A sólo unos dÃas de la llegada del Papa Francisco a México en su gira pastoral por varias entidades del paÃs, los católicos se disponen a participar en esta significativa visita en la que esperan escuchar con atención los mensajes del Santo Padre en relación con los temas que ha estado llevando por el mundo en donde aborda los asuntos de la pobreza, la injusticia y la falta de oportunidades para los jóvenes.
También, Francisco ha pedido al mundo la paz y sobre todo a las grandes potencias y a los dueños del dinero que no lastimen ni exploten a los niños y a los ancianos, ha pedido respeto y protección para las mujeres y se ha mantenido abierto y respetuoso a las creencias y dogmas religiosos de quienes también son seres humanos y hay que aceptar.
Las palabras del Papa Francisco han sido el bálsamo de los pobres y de la gente en general, pero también la llave para abrir la dureza de quienes desde el poder polÃtico o económico han ofendido y maltratado a la gente de muchas formas y su voz se alza para decir ya basta de tanta injusticia y se lastimar a los migrantes por ejemplo, en sus rutas hacia nuevos horizontes y búsquedas de un cambio a su realidad en contra de la guerra, el desempleo y la represión de los gobiernos de sus paÃses que no cumplen con su misión de proteger y cuidar a la población.
En sus reflexiones, el Papa Francisco, acude a los evangelios y en forma muy suave y firma habla a la gente de la doctrina de Jesús de Nazaret, con palabras que llaman a la conversión de la gente de forma natural y en ocasiones los poderosos cuando escuchan sus mensajes derraman lagrimas ante la sinceridad y la forma explÃcita para decir lo que sucede en el mundo y los gobernantes o poderosos poco hacen para cambiar esas realidades que lastiman y ofenden a los seres humanos y hasta al propio planeta como lo dice en su encÃclica sobre el respeto al medio ambiente.
Son millones en el mundo los que siguen al Santo Padre, por los distintos medios de comunicación en esta delicada misión pastoral y en tiempo real la gente acude a escuchar sus mensajes como un autentico profeta y un apóstol de Jesús que cumple en llevar su palabra por el mundo, con humildad y sencillez cristiana. Ir y predicar. Asà las cosas.