Desde las aulas de la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, Ricardo Ravelo, dice que la vocación del periodista se traduce en un aprender todos los días, “desde la praxis y los conocimientos más elementales y éticos ofrecidos con generosidad por los maestros, somos parte de la nueva generación, gracias a quienes nos compartieron sus experiencias, sus anhelos y hasta sus propias emociones, traducidas en el ser para servir a la colectividad.

Ravelo, recuerda sus años de estudiante en la Facico y las clases con los grandes maestros del periodismo, como el maestro Ignacio Oropeza López, Francisco Blanco Calderón, Manuel Salinas Arellano, Alberto Juárez y Dámaso Nájera y otros maestros, quienes se sumaron a un esfuerzo colectivo para compartir talento y capacidad con los periodistas del futuro de aquella época, hoy la mayoría haciendo historia en los medios de comunicación de todo el país y diferentes trincheras.

La pasión del periodismo, dice recordando a Manuel Buendía, en que el periodista nunca acaba de aprender y menos perder la capacidad de asombro.

Ricardo Ravelo, el periodista veracruzano que en los últimos años se ha consolidado como lectura obligada con sus nueve libros que han sido todo un éxito y durante los veinte años como el reportero de mayor presencia en las portadas de la Revista Proceso, con sus interesantes reportajes temas sobre la inseguridad en diversas zonas del país y con el dinamismo de trasladarse en un día de punto a punto del territorio mexicano para lograr la entrevista.

Recuerda y hace mención de quienes desde la Faculta de Comunicación de la UV se convirtieron en ejemplo a seguir en toda una época como maestros y periodistas consumados que han dedicado toda su vida a escribir y en donde destaca el ejemplo del maestro José Pablo Robles Martínez y el maestro Luis Velázquez, que abrieron las puertas del periódico Sur (hoy Imagen de Veracruz) a los estudiantes para que empezaran en su primer trabajo en el fogueo como reporteros, que ha sido muy formativo.

En el recorrer de los medios impresos veracruzanos, el periodista Ricardo Ravelo, también hace una mención muy especial a dos grandes impulsores del periodismo en estas tierras en aquella época al profesor Alfonso Valencia Ríos, jefe de información en el periódico el Dictamen y a don Alfonso Salces Fernández, en el periódico Notiver “y de todos siempre aprendí del mejor periodismo”.

“Aquí se tenía la oportunidad de ir de medio en medio, sin ninguna consigna en contra, sino que los reporteros se acomodaban en el periódico en donde estuvieran y se sintieran a gusto y sobre todo se buscaba el fogueo para aprender el oficio”, comenta.

Con el paso del tiempo en los veinte años trabajando para la Revista Proceso, Ricardo Ravelo, convierte a don Julio Scherer, como en su mayor ejemplo a seguir de reportero nato, acucioso y con la más grande pasión por el periodismo: “Fue un privilegio aprender de él, siempre, y por su generosidad de compartir con sus colegas, por eso el leer y releer sus libros se convierte en su más grande legado”.

Ahora, Ravelo, dirige su propia Revista Variopinto, en donde con una circulación nacional, en un verdadero esfuerzo periodístico y literario se ofrece a los lectores exigentes, una gran variedad de temas de interés con las más afamadas plumas nacionales e internacionales, además con un gran aporte fotográfico y de edición en donde se conjuga el trabajo de jóvenes con el de los expertos. Así las cosas.