Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El zar anticorrupción
2014-11-24 | 09:24:15
Si la bancada del PRI en el Senado
de la República le quisiera
echar una manita al presidente
Enrique Peña Nieto para sacarlo
del hoyo en el que se encuentra,
los legisladores priistas bien
pueden aprovechar la oportunidad
de oro que en los próximos
días se les presentará a la hora
de designar al nuevo titular de la
Fiscalía Especializada en Materia
de Delitos Relacionados con
Hechos de Corrupción.
La convocatoria quedó abierta
desde el pasado viernes 21 y
será cerrada el martes 25. Habrá
que ver quiénes se inscriben y
cuáles lo harán con el supuesto
beneplácito presidencial.
Con el nombramiento de este
zar anticorrupción, el presidente
Peña y los senadores de su partido
tienen la disyuntiva de seguir
cavando el hoyo de la desconfianza
ciudadana o mandar, en
cambio, un alentador mensaje
para empezar a atemperar a la
indignada sociedad mexicana.
Todo dependerá, por supuesto,
si el próximo fiscal anticorrupción
resulta ser un personaje
comprometido con los intereses
políticos y patrimoniales del presidente
y su grupo en el poder, o
si, por el contrario, se elige a una
persona con perfil inobjetable,
de honestidad probada y con la
capacidad técnica para estar a la
altura de los retos y desafíos que
México enfrenta.
Ayer, a través de un comunicado,
el Comité Ejecutivo Nacional
del PAN puntualizó que no solo
el fiscal deberá contar con un
perfil incuestionable sino que
también el proceso mismo de
nombramiento tendrá que ser
igualmente impecable.
“Todos debemos estar atentos
para garantizar que así suceda”,
advierte la dirigencia del partido
blanquiazul, la cual afirmó
que México vive tiempos de incertidumbre
y crisis que deben
convertirse en momentos de
definición, ya que aseveró que
los índices de corrupción han
alcanzado niveles alarmantes.
“Un escándalo sucede a otro
sin que haya explicaciones claras
y contundentes”, advirtió el CEN
del PAN.
En México y en el extranjero
cada vez crece más la percepción
de que el presidente Peña sigue
sin entender la gravedad de la
crisis que actualmente amenaza
al país, pues hasta ahora su
pasmado gobierno sólo atina a
ofrecer respuestas torpes y convencionales.
Minimiza y pareciera ignorar
el origen de tanta rabia e incertidumbre
social así como el riesgo
evidente de descontento y anarquía
que ello conlleva, cuando
las principales fuentes de desestabilización
son las negligencias,
excesos y complicidades de la
autoridad y el colapso total de
los partidos de oposición que han
sido inoculados también por el
virus de la corrupción dejando
de ser un contrapeso real para
el gobierno que se ha quedado
aislado y aturdido por sus propios
yerros.
Por ello es que urgen mecanismos
institucionales o alternativas
electorales para encausar el
enojo social. La República es una
olla exprés sin válvulas de escape
institucionales.
Pero en los próximos días, la
bancada del PRI en el Senado
-que es la mayoritaria- tendrá
una excelente oportunidad
para evitar que la autoridad de
su líder sexenal continúe erosionándose,
pues aparte de elegir al
nuevo zar anticorrupción también
deberá designar al titular
de la Fiscalía Especializada en
Atención de Delitos Electorales
que igualmente se espera
sea una persona intachable, sin
ataduras partidistas ni complicidades
políticas para enfrentar
los retos y desafíos que demanda
la trastabillante democracia
mexicana.
Con este par de nombramientos
en puerta, los senadores priistas
–entre ellos los veracruzanos
Pepe Yunes Zorrilla y Héctor
Yunes Landa, que aspiran a gobernar
Veracruz en 2016– tienen
frente a sí el desafío de ayudar al
Presidente a recuperar la iniciativa
y el liderazgo, a pesar de que
parece que Peña Nieto y todo su
equipo se quedaron con el huso
horario de Beijing y Sydney.
Y es que hace apenas dos
meses, el mayor reto del mexiquense
era ejecutar la agenda
más ambiciosa de reformas en
la historia moderna de México.
Hoy, paradójicamente, su mayor
urgencia es estabilizar y asegurar
la continuidad de su periodo
constitucional.
Erick se lució
Como los buenos toreros, el pasado
viernes 21 el secretario de
Gobierno, Erick Lagos Hernández,
salió en hombros del redondel
de la avenida Encanto, donde
compareció ante la Comisión
Permanente de Gobernación de
la LXIII Legislatura, con motivo
del cuarto informe de resultados
del gobernador Javier Duarte de
Ochoa.
Lagos Hernández afirmó
que en estos cuatros años de
la administración duartista, la
gobernabilidad democrática, la
paz social y el estado de Derecho
son el mayor activo que tiene Veracruz
para atraer inversiones
que generan empleo y bienestar
para las familias veracruzanas.
El funcionario reiteró que la
dependencia a su cargo ha hecho
del diálogo, la herramienta
fundamental para dar respuesta
a las distintas expresiones de la
sociedad.
“Al diálogo seguirá más
diálogo, porque en el gobierno
de Javier Duarte de Ochoa se
escucha y respeta la opinión de
los veracruzanos. Al día de hoy,
tenemos 212 Ayuntamientos de
todas las filiaciones políticas,
laborando en paz y con normalidad,
con quienes compartimos
la responsabilidad de mantener
y preservar la gobernabilidad”,
dijo el titular de la Segob.
Lagos Hernández enlistó los
logros alcanzados este año en
Registro Civil, Registro Público
de la Propiedad, Catastro,
Asuntos Religiosos, Editora de
Gobierno, Atención a Migrantes,
Política Juvenil, Archivo Histórico,
Junta de Mejoras, Consejo
Estatal de Población, Instituto
Veracruzano de las Mujeres,
Atención a Víctimas, Defensoría
Pública, Desarrollo Municipal y
Unidad de Transparencia.
En esta comparecencia,
Lagos congregó a destacadas
personalidades, entre ellas el
arzobispo de Xalapa, Hipólito
Reyes Larios.

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