Cuentan que en el proceso electoral de julio de 2012, el exdirigente estatal del PRI, Adolfo Mota Hernández, ofreció renunciar a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) si perdía la elección el candidato priista a diputado federal Fernando Charleston Hernández, quien había renunciado a la Subsecretaría de Planeación de la Sefiplan para contender por el distrito electoral de Coatepec donde era escasamente conocido.

A Mota le encomendaron sacar la elección de Charleston, el único amigo más cercano del gobernador Javier Duarte de Ochoa que logró salir triunfante, pues el exsubsecretario de Ganadería de la Sedarpa, Francisco Cessa Servín, también muy allegado al mandatario estatal, fue derrotado en el distrito de Córdoba por Leticia López Landero, del PAN, cuya candidatura despertó suspicacias porque prácticamente no hizo campaña.

Según ese presunto acuerdo de hace un año, Mota le habría propuesto al gobernador Duarte que si lograba que Charleston ganara la elección entonces él se iba a mantener como titular de la SEV hasta el final del sexenio.

De allí que sea entendible que ahora Mota se esté autodescartando para contender como candidato de la alianza “Veracruz para adelante” a la diputación local por el distrito de Coatepec.

Y no es que Mota esté casado con el cargo de secretario de Educación de Veracruz, sino que el funcionario duartista, a pesar de su juventud, es un priista forjado en los cánones de la vieja escuela política donde aprendió que los acuerdos se deben respetar.

Tal como se lo debió recordar al gobernador Duarte el ahora coordinador del grupo legislativo del PRI en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón, cuando el año antepasado el mandatario veracruzano pretendió cesar al ahijado político del poderoso senador se origen yucateco nomás por la rechifla que se llevó el jefe del Ejecutivo del estado por su retardado ingreso a la sala grande del teatro “Ignacio de la Llave”, donde el inicio del concierto tuvo que ser retrasado casi una hora.

¿Será verdad entonces que Mota no dejará la SEV y que la candidata a la diputación local sería finalmente la exsenadora, exdiputada federal y exalcaldesa de Teocelo, Noemí Guzmán Lagunes, actual secretaria de Protección Civil del estado?

Según ha trascendido, con tal de no dejar el gabinete estatal, el propio secretario de Educación estaría empujando la candidatura de Mimí Guzmán –otra acérrima enemiga política del neopanista Miguel Ángel Yunes Linares, a la cual maltrató en el proceso electoral de 1991 cuando fue su suplente como candidato del PRI a diputado federal por Huatusco–, cuya elección también se habría comprometido a sacar Mota en Coatepec.

De confirmarse esta versión, el habilidoso titular de la SEV estaría por desencantar a otros políticos de altos vuelos que ya lo comenzaban a zopilotear.

Uno de ellos, que supuestamente le habría puesto el ojo a la Secretaría de Educación de Veracruz, sería otro connotado coatepecano: Dionisio Pérez Jácome, actual director del Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, el cual dispone de un presupuesto superior a los 5 mil millones de pesos, casi la sexta parte del gasto asignado a la SEV para este ejercicio fiscal.

Pérez Jácome, según trascendió, se encuentra actualmente en la ciudad de México, donde entre otros presuntos apoyos políticos pretendería buscar el de su amigo Emilio Chuayffet Chemor, exgobernador del Estado de México y flamante secretario de Educación Pública, a quien el presidente Enrique Peña Nieto acaba de designar precisamente como su representante personal ante el gobierno de Veracruz.

Solo que Pérez Jácome no es el único veracruzano allegado a Chauyffet. El secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Jorge Uscanga Escobar, también mantiene estrecha cercanía con el mexiquense, lo que en opinión de algunos analistas políticos le permitiría promoverse él o a su hija Denisse Uscanga Méndez, actual subsecretaria de Educación Media Superior y Superior de la SEV.

Pero para hacer caldo de pollo primero se debe tener al ave. Y hasta ahora el despacho de Adolfo Mota no ha quedado vacante. El secretario de Educación se sigue defendiendo como gato boca arriba, demostrando también que en política puede tener siete vidas como este felino.


SUCESIÓN CALIENTE

En Martínez de la Torre, la cosa está que arde para el Revolucionario Institucional.
Y es que el domingo pasado, el ingeniero Eduardo Sánchez Macías, dirigente local del PRI y el aspirante mejor posicionado en las encuestas para la alcaldía, encabezó una multitudinaria marcha para demostrar que en ese municipio “existe la suficiente estructura y trabajo para que los próximos candidatos surjan de las filas de nuestro partido”.
Sánchez Macías, a quien pretenden desplazar de la candidatura municipal para nominar al diputado local del Partido Nueva Alianza, Ernesto Callejas Briones –exdirigente de la Sección 56 del SNTE, quien en 2010 contendió en contra del PRI–, dijo que “de no respetarse las voces y decisión de ustedes, compañeros priistas, seré el primero en alzar la voz y retirarme de este partido que desde niño lo he admirado y de joven militado”.
“Soy un admirador de la democracia y no me prestaré a comparsas de viejas prácticas. No busco trabajo, ni negociaciones de interés personal, mi interés está con ustedes y es en buscar el progreso y bienestar del municipio. Con ustedes no queda duda que el triunfo será rotundo”, cerró su discurso el presidente del CDM del PRI, quien agradeció la presencia de “los priistas de corazón que hemos trabajado en tiempos buenos y en los tiempos malos, siempre con la camiseta bien puesta”.
En ese mismo evento, Sánchez Macías entregó más de mil nombramientos a los coordinadores municipales y líderes naturales, previo al proceso electoral del 7 de julio.