Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Yunes, irremediable
2017-05-26 | 09:55:24
Aparte de que las finanzas del estado están a punto de colapsar –pues tardíamente el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares tuvo que aceptar que debía reestructurar la deuda pública como casi todo mundo se lo había sugerido desde un principio; además de que no ha querido compactar el aparato burocrático para reducir el gasto corriente–, la inseguridad sigue agravándose en el norte y sur de Veracruz, mientras el mandatario estatal del PAN y el fiscal general Jorge Winckler Ortiz, titular de un ente constitucionalmente autónomo, siguen enfrascándose en reyertas político-electorales que en nada benefician a los veracruzanos sino solo a su grupo en el poder.

Ahora Yunes y Winckler se volvieron a enganchar en un pleito con el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y con la diputada federal Rocío Nahle, mientras en Pánuco y Coatzacoalcos siguen las ejecuciones y los secuestros.

Esta semana, por ejemplo, en el antiguo Puerto México fueron plagiados el médico pediatra Juan Barahona Dueñas; la jovencita Yaziri Domínguez Montalvo; el transportista de carga Aurelio López Soto, y un estudiante de Ingeniería Mecánica del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos. Pero también fue asesinado el vigilante del mercado Plaza del Sol, Rogelio Báez Benítez.

Este jueves, en Pánuco, fueron acribillados el regidor quinto Juan Carlos Zamarripa Fernández y el médico Miguel Ángel Serrano Castro, presidente de la Asociación Ganadera de la colonia Piloto. El atentado, curiosamente, ocurrió a menos de un kilómetro de un retén permanente de la Sedena.

De acuerdo con la grabación de una conversación telefónica entre el alcalde de Pánuco, Ricardo García Escalante, y su padre el excontralor Ricardo García Guzmán –cuyo audio fue difundido por algunos medios de comunicación en febrero de este año–, Zamarripa Fernández era uno de los presuntos operadores políticos del Cártel del Golfo.

En esa misma conversación entre García Guzmán y su hijo, el munícipe, también se menciona a Ciro Nieto Zamora, regidor del PVEM, un cañero que presuntamente estaría ligado a Los Zetas, el grupo delictivo contrario al Cártel del Golfo. Ciro es hermano de la dirigente de la Confederación Nacional de Productores de Caña, Adriana Nieto Zamora, quien asumió dicho liderazgo tras el asesinato de Teódulo Gea, quien en 2013 encabezaba las encuestas para la alcaldía de Pánuco por encima de García Escalante.

Por eso las justificadas críticas a Yunes y al fiscal Winckler, ya que en vez de perseguir a criminales y secuestradores están perdiendo el tiempo en acosar a sus adversarios políticos.

¿Acaso ya olvidó el gobernante panista lo que prometió en Pánuco en septiembre del año pasado, durante el último foro del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018? Si no lo recuerda aquí se lo citamos: “Le digo a la delincuencia desde Pánuco: se van a encontrar a un gobernador que tiene los pantalones bien puestos y la mano muy firme para combatirlos, de correr todos los riesgos. ¡Ya basta de complacencias con los delincuentes, porque ya basta de desaparecidos!”.

“¡Ya basta de homicidios, ya basta de extorsión, ya basta de pago de derecho de piso y ya basta de que nuestro estado se encuentre en manos de la delincuencia organizada, permitido sin duda alguna por los altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública.

“¿Nos toca acostumbrarnos a que toda la vida vivamos con miedo? ¿Nos tendremos que acostumbrar a vivir en la inseguridad? ¿Nos tenemos que acostumbrar a vivir en el terror? ¡La respuesta es no!”.

¿Por qué entonces Yunes no se dedica a gobernar y deja que los dirigentes de su partido confronten a López Obrador?




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