Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Cosmovisión
2017-03-09 | 21:24:10

El sueño de Colosio

Veo a un México con hambre y sed de justicia, fue la frase lapidaria con la que se idéntica al fatídico discurso del deslinde de Luis Donaldo Colosio con el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas, que se considera, fue lo que puso fin a sus sueños de lograr y alcanzar un cambio en las instituciones nacionales para beneficio de todos los mexicanos.
Colosio, ofrecía un cambio a un país sumido en las inconformidades por la pobreza y la miseria extrema, que afectaba –decía-- a las grandes mayorías del país en el campo y las zonas urbanas, además de la inseguridad y la falta de justicia en todos los rubros.
A 23 años de uno de los momentos más tristes de la historia moderna de México, el discurso pronunciado el 6 de marzo de 1994 ante el monumento a la revolución por el entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, se hace el análisis de lo que cree, fue que lo condujo al magnicidio 17 días después, cuando el 23 de marzo en Lomas Taurinas en Tijuana, se escribiría su epitafio como el fin de un sueño, cuando emuló al discurso de Martin Luther King
Ante el sol quemante que caía a plomo a los miles de asistentes al acto del aniversario del PRI en la ciudad de México, y en donde el candidato presidencial sería el único orador de un discurso muy largo, de una hora y minutos.
Colosio, buscó subir en las encuestas y se deslindó del gobierno de Salinas, para tratar de frenar los rumores a tres meses de su destape, de que se decía “su campaña no levanta”.
Los mensajes mediáticos de aquel tiempo, que como piedras en el camino, se atribuían a personajes ocultos en los Pinos, de donde se consideraban salían a la prensa nacional e internacional.
Con el conflicto de Chiapas iniciado el 1 de enero de 1994 y la entrada en vigor del TLC, y con el protagonismo del comisionado para tratar con el EZLN, Manuel Camacho Solís, quien siempre se sintió el elegido y no fue ungido candidato presidencial por Salinas, además de la carta que lo alertaba y que le fue dirigida el 19 de marzo por el coordinador de su campaña presidencial, Ernesto Zedillo, y al final su sustituto, después del magnicidio, son hechos que rondaron en el ambiente de su entorno político.
Principalmente, se habló de la molestia en Los Pinos por la reunión de Colosio, unos días antes de su muerte con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, los miembros la izquierda mexicana del PRD, que se consideraban la piedra en el zapato del presidente en la cumbre del poder y de su programa solidaridad.
Aquel día, con el traje oscuro, bajo los rayos de un sol ardiente, el corte de cabello y bigote impecables, el sudor en la frente, evoco la lectura a un discurso emotivo de una hora.
Luis Donaldo Colosio, ordenó primero que el discurso se enviara a los Pinos para su aprobación y se dijo que la respuesta fue el silencio. Aun así continuó con las ideas de sus asesores de tratar de subir en las encuestas.
Se dirigió: compatriotas, aquí está el PRI con su fuerza, aquí está el PRI con sus organizaciones, esta con su militancia, esta con la sensibilidad de sus mujeres y de sus hombres, aquí está el PRI con su recia vocación política, aquí está el PRI para alentar la participación ciudadana, aquí está el PRI para mantener la paz y la estabilidad del país. Para preservar la unidad de los mexicanos. El PRI en pie de lucha, celebrando un año más de intensa actividad política.
Aquí está el PRI que reconoce los logros, pero también el que sabe de las insuficiencias, el que sabe de los problemas pendientes. Aquí está el PRI que reconoce que la modernización económica solo cobra verdadero sentido cuando se traduce en mayor bienestar para las familias mexicanas y para que sea perdurable debe acompañarse con el fortalecimiento de nuestra democracia.
Esa es la exigencia que enfrentamos y a ella responderemos con firmeza. El PRI reconoce su responsabilidad y esa es de la mayor importancia para el avance político de México. Los priistas sabemos que ser herederos de la revolución mexicana es un gran orgullo, pero ello no garantiza la legitimidad política, la legitimidad debemos ganarla día con día con nuestras propuestas y nuestras acciones.
Pero nuestra herencia fuente de exigencia y no de complacencia, ni de inmovilismo, y sin autoritarismo. La revolución es todavía hoy nuestro mejor horizonte. Encabezaremos una nueva etapa en la vida política de México. Solo la sociedad mexicana tiene un lugar, los partidos políticos deben acreditar su visión y compromisos.
Expresaba, del cambio con responsabilidad, así lo exige la nación, la vinculación histórica con el gobierno nos aseguró la oportunidad de participar en los grandes cambios del país.
Hoy el momento es otro, solo nuestra capacidad y la iniciativa, nuestro trabajo nos dará fortaleza.
Quedo atrás la etapa de la lucha política hacia el interior de nuestra organización y no con otros partidos. Ya pasaron esos tiempos. Hoy vivimos en la competencia. Se dejan atrás viejas prácticas.
En la democracia solo la victoria no dará la estatura a nuestra presencia política. Cuando el gobierno ha pretendido concentrar la iniciativa política ha debilitado al PRI. Pero ahora el PRI, del gobierno solo demanda imparcialidad y firmeza en la aplicación de la ley. No queremos ni concesiones al margen de los votos, ni votos al margen de la ley.
Decía: en la autentica competencia, el gobierno no nos dará el triunfo. Los tiempos de la competencia política han acabado con un partido de Estado. --Y solicitaba independencia con respecto del gobierno--. Hoy somos la opción que ofrece el cambio con responsabilidad. Y la opción que mejor conoce lo que se ha hecho.
México, no quiere aventuras políticas, ni saltos al vacío, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y mostraron ser ineficaces, “rechaza su perversión” y la demagogia. Ofrecemos cambio con rumbo.
En su tesis del nuevo federalismo, indicaba: debemos admitir que hoy necesitamos la “reforma del poder” para que exista una nueva relación entre el ciudadano y el Estado, hoy expreso mi compromiso de reformar el poder y acabar con cualquier vestigio de autoritarismo.
El origen de nuestros males se encuentra en la excesiva concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas. Exige un presidencialismo sujeto estrictamente a su origen constitucional, republicano y democrático.
En la paradoja de aquel momento en el fondo de la mampara entre el logotipo del PRI y los elementos del escenario en el mal presagio, se observa la formación de una cruz hacia su espalda. Se trata de un mensaje que quedó de forma natural para la posteridad que presagió su fatal destino.
Después, vendrían las frases del histórico discurso en donde narró los dos meses de intensos recorridos, --por todo el país me encontrado con el México de los justos reclamos y de los antiguos agravios, que exige respuestas y que ya no puede esperar, ese es el México al que habremos de darle rumbo. Yo veo un México de comunidades indígenas que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso--.
Yo veo un México de campesinos que aun no tienen las respuestas que merecen.
Yo veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan.
Yo veo un México de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo. Que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación.
Yo veo un México de mujeres que aun no cuentan con las oportunidades que les pertenecen.
Yo veo un México de empresarios de la pequeña y la mediana empresa, a veces desalentados por el burocratismo por el mar de trámites y por la discrecionalidad de las autoridades. Que quieren oportunidades.
Yo veo un México de profesionistas que no encuentran los empleos que los ayuden a desarrollar sus aptitudes y destrezas, un México de maestros y de maestras, de universitarios que piden reconocimiento a su vida profesional y la elevación de sus ingresos. A quienes habremos de responderles.
Yo veo un México con hambre y con sed de justicia, un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley, quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por los abusos de las autoridades o por la Arrogancia de las oficinas gubernamentales.
Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y de gobiernos que les cumplan. Que aun no tienen fincada en el futuro la derrota que tiene la esperanza.
Son ciudadanos que tienen esperanza y que están dispuestos a sumar su esfuerzo para encontrar el progreso.
Los problemas que enfrentamos, los podemos superar yo me propongo encabezar un gobierno para todos los mexicanos. El cambio con rumbo no puede esperar, decía Colosio ante la clase política de aquel tiempo, hoy algunos desaparecidos, otros reconocidos delincuentes y otros fuera del partido en donde emprendieron su riqueza y empoderamiento. Así las cosas.

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