún beneficio le deparan.

La adivina miró su bola de cristal y luego le auguró a la mujer que la consultaba: “Te casarás con un hombre guapo, rico e inteligente”. Preguntó ella: “¿Y qué haré con el hombre feo, pobre y pendejo con el que estoy casada?”. Don Algón le dijo a su exuberante y curvilínea secretaria: “Discúlpeme, señorita Rosibel. Tendrá usted que esperar algunos días antes de que le dé el aumento de sueldo que me pide. Todavía no me repongo del que le di la semana pasada”. Terminó el ardiente acto de amor en el cuarto 110 del Motel Kamagua. Después de una breve conversación la pizpireta chica le dijo al apurado galán: “Muy bien, Simplicio: si estás dispuesto a reparar tu falta dame 3 mil pesos”. Un misionero español recién llegado a Guam le preguntó a un anciano sacerdote, español como él: “Padre: en caso de que Corea del Norte haga estallar aquí una bomba atómica, ¿cuál cree usted que será el mejor sitio para refugiarnos?”. Respondió el santo varón: “Cualquiera en que después de la explosión podamos decir: ‘¡Joder! ¿Qué coños fue eso?’”. Generalmente los cuentos se hacen poniendo palabras. El que sigue se hace quitándolas. “Ay, Afrodisio, así no se puede hacer. Ay, Afrodisio, así no se puede. Ay, Afrodisio, así no sé. Ay, Afrodisio, así no. Ay, Afrodisio, así. Ay, Afrodisio. ¡Ay!... FIN.?? MIRADOR.?? Por Armando FUENTES AGUIRRE.?? El padre Soárez charlaba con el Cristo de su iglesia. Le dijo:? -Señor: aquí hay dos cruces. En una estás tú, crucificado. La otra, en cambio, es una cruz sencilla, de madera sin pintar. No estás tú en ella. He pensado en quitar ésta y dejar únicamente aquélla en que estás tú.? -No lo hagas, Soárez -respondió Jesús-. Es importante la cruz que dices, ésa en que estoy crucificado. Representa mi pasión y mi muerte. Pero la otra, la cruz vacía, es más importante aún. En ella no estoy ya, pues he resucitado. Después de morir por los hombres resucité para estar siempre con los hombres. Deja las dos cruces. Una es el amor; la otra es la esperanza.? Eso dijo Jesús. ? Ahora el padre Soárez mira esas cruces y sabe que está mirando la redención en una y la resurrección en la otra; en una el perdón, en la otra la promesa.? ¡Hasta mañana!... ??MANGANITAS.??Por AFA.??“. Una mujer ha enviudado nueve veces.”.? Una idea temeraria? se me está ocurriendo ahora:? ¿tendrá pacto la señora? con alguna funeraria??

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