La baja productividad del cultivo de frijol en la región Golfo centro de México, obedece al uso de variedades o grano de origen desconocido, de bajo potencial de rendimiento y susceptibles a enfermedades, suelos de baja fertilidad y a la sequía terminal usadas para la siembra. 

Lo anterior es consecuencia de la falta de un programa de producción y abastecimiento continuo de semilla de variedades mejoradas de alta productividad, adaptabilidad y con tolerancia a los factores bióticos y abióticos, señaló Francisco Ugalde Acosta, investigador del INIFAP, Campo Experimental Cotaxtla.

Al participar como ponente en la Reunión Científica- Tecnológica Forestal y Agropecuaria Veracruz 2019 realizada en el WTC de Boca del Río, explicó que el modelo de Producción Artesanal de Semilla de Frijol-Municipal, rediseñado por INIFAP, se aplicó para transferir las variedades mejoradas de forma rápida a los productores. 

A 20 años de operación el resultado acumulado fue la siembra de 2 mil 015 hectáreas, en beneficio de 6 mil 984 pequeños y medianos productores, en las que se obtuvo un rendimiento promedio de mil 120 kilogramos.

“Este modelo consiste en la inversión de los ayuntamientos para la producción de semilla y subsidio variable para los productores. La relación costo/beneficio para los productores participantes utilizando semilla artesanal de calidad de las variedades mejoradas fue alta, igual que la relación inversión/beneficio del ayuntamiento”.

Dijo que el modelo, diseñado y operado con una década de anticipación a las conclusiones de la OCDE del trabajo de diagnóstico realizado por el IICA para México, indica la conveniencia de integrar la tecnología generada por los centros de investigación y vincular el extensionismo, para contribuir a resolver la problemática técnica, social, económica y de alimentación a nivel local, así como integrar las municipalidades en el rol de la transferencia y financiamiento de innovaciones.