Es notable el cambio que ha sufrido el periodismo en cuanto a las llamadas columnas polÃticas, en un reciente pasado los comentarios del redactor especializado estaban enfocados a informaciones sobre lo oculto del quehacer de los funcionarios, anticiparse a nombramientos de funcionarios a nuevos cargos oficiales asà como de los candidatos a puestos de elección popular.
Dar a conocer lo desconocido y especial del mundo oficial.
En el presente una mayorÃa se han convertido en agentes del ministerio público y lo medular de este género informativo se concreta a denuncias de fraudes, desvÃos de recursos públicos, enriquecimientos desmedidos e inexplicables fortunas traducidas en residencias, constructoras y negocios relacionados con sus actividades gubernamentales. Son informaciones que no tienen desmentidos ya que se aportan toda clase de pruebas y se cuenta en gran parte de los casos de documentos que avalan los publicado por el columnista.
De lo polÃtico se cambió a lo policiaco.
El columnista Edgard Hernández quien trabajara con don Fernando Gutiérrez Barrios pone al descubierto al lÃder Antonio Luna del partido cardenista que amenazaba con un plantón en la Plaza Lerdo de Xalapa para bloquear la visita deAndrés López Obrador, guÃa moral del nuevo partido polÃtico Morena.
No contaba el sujeto con la opinión pública de la ciudad capital de la entidad veracruzana por el abuso de poder que no soportan los xalapeños.
Se le ordenó al señor Antonio Luna que retirara al grupo de seguidores, el cual respondió que replegarse tenÃa un costo de cinco millones de pesos.
Edgard Hernández dio a conocer en su columna LÃnea Caliente que en una maleta le fueron entregados tres millones en billetes de mil pesos los cuales le fueron entregados a un lado del atrio de la catedral.
En esa misma edición dan a conocer las andanzas, negocios ilÃcitos y traiciones del diputado local Raúl Zarrabal. Conscientes de las extrañas y comprometidas actividades polÃticas con enemigos del gobierno en el poder, le fijaron un ultimátum donde lo hicieron responsable del triunfo de Sergio Pazos como candidato a diputado federal por el complicado distrito de Boca del RÃo, feudo de los Yunes azules.
La orden salió directamente del Palacio de Gobierno que la única fórmula que no lo alcanzara la ContralorÃa del Estado y la AuditorÃa Superior de la Federación debiera hacer ganar el abanderado priista asegurándole que el destino que tuviera Pazos serÃa marcar su propio destino polÃtico y personal.
Y sea el medio impreso o audiovisual donde se maneja el género de la columna polÃtica están enfocadas a una serie de denuncias plenamente confirmadas y que lamentablemente no operan para ejercer los causes legales que debieran tener.
Se ha llegado a un grado de cinismo oficial donde evaden las respuestas calificando este periodismo como de revancha o de un malentendido trueque económico a cambio de pagar el silencio de los reconocidos periodistas.
Conscientes que son simples salidas sin sustento, ya que existe el derecho de replica que no lo utilizan ante el temor que presente ante la opinión pública los documentos, fotografÃas y videos que avalan lo escrito y lo manifestado.