Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Cosmovisión
2016-09-29 | 21:27:12
Lao Tse y el poder

En todo el orbe en la gran mayoría de los países del primer mundo o tercer mundo, muchos de los políticos se robaron hasta el futuro y por eso hoy más que nunca queda “ad hoc” aquella frase de “el futuro no es lo que era”.

Todo este drama se puede visualizar muy claramente con los dos personajes que disputan la presidencia del país más poderoso en el universo.

Los dos, con sus propias verdades, convertidas en las mejores formas de engañar, para lograr el anhelado poder.

Se trata de elegir al menos malo, cuando de los dos no se hace uno, a causa de que el pasado y el presente los traiciona con sus malos antecedentes de personajes corruptos y que han sido a base de estar en la ilegalidad.

En esta posición de la radiografía de lo que dice es la mejor democracia en el mundo, Estados Unidos, enfrenta el peor dilema político de toda su historia ante una encrucijada de elegir a un defraudador profesional que hace su fortuna a base de artimañas legaloides, quiebras inventadas, de explotar a sus trabajadores y de no pagar los servicios a contratistas. Se trata de Donald Trump, magnate de los bienes raíces y de muchos negocios que expande por el mundo, candidato presidencial por el partido republicano.

Pero también, la mala decisión de elegir a quien tiene tras de sí toda una carrera política y con un alto nivel de corrupción, que expone al propio partido demócrata hasta de perder una elección, porque Hillary Clinton, no ha sido una mujer que se haya destacado por su honestidad y esto es severamente odiado por los ciudadanos estadounidenses.

Trump, se expone más con sus postura xenofóbicas, explotadoras de la clase trabajadora y de mesianismo al estilo hitleriano. Y su discurso explosivo y controversial ha tenido éxito al mostrarse como un empresario “exitoso” que vende la idea de darle poder económico a los ciudadanos a base de conquistar y robar a cualquier país del mundo indefenso o débil.

Hillary Clinton, con las armas de la experiencia política pero representando a un partido desgastado y ya hasta mal visto por las inconsistencias provocadas por la oposición legislativa republicana no les ha permitido gobernar a sus anchas, mantienen un país sumido en las diferencias económicas ya abismales entre los que tienen mucho dinero empresarios y políticos, y la clase trabajadora que sueña con disfrutar su dinero por el que trabajan muchos años y no les alcanza para vivir el famoso sueño americano.

Traspolar a la supuesta mejor democracia del mundo con otros países incluido México, es pasar del cielo al infierno.

Para no ir muy lejos el trabajo de investigación periodística llamado los Papeles de Panamá, ha sido la mejor referencia de la realidad del mundo, políticos y empresarios empecinados en llevarse el dinero a los famosos paraísos fiscales, y nunca más disfrutarlo, siempre se trata de dinero mal habido, y logrado a base del tráfico de influencias, la corrupción, lavado de dinero y la evasión fiscal.

En este mundo, comparativamente, el mexicano es considerado el más feliz del mundo, por dos sencillas razones, no le importa el dinero que se roban políticos y empresarias, pero tampoco le importa trabajar mucho sin sueldo, sin prestaciones, sin seguro social, desarrollando actividades del mundo de lo que sea como pepenadores, comerciantes callejeros, limosneros y todo lo que sea para poder vivir al día y tener para comer, pero con el alma tranquila y la frente en alto que les hace ser felices.

Y como diría Lao Tse, en el taoísmo, el que tiene una fortuna no puede vivir ni dormir por temor a que lo roben o lo maten, mientras el que no tiene nada puede vivir feliz y dormir tranquilo sin temor.

Todos los vicios humanos se deben a la falta de conocimiento. Es el conocimiento lo que mostrará a las personas que, por su propio bien, es mejor ser sencillo y bondadoso, moderar los deseos terrenales y liberarse de las pasiones perniciosas.

Aquellos que son valientes sin amor, aquellos que son generosos sin economía y aquellos que quieren estar adelante y empujan hacia un lado a los demás, todos éstos, sufren fracasos. Pero aquellos que, luchando, permanecen llenos de amor triunfan. No te quejes de sufrir, que así aprendes a socorrer. Así las cosas.

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