Igual que como lo acaban de hacer su jefe, el
gobernador Javier Duarte de Ochoa, y algunos
secretarios de despacho y directores generales
del gobierno estatal, Juan Antonio Nemi Dib,
titular de la Secretaría de Salud, planeaba pedir
permiso para irse de vacaciones con su familia
esta semana, pero alrededor de la medianoche
de este domingo 3 recibió una llamada del secretario
de Gobierno, Érick Lagos Hernández,
pidiéndole su renuncia por órdenes del mandatario
veracruzano, el cual regresó anteayer del
extranjero para coordinar los preparativos de la
visita del presidente Enrique Peña Nieto, quien
hoy inaugurará oficialmente el libramiento
carretero de Coatepec.
No obstante, poco después del mediodía de
ayer corrió la versión de que Nemi Dib se reuniría
con Duarte y que aún estaba en veremos si
el gobernador le aceptaba su renuncia. Pero lo
cierto es que desde la mañana de este lunes, el
exdirector del DIF estatal y ex secretario particular
del Ejecutivo del estado sacó sus cosas
personales de su oficina, ordenándoles hacer lo
mismo a dos de sus subalternos más cercanos:
al abogado José Raúl Bala Reyes, director de
Asuntos Jurídicos, y al director Administrativo,
Pedro Manuel Solís García.
La salida de Nemi parecía estar cantada desde
hace un par de meses cuando arreció en su contra
una campaña mediática y de desestabilización
laboral atribuida a diversos frentes, entre los
cuales se llegó a señalar hasta al exgobernador
Fidel Herrera Beltrán.
Y es que el politólogo cordobés no solo se ganó
antipatías entre el personal médico por poner orden
en los hospitales sino que además, en su afán
por generar importantes ahorros en la compra de
material de curación y medicamentos, también
sumó la malquerencia de poderosos proveedores
que ya no pudieron seguir haciendo los grandes
negocios de antaño.
A mediados de febrero de este año, la secretaria
de Salud del gobierno federal, Mercedes Juan
López, quien encabezó en Xalapa la instalación
del Consejo Consultivo sobre Salud Ambiental
en Veracruz, hizo un reconocimiento público al
gobernador Duarte por haber sido su entidad
federativa la primera que se adhirió a la compra
consolidada de medicamentos, que no solo implicó
la adquisición de mil 800 claves y permitió un
ahorro por 600 millones de pesos para el gobierno
de este estado, sino que además garantizaba
el abasto y distribución de medicamentos a las
unidades médicas del territorio veracruzano.
Sin embargo, el pleito legal más fuerte que
activó Nemi fue contra la empresa Finamed, SA
de CV, a la cual se le otorgó el sexenio pasado la
concesión para dar servicios de salud complementarios
en la entidad por 12 años. El monto
original era por 6 mil 400 millones de pesos,
pero según el exdiputado local de Convergencia,
Sergio Vaca Betancourt, en contubernio con
funcionarios de alto nivel de la pasada administración,
los concesionarios “se burlaron” del
Congreso local al firmar “en lo oscurito” otro
contrato millonario diferente al aprobado en
septiembre de 2008 por la LXI Legislatura del
estado de la que el abogado expanista formó
parte.
La última batalla que todavía hace una semana
protagonizó Nemi fue por las 364 plazas
laborales de la primera etapa de basificación
que se disputan ocho sindicatos estatales con
las Secciones 26 y 40 del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS)
que en Veracruz lideran Luisa Ángela Soto Maldonado
y Álvaro Barrios Sánchez.
Los empleados de los 52 hospitales de la SSA,
adheridos a sindicatos estatales, comenzaron
una serie de paros y protestas desde el viernes
25 de julio para exigir la entrega de este primer
paquete de plazas laborales de las mil 614 autorizadas
inicialmente por la Federación.
Y es que desde el 30 de junio, en su tradicional
conferencia de prensa de los lunes, el gobernador
Duarte había anunciado que derivado de
las gestiones realizadas ante el Gobierno de la
República, en breve se iniciaría la basificación de
7 mil trabajadores del Sector Salud que actualmente
laboran por contrato. En esa ocasión, el
mandatario estatal destacó que en estos primero
tres años de su administración, se ha ampliado,
mejorado y transformado integralmente el
sistema estatal de salud, por lo que durante los
365 días del año, las 24 horas del día, seis mil 817
doctoras y médicos, siete mil 726 enfermeras y
enfermeros, seis mil 113 paramédicos y cinco mil
958 trabajadores administrativos, cuidan a los
pacientes que son atendidos por la Secretaría
de Salud.
“Ofrecí y estoy cumpliendo la palabra empeñada
a los trabajadores de salud del estado. Miles
obtendrán su base”, dijo Duarte de Ochoa, quien
detalló que este proceso se llevaría a cabo en tres
etapas, comenzando el 01 de julio, cuando mil
614 trabajadores obtendrán su base con relación
en los lineamientos federales de antigüedad y
perfil del trabajador.
Pero el 25 de julio, al asistir a la ceremonia
de colocación de la primera piedra del Hospital
Naval que la Secretaría de Marina construirá en
el puerto de Coatzacoalcos, el gobernador fue
recibido con gritos y protestas de trabajadores
del hospital comunitario “Valentín Gómez Farías”,
los cuales reclamaban sus plazas laborales.
Lamentablemente para Nemi, los acosos
arreciaron mientras su vulnerabilidad crecía
al interior del gabinete duartista ante el debilitamiento
de sus aliados políticos, entre ellos
la excoordinadora general de Comunicación
Social, Gina Domínguez Colío.
Otros de sus amigos, como los senadores
priistas Pepe y Héctor Yunes, tampoco han dado
la batalla por él, tal como quedó evidenciado
a finales de abril, cuando el senador panista
Fernando Yunes Márquez se regodeó de que
hasta los legisladores del PRI habían avalado y
aprobado su propuesta de punto de acuerdo para
que la Cámara alta exhortara a la Procuraduría
General de la República, a la Secretaría de la
Función Pública y a la Auditoría Superior de la
Federación para que investigaran y en su caso
sancionaran a los responsables del presunto
desvío de recursos del Seguro Popular en Veracruz,
una denuncia que el hijo de Miguel Ángel
Yunes Linares y otros representantes populares
del blanquiazul ya habían presentado ante la
PGR desde marzo de 2013.
Otra baja duartista
AL PIE DE LA LETRA
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Ser diputado es un buen negocio. Por sólo levantar
la mano, esos tipos se ganan una fortuna que ya la
quisiera este pueblo pobre y jodido. O como dirían
en mi pueblo: ser diputado deja y a otra cosa mariposa.
La política es cosa de perros o de cínicos.
Dárselas de diputado
siempre será un buen negocio
pues se niega bien el ocio
con el dedo levantado
y no importa ser mirado
por toda una población
si al diputado en cuestión
le importa más el billete
que su exhibido trinquete
¡Viva la di puta acción!
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