Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Peña cometió un grave error
2016-09-03 | 12:59:32
Don Crésido era inmensamente rico:
tenía mucho dinero. Don Crésido era
inmensamente pobre: no tenía nietos.
Una noche invitó a sus hijas e hijos a cenar,
y les pidió que llevaran a sus maridos
y mujeres. Cuando estuvieron todos
juntos el dineroso señor dijo en la mesa:
“Mi esposa y yo estamos muy tristes,
pues no tenemos nietos. Todos nuestros
amigos son abuelos ya, y nosotros
no conocemos esa dicha. He decidido
darle un millón de dólares al primero
de ustedes que nos regale un nieto o
una nietecita. Ahora demos gracias a
Dios por nuestros alimentos”. Inclinó
la cabeza para decir la oración. Cuando
la levantó se vio solo en la mesa con
su esposa… Cosa muy difícil es ganar
el Campeonato Mundial de Pendejez.
Tantos participantes hay en el concurso
que se cuentan por miles de millones.
Y es que en todos los países hay infinitas
legiones de pendejos. Pertenecen a
todas las razas; los hay de todas las condiciones
sociales; viven en las ciudades
y en el campo; se les encuentra en todas
las ramas de la actividad humana. Hay
pendejos buenos y malos; humildes y
soberbios; eruditos e ignorantes; débiles
y poderosos. Debido a la superabundancia
de pendejos el jurado calificador
encargado de discernir el premio se ve
en arduos problemas para escoger al
ganador. Año con año he optado a la
presea, pues tengo sobrados méritos
para ganarla, pero nunca he conseguido
más que un modesto segundo lugar.
Pues bien: en esta ocasión el Campeonato
Mundial de Pendejez lo ganó un
mexicano. Por primera vez el premio
se dio por unanimidad: ninguno de los
sinodales pensó que pudiera haber en el
mundo otro pendejo que se le pudiera
comparar. Por eso, a más del trofeo y
diploma que ordinariamente recibe
el ganador (y que extravía la misma
noche de la premiación, por pendejo)
al de este año se le ceñirá una banda de
honor; se le impondrá una medalla de
tamaño plato; se le colgará al cuello una
venera hecha de peltre en forma de letra
P mayúscula, y se le erigirá una estatua
que no por ser de plastilina entraña
menos reconocimiento. Igualmente se
le pondrá una corona de cartón forrado
con papel crepé en forma de orejas
asininas. Ahora bien: ¿quién ganó el
Campeonato Mundial de Pendejez? ¡Lo
ganó el asesor, funcionario, consejero,
amigo o colaborador de Peña Nieto que
le dio la idea de invitar a Trump! Muchos
errores ha cometido el Presidente, a
cuál más grande y nocivo, pero sin duda
alguna éste es el mayor y más costoso.
Nada hay que pueda justificar un yerro
tan mayúsculo, que seguramente
le acarreará graves consecuencias, lo
mismo que al país. Si Trump es elegido,
Peña Nieto no ganará nada. Y si Hillary
Clinton obtiene la victoria el presidente
mexicano se verá en difícil situación, pues
dio al republicano ocasión de lucimiento
y lo hizo avanzar en su campaña. ¿Quién
metió a Peña Nieto en esa pejiguera?
¿Quién le atrajo la indignación y rabia de
todos los mexicanos, tanto los que moramos
en territorio nacional como los que
viven en Estados Unidos, tan ofendidos y
amenazados por el nefasto Trump? Sea
quien sea preséntese a recibir su premio,
el del Campeonato Mundial de Pendejez.
Mientras tanto haga renuncia de su
cargo, por… Aquel señor era tan viejo
que cuando pedía en el restorán unos
huevos tres minutos lo hacían que pagara
por adelantado… Un individuo llegó a la
cantina llevando consigo una jerga muy
grande y una canasta con muchos quesos.
Ofreció su mercancía al tabernero. Éste
le preguntó: “¿Por qué vende esas cosas
tan distintas, quesos y jerga?”. Explicó el
sujeto: “Una vez encontré una lámpara y
la froté. Se me apareció un genio y me dijo
que pidiera dos deseos. Le pedí muchos
pesos y una muy grande. El genio no oía
bien”… FIN.

MIRADOR
››armando
fuentes aguirre
¿Quién es el
hombre del retrato?
He preguntado, y nadie
me sabe dar razón. Debe haber
vivido en los principios del
pasado siglo. Su atuendo es de
señor de aquella época: terno de
casimir; corbata de cinta; botines
de charol… Está de pie junto a
una mesa en la cual hay varios libros.
Sobre ellos posa una mano,
en tanto que con la otra sostiene
su sombrero junto al pecho.
La mirada de ese hombre
no mira a quien lo ve. Sus ojos se
pierden en la lejanía. ¿Mira un
recuerdo o un olvido? ¿Ve lo que
ya pasó o lo que aún no llega?
Muchas veces he tratado
de adivinar lo que está viendo el
hombre del retrato. Creo haber
encontrado la respuesta. La
lejanía que mira es mi tiempo.
Es mi mundo. No sé quién sea
ese hombre, pero seguramente
él ya sabía quién iba a ser yo.
Ahora que lo veo
advierto que se me parece.
Me está mirando.
Me estoy mirando.
Soy yo.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››por afa
“… Al empezar la noche de bodas
el novio le preguntó a la novia si
era virgen…”.
Ella replicó: “¿Por qué
me preguntas eso?¿Cuándo
te estoy preguntando
si tú eres San Jose

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018