La democracia y el poder del ciudadano
En el mundo actual en el imperio de la democracia, puede suceder de todo. Aquà van unos y otros en la búsqueda del poder polÃtico para acceder al poder económico a través de la vÃa de los acuerdos, los contubernios y hasta las simulaciones.
El mejor reflejo de que la democracia es imperfecta, se da en el modelo estadounidense, en donde el partido republicano logra el poder presidencial con Donald Trump, con el modelo de los votos distritales por encima de una votación mayoritaria obtenida por el partido demócrata que perdió con una mala candidata como lo es Hillary Clinton.
El modelo democrático heredado del imperio romano y ya con varios siglos de agotamiento, al superar a las monarquÃas en el mundo, ahora enfrenta ya sus últimos esfuerzos por mantenerse vigente, cuando el régimen de partidos polÃticos en el mundo se vislumbra como un formato muy descontinuado y corrupto.
Pero a nadie debe sorprender, que en el modelo democrático de partidos polÃticos, de división de poderes y de niveles de gobierno, se den los grandes acuerdos para llegar a la obtención del poder público y de esa forma lograr los contubernios, mientras el pueblo sufre de hambre y pobreza.
Aunado a eso, hay que dar cuenta que los partidos se convierten en dueños de las voluntades de las grandes mayorÃas.
El peor ejemplo de la lucha de partidos polÃticos en los últimos años, se cuando Adolfo Hitler, llega a un paÃs en calidad de extranjero, obtiene su nacionalidad y posteriormente vÃa del control de un polÃtico se apoderó del gobierno en Alemania y hasta puso en guerra al mundo con millones de muertos y el holocausto que dejó como un mal legado para las futuras generaciones.
Lo lamentable es que en la historia de la humanidad se dan los ciclos y hasta lo malo vuelve sin que nadie lo pueda detener a causa de la retorica y las promesas de los polÃticos.
En México, el sistema democrático vive sus peores momentos, cuando desde los partidos polÃticos se unen en la búsqueda del poder y la tradición polÃtica al estilo virreinal es de darle oportunidad a que se acomoden las generaciones venideras.
Nadie escapa al nepotismo y los dueños de los partidos polÃticos comparten con sus familias y amigos, los beneficios de las millonarias prerrogativas.
A todo esto, el desprestigio de los dirigentes de los partidos polÃticos, forma parte de un modelo de vida de excesos de poder para pretender formar parte del primer mundo, quienes pueden hasta comprar inmuebles lujosos en Estados Unidos, como parte del status social.
El problema es el cansancio de la gente, que ha visto en los últimos años en México, la perdida de sus derechos humanos, aumento en la impunidad y una gran desigualdad entre ricos y pobres.
Por eso, a la gente no le interesa la democracia ni la lucha de los partidos polÃticos, por lo que son reducidos grupos los que buscan alcanzar el poder por el poder y hasta se pelean, se dan con todo y al final hasta pueden volver a ser amigos, cuando el interés lo exige.
Y como dirÃa el escritor José Saramago, ¿Dónde está la democracia? Todo se discute en este mundo menos la democracia, que se encuentra secuestrada y amputada del verdadero poder del ciudadano. Asà las cosas.